Burial ha ejercido su reclamo a ese derecho llamado “privacidad” desde que Fama lo pusiera en la palestra. Y todo a causa de los discos (Burial, Untrue, Kindred) que lo han catapultado al exclusivo lugar de los grandes creadores de la música electrónica. Eso, aunado al principal defecto de las ideologías mediáticas actuales que es negar la singularidad de los seres humanos, lanzó a los cuatro vientos el prurito de la avidez por iluminar la vida y la faceta en que desarrolla su trabajo. El anonimato hoy, lejos de representar una exclusión social, se ha convertido en una estrategia que se opone a la lógica del control por parte de una sociedad del consumo que sólo favorece la exhibición absoluta.
VIDEO SUGERIDO: Burial – Rough Sleeper, YouTube (JustElectronicMusic9)
BXXI-127 ROCK&ROLL
Rock & Roll. Este género fundacional, en la era hipermoderna y por su inherente razón de ser, no se evade de lo aprendido a lo largo de su historia (no en balde 70 años de él), pero por su propia genética asimila en forma constante las visiones que los nuevos grupos traen consigo en sus interpretaciones. Y tan pronto como estas visiones se vuelven comunes por el uso y el abuso, se distancia de ellas con el florecimiento de nuevos retoños, al igual que el proceso social o biológico, bajo el mismo signo y nombre: rock & roll, a pesar de que algunos despistados lo hayan querido «matar» a lo largo de las décadas.
VIDEO SUGERIDO: Nick Curran – Train Kept A Rollin’ (Johnny Burnette Trio cover), YouTube (ncconce)
BXXI-128 SHE & HIM
Para interpretar la cuestión amorosa el dúo She & Him (nombre tan sencillo como su propuesta), se decantó por la visión de ella y, en cierto modo, por su personalidad e imagen cinematográfica: la joven candorosa siempre sorprendida por las manifestaciones de la vida y del amor, y que ella (Zooey Deschanel) tan bien proyecta con esos grandes, redondos y hermosos ojos y la mirada cándida que emiten. Él (Matthew M. Ward), un tipo sensible, captó todo eso y se ha consagrado a musicalizar de la manera más condensada posible las letras que ella escribe. Un reto estético. El resultado es tan fascinante como la mirada de ella y tan fino, como un bisturí, en la orquestación de él.
VIDEO SUGERIDO: She & Him – In The Sun (2010), YouTube (DominoRecords)
BXXI-129 NITIN SAWHNEY
La música de Nitin Sawhney contiene una poética insólita y brillante, aglomeradora de géneros y emociones en la que se demuestra que no todo está dicho ni escrito, ni tocado, ni cantado, confirmándose así el artista como digno heredero de la tradición de quienes reflexionan con la música y el baile (en la resonancia de esta música “total” se funden, pues, todas las voces y quizá un paliativo al sufrimiento de quienes han padecido y padecen la infamia del racismo), y al mismo tiempo este compositor británico se muestra como dueño de su propia e inconfundible expresión: una flecha templada con sensibilidad y oficio dirigida a la conciencia colectiva humana.
VIDEO SUGERIDO: Nitin Sawhney – Letting Go Music Video, YouTube (iijjiii)
BXXI-130 RABIH ABOU-KHALIL
Los paseos incondicionales por los vericuetos de la fusión, al igual que los contenidos ritmos cruzados de percusionistas caribeños, africanos o sudamericanos, así como las ágiles líneas extraídas por bajistas de jazz y las pulidas meditaciones del acordeón, la trompeta o el flugelhorn, son pruebas de la mejor mixtura hipermoderna de Rabih Abou-Khalil. Todos son instrumentos variados que agregan sustancia a los temas cadenciosos, casi inasibles del músico árabe, los cuales aparecen a todo lo largo de su extensa discografía y carrera musical que se prolonga ya tres décadas, y apoyan sus solos vertiginosos. No obstante, la interacción empática de su obra no diluye la identidad propia de este artista.
VIDEO SUGERIDO: Rabih Abou-Khalil – Blue Camel, YouTube (RabihAbouKhalilChann)
Una de las aportaciones del rock a la cultura ha sido la de conectar a quienes trabajan en toda actividad estética y con ello creado sonidos, canciones o álbumes afines y alianzas artísticas en todo el mundo. Y lo ha hecho ya sea en un disco, en un track en particular o en la escenografía de un concierto. Ha conectado con aquellos que se han pasado la vida resolviendo sus misterios o belleza en alguna de sus formas, dentro de sus disciplinas individuales o conjuntas (humanistas o científicas), ya sea influyéndolos o siendo influido por ellos.
El resultado de tal encuentro ha producido sonoridades capaces de sacar al escucha de sí mismo y conducirlo a diversas dimensiones mentales, reflexiones existenciales o sensaciones en movimiento. Las obras creadas en este sentido son Arte-Factos culturales, aventuras en el microtiempo, las cuales requieren de la entrega a un flujo musical que enlaza una nueva expansión del quehacer humano con la experiencia auditiva en las diferentes décadas, desde mediados del siglo XX hasta el actual fin de la segunda decena del XXI.
El arte es la utopía de la vida. Los músicos rockeros de nuestro tiempo no han cesado en su tarea de acomodar la práctica musical a una búsqueda imparable de tales adecuaciones. La indagación sonora adquiere, en este contexto, un nuevo significado: no es mera búsqueda expresiva, sino persecución de horizontes culturales nuevos para un público en mutación, que exige de lo musical apreciaciones vitales, rizomáticas, en relación con sus exigencias estéticas y vivenciales.
*Introducción al volumen Arte-Facto (II), de la Editorial Doble A, cuyo contenido ha sido publicado de manera seriada en el blog Con los audífonos Puestos bajo esa categoría.
En el rock de garage que interpretan The Vaccines está el germen de la cadena biológica del rock, el que señala su ADN (con alma incluida). En la actualidad dicho género está en una de sus crestas pinaculares con nombres como Jet, D4, The Retard, The Horrors, Two Door Cinema Club, The Drums, Mona o Surfer Blood (por mencionar unos cuantos), los cuales deconstruyendo sus sonoridades son modelos del hipermodernismo (por sus variados aderezos sonoros de lo más indie, urbanos, eclécticos, con tendencia folk). Es importante conocer su cosmogonía, su devenir y sus claves, dada la fuerte influencia que ejercen los hacedores de dicha corriente en la música popular en general.
VIDEO SUGERIDO: The Vaccines – Norgaard, YouTube (VEVO)
BXXI-117 GOSSIP
El productor Rick Rubin apostó por la buena música que había escuchado en un concierto en Los Ángeles del grupo Gossip. Lo firmó para la subsidiaria Music With a Twist, que tiene como objetivo a los artistas del término LGBT (lésbico, gay, bisexual y trans), y grabó su irónico cuarto álbum: Music for Men, lanzado en el 2009 (a éste le ha seguido A Joyful Noise). Surgió entonces todo el poderío vocal de Beth Ditto y el impetuoso sonido de la banda: un aglomerado de indie dance-punk, ajeno a los cánones, que en su hechura lleva ya una gran suma de leyendas: la de los estudios Shangri-La, el trabajo de Rubin y la picardía de una rolliza Gracia griega arropada por un cotilleo sustancioso.
VIDEO SUGERIDO: Gossip – Move in the Right Direction (Late Show with David Letterman), YouTube (EidurRasmussen)
BXXI-118 PANDORA’S CLUB
La strippers de este club son bellezas para gustos diversos que serán recordadas, además de por sus atributos físicos, por su imaginación, su talento para despojarse de la ropa y su exposición artística (con todos los guiños a los tópicos clásicos, que van del pin up al bondage y al nice kitsch). Por su podio aparecen sillas dalinianas, grandes copas de martini estilizadas (con sus aceitunas inmemoriales), camas redondas, boudoir con espejos y cortinas vaporosas, camerinos llenos de luces, una oficina de Wall Street…Espacios para que el espectador disfrute a sus anchas de una fantasía inolvidable que es como un paréntesis onírico dentro de la enorme parrafada de la realidad.
VIDEO SUGERIDO: Dita Von Teese @ Grand Casino Beograd, YouTube (MrRaduljica)
BXXI-119 APPARAT
Apparat ha crecido en nombre y propositivamente con una obra que evoluciona y trasciende sin cortapisas. Desde el púlpito de lugares como el celebérrimo club Berghain o el Tresor de la capital alemana, dicho DJ ha cumplido con ambas cosas y su futuro es más que promisorio. Apparat es el nombre con el que actúa Sascha Ring, un músico, productor y DJ berlinés que nació el 27 de junio de 1978. En sus actuaciones utiliza lo mismo una Laptop que teclados electrónicos o guitarra y percusiones programadas. Es un artista de la IDM que ha mantenido activo desde 1996 hasta el presente, con poco más de media docena de apreciados álbumes en su haber.
VIDEO SUGERIDO: Apparat – Black Water (Official Video), YouTube (mute channel)
BXXI-120 TUXEDOMOON
Los álbumes de esta formación, en general, se distinguen por la enorme diversidad de atmósferas, de luces y de sombras, así como por su carácter europeo en el uso ambiental y jazzeado de los saxofones, trompeta, órgano y piano. Al plasmar dichas figuras en formas por demás libres (en presentaciones experimentales multimediales) ha quedado registrado el aspecto melancólico del colectivo. En cada uno de sus discos (desde su debut hasta el más reciente Vapour Trails), todas las líneas conductoras que lo amalgaman parecen formar un inaudito compuesto voltáico. Son las entrañas de una cultura grupal cosmopolita que desde hace décadas vive en las cimas de un género único: Tuxedomoon.
VIDEO SUGERIDO: Tuxedomoon – Holy wars, YouTube (sidmac1970)
Aziza Mustafa Zadeh es una pianista y cantante que nació en 1969 y se formó con la música clásica. Creció en la ex república soviética de Azerbaiján. Su padre, Vagif Mustafa Zadeh, fue compositor y pianista de jazz. Murió a los 39 años de edad. Su madre, Eliza, estudió canto clásico y actualmente funge como su mánager.
Aziza empezó a tocar el piano desde niña, al principio sólo con la mano izquierda. Por eso sus piezas tienen un bajo tan pesado. De esa manera acompañaba a su padre cuando él tocaba standards.
En Azerbaiján siempre hubo una escena jazzística muy viva, aunque no lo pareciera, y por eso tuvo la oportunidad de involucrarse con diferentes estilos. Eso sí, a los bajistas siempre les ha resultado difícil trabajar con ella, han tenido que reproducir con precisión sus líneas bajas, todo un problema. De cualquier manera, está segura de que nunca va a cambiar su forma de tocar.
Su música suele clasificarse como jazz, aunque consiste en una mezcla original de música clásica (en sus improvisaciones aparecen trozos de Bach, de Beethoven y Ravel), el mugam (música folklórica azerbaijana) y elementos del jazz. Las cualidades de dicha fusión se pueden corroborar desde su primer álbum homónimo (de 1991), donde toca el piano solo.
Les hizo la vida muy difícil a sus padres desde que comenzó a tocar el instrumento. Cuando debía tocar algo de Bach, por ejemplo, siempre lo modificaba. Se ponía a improvisar en el estilo del compositor y así con todos los demás. Nunca se atuvo a las partituras.
En realidad, nunca tuvo que estudiar arduamente. Pudo tocar con mucha facilidad desde el principio. “Al tocar lo único que quiero es hacer feliz a la gente y siempre trabajo en ello”, dice la tecladista.
Aziza Mustafa Zadeh muestra muchas coincidencias con Keith Jarrett: ambos interpretan una música improvisada de tipo romántico con influencias clásicas que no son ajenas al pathos, y ambos, además, se consideran un instrumento divino. “Mi música viene de Dios —ha comentado—. Él lo tiene todo pensado y yo sólo toco las teclas en su nombre”.
En compañía de otros músicos toca de manera bella y hace justicia a sus inclinaciones dramáticas. En los pasajes lentos sí se asemeja a Jarrett, aunque no se extiende de igual manera.
Aziza también canta en muchas de sus composiciones, casi siempre en su lengua materna, aunque no debe preocupar al escucha que no entienda el idioma, porque de hecho ella utiliza mucho scat.
FUERZA DE EJECUCIÓN
Si bien es cierto que extrae elementos de su patrimonio azerbaijano, también ha sabido rodearse de excelentes músicos de fusión y pedido prestado, con todo descaro, atributos de la música clásica. Sin embargo, la obra de esta artista a final de cuentas no es más que el World jazz del presente con vistas al futuro.
Es un tributo a su habilidad como músico que sea capaz de mantenerse al tanto de tal cantidad de hilos sin perder nunca la claridad de propósitos que impulsa sus composiciones.
Muchos de los tracks de sus discos son poseedores de una gran intensidad y fuerza de ejecución, pero el mejor ejemplo tal vez sea la pieza «Desperation» del disco Seventh Truth, que debe mucho al canto oriental y quizá más aún a las interpretaciones clásicas de esta poderosa música.
Si bien Aziza es antes que nada una pianista, en piezas como «Daha…(Again)» y «Wild Beauty» utiliza una voz tan perturbadora como intensa, que alterna entre el scat y el azerbaijaní, una mezcla hechizante.
FAMILIA TALENTOSA
Su música cubre todos los tempos, sus ritmos —en piano y congas— abarcan desde el 4/4 más simple hasta los tesoros musicales más complejos de su patria. Sin embargo, no afloja ni por un instante el dominio que ejerce sobre el escucha, ni permite que las brumas se despejen mientras está tocando.
Los públicos la adoran y se presenta ante grandes salas en Europa, como los exitosos conciertos en el festival de jazz de Brecon y la Queen Elizabeth Hall de Londres, así como en su país de origen.
Aziza, como ya se anotó, proviene de una familia de excepcional talento musical. A su padre se le conoció como el artífice del jazz en Azerbaiján. La sola mención de su nombre basta para que se exclame: «Era un genio. Un verdadero genio”.
PERCUSIÓN MULTICULTURAL
Ella sabe contar buenas anécdotas al respecto: «Cuando B. B. King fue a tocar a mi país compartió el escenario con mi padre. Lo escuchó tocar el blues en el piano y al finalizar el concierto le dijo: ‘La gente me llama el rey del blues, pero si supiera tocar el piano como usted me haría llamar Dios’”.
Tal vez esa confianza que le inculcó su padre en sí misma condujo la grabación de Seventh Truth, que reunió a dos grandes percusionistas de Europa y la India para tocar las composiciones de ella: Ludwig Jantzer (batería) y Ramesh Shotam (en diversas percusiones indias). Un asombroso acompañamiento de músicos para el álbum de la pianista. Fue una grabación muy tardada por las características musicales. Tuvieron que desvelarse muchas veces y aun así hizo falta casi un mes de estudio.
UNA SOÑADORA
Sus álbumes en general cristalizan gran parte de la herencia de su padre. La muerte prematura de éste y la pérdida que le significó son manifiestas en mucho de lo que ella hace. A través de su música se observa que es una soñadora que viaja a sitios lejanos de su lugar de origen sólo para descubrir que algunas cosas son universales.
Aziza Mustafa Zadeh a grandes pasos se ha erigido como una reina sin corona del piano oriental en la actualidad. Ella es capaz de quitarle el aliento al más remolón escucha, primero por su sensual e impactante imagen y enseguida con su arriesgado recorrido por los límites entre el jazz, la World music y la música clásica. Y para corroborarlo está su significativa discografía.
COLORES INSPIRADOS
En el 2000, después de años en el jazz y varios álbumes producidos, le llegó el momento de una retrospectiva. En su disco Inspiration, Colors &Reflections, ofreció una mezcla de títulos ya conocidos y de material inédito.
De los 15 tracks incluidos en él, seis ya habían aparecido en sus tres primeros discos (First, Always, Dance of Fire), lo demás fue nuevo. No obstante, esta compilación demostró que las notas superfluas son algo inexistente en su obra.
Ya sean las interpretaciones influidas por el funk que efectuó junto a Omar Hakim, Stanley Clarke, Al DiMeola, Bill Evans, Kai Eckhardt y Torsten De Winkel, las grabaciones de trío con el baterista Dave Weckl y el bajista John Patitucci, o el material como solista, la pianista de Azerbaiján se mueve con toda soltura entre Oriente y Occidente.
Su trabajo muestra destellos de Bach, Ravel y Debussy; dispone tanto de la fuerza improvisadora del jazz como del potencial de expresión armónica de las escalas asiáticas.
Llegó así a su primera estación el cuento de la muchacha que salió del reino de las mil y una noches para viajar a la modernidad, en donde todo le ha resultado de lo más feliz. Aziza a principios de los noventa encontró cabida en la compañía Sony Music y desde entonces vive en Frankfurt, Alemania.
Hoy es artista del sello Decca, con el cual sacó al mercado el disco Shamans, en el que da una vuelta de tuerca a su propia historia y presenta una colección de catorce temas interpretados a piano solo. Shamans es una obra consecuente como tal.
En muchos aspectos es representativo de los cambios que la pianista y cantante ha experimentado desde su último álbum de estudio. Ayuda ver la portada para entender la intención: la artista con el pelo suelto, los ojos cerrados, un vestido blanco. La vampiresa en proceso de convertirse en ángel, concentrándose de manera introspectiva en las voces e indicaciones interiores.
El título también tiene causas musicales. Shamans es más unívoco que sus anteriores grabaciones. Aziza se atreve a dirigir su mirada artística hacia su intimidad, de una forma que pone énfasis en las raíces de su evolución estilística. Los tracks contienen citas dedicadas a Bach y a Chopin, a su padre y a las mujeres de Azerbaiján. Se encuentran envueltas en miniaturas pianísticas caracterizadas por estallidos orientalistas.
En la actualidad la pianista disfruta de una enorme popularidad. Ha vendido cientos de miles de copias de sus álbumes en el mundo entero, cantidades que resultan astronómicas y todo un fenómeno para un material jazzístico.
Discografía mínima:
Aziza Mustafa Zadeh (Columbia, 1991), Always (Columbia, 1993), Dance of Fire (Columbia, 1995), Seventh Truth (Columbia, 1996), Jazziza (Columbia, 1997) Inspirations, Colors & Reflections (Columbia, 2000), Shamans (Decca, 2002), Contrast I (Jazziza Records, 2006), Contrast II (Jazziza Records, 2007).
VIDEO SUGERIDO: Aziza Mustafa Zadeh – Dance of Fire, YouTube (Evening Music)
*Capítulo del libro Jazz y Confines Por Venir. Comencé su realización cuando iba a iniciarse el siglo XXI, con afán de augur, más que nada. El tiempo se ha encargado de inscribir o no, a cada uno de los personajes señalados en él. La serie basada en tal texto está publicada en el blog “Con los audífonos puestos”, bajo la categoría de “Jazz y Confines Por Venir”.
Standard: Este término suele aplicarse a las canciones surgidas del ámbito popular, cuyo interés ha rebasado el momento de su lanzamiento original y, en muchos casos, la muerte de sus compositores.
Con frecuencia se trata de piezas tomadas de obras musicales, de teatro o de cine, así como del Tin Pan Alley (la fábrica de canciones asentada en Nueva York). Algunas de ellas, como «My Favorite Things», «Green Dolphin Street» o «My Prince Will Come», por ejemplo, se han llegado a identificar tanto con el jazz que sus orígenes se han olvidado.
Desde el comienzo del siglo XX el standard ha sido una canción o pieza que constituye parte obligada de todo repertorio; tema ampliamente conocido, al que se recurre con frecuencia como base para improvisar sobre seguro.
Dentro del repertorio de todos los géneros, pop, jazz, rock, soul, funk, hip hop, etcétera, hay temas que se han incorporado al idioma de todos ellos, como «Misty», «When the Saints Go Marchin’ In», «Perdido», «Ornithology», «Take Five», «‘Round Midnight», «How High the Moon», entre otras. No obstante en el Top Ten de tales cantos destaca una que ha trascendido todas las épocas: “I’ve Got You Under My Skin”.
Hacia comienzos de la década de los veinte del siglo pasado, Cole Porter comenzó a aparecer como figura de primer plano en la llamada “Era del jazz” en la Unión Americana. Sus obras habían sido representadas profesionalmente en Broadway mucho antes que las de Gershwin, Henderson o Rodgers, compositores todos de gran prestigio. Sin embargo, esos primeros esfuerzos fueron recibidos en forma desalentadora.
Luego, Porter pasó varios años en Europa. Regresó al final de los veinte e inmediatamente disfrutó de dos exitosos musicals: Fifty Million Frenchmen (o sea, “50 millones de franceses”) y Paris, cuya partitura incluía el tema “Let’s Do It” (“Hagámoslo”). Estas obras y sus partituras reflejaban el propio mundo sofisticado de su autor.
La obra Born to Dance, por su parte, presentaba la innovación, dentro de la comedia musical, de que Irving Aaronson y su banda de diez músicos, los Commanders, aparecían en el escenario en vez de estar en el foso de la orquesta. Born to Dance fue escrita en 1936, y su tema principal “I’ve Got You Under My Skin” se convirtió desde el mismo momento del estreno en una pieza clásica.
El romance y el encanto que desplegó Porter en sus letras quedó a su vez impreso en la mente de generaciones sucesivas, con trazos que evocan una estética con su implícita mezcla de night club y naive.
Muchas canciones han motivado versiones; las menos, su estandarización. Y poquísimas la sublimación de su plumaje blanco al cruzar por dicha estandarización.
El caso de Cole Porter y “I’ve Got You…” es, sin lugar a dudas, un suceso para la canción popular. Ésa que trasciende, evoca y motiva más allá de sus circunstancias.
Cole Porter capturó con sus notas y melodía la ligereza la sencillez de una pequeña obra clásica, que soporta cualquier versión, en cualquier género, como en el caso de la de Neneh Cherry, quien la inscribió en el hip hop dentro del disco Red, Hot & Blue.
VIDEO SUGERIDO: Frankie Valli & The Four Seasons – I’ve Got You Under My Skin Subtitulada en español, YouTube (Miguel Mephistopheles)
A 50 años de la aparición en pantalla de The Jazz Singer se produjo una película basada en la experiencia del jazz como fuente para la estructura dramática, la cual logró evitar todas las trampas musicales y narrativas usuales. El argumento de Round Midnight (1986, Warner’s, dirigida por Bertrand Tavernier) se basa en la relación que existió entre un jazzista estadounidense y un francés que lo idolatraba.
El saxofonista Dexter Gordon –alto, majestuoso, de carácter apacible y melancólico– interpreta con extraordinaria verosimilitud (se le nombró para un Oscar) el personaje de Dale Turner, un legendario saxofonista del bebop, un alcohólico y adicto que intenta su comeback en París.
La cinta incluye también las actuaciones significativas de Sandra Reaves-Phillips, como la cantante compañera de Gordon, que lo cuida, y Lonette McKee, en un papel con ciertas reminiscencias de Billie Holiday.
La cámara rara vez abandona a los músicos cuando tocan y logra un retrato acertado del aspecto y el sonido de la vida del jazz a fines de los años cincuenta. Herbie Hancock compuso y arregló la música, y aparece como líder de grupos entre cuyos integrantes figuran Wayne Shorter, John McLaughlin, Pierre Michelot y Billy Higgins. Round Midnight es el primer largometraje ficticio sobre músicos de jazz que toca la cuerda justa y no menosprecia la música.
Por otra parte –y cambiando de género fílmico–, el sonido tuvo un profundo impacto en las caricaturas y el jazz pareció adecuarse en forma particular al arte de la animación. Los primeros años de la era sonora dieron en este sentido las siguientes manifestaciones: Jungle Jazz (1930), Congo Jazz (1930), Blue Rhythm (1931), Ragtime Romeo (1931), Blues (1931) y The Birth of Jazz (1932). El swing parecía especialmente apropiado para los soundtracks de los dibujos animados.
La compañía cinematográfica Universal produjo la serie «Swing Symphony» en torno al piano de estilo boogie-woogie: Boogie Woogie Bugle Boy of Company B (1941, dirigida por Walter Lantz), Scrub Me Mama with a Boogie Beat (1941, dirigida por Walter Lantz), Boogie Woogie Sioux (1942, dirigida por Alex Lovy) y Boogie Woogie Man (1943, dirigida por James Culhane).
En cambio, «Puppetoons» utilizó una combinación de muñecos animados y presentaciones en vivo en Date with Duke (1947, Paramount), en la que el gran Ellington interpretó en el piano algunas selecciones de su Perfume Suite, así como en Rhapsody in Wood (1947, Paramount), que cuenta la historia del clarinete de Woody Herman, desde que formó parte de un árbol hasta convertirse en todo un instrumento.
De alguna forma, es posible escuchar a Roy Eldridge en el soundtrack de The Early Bird Dood It (1942, MGM, dirigida por Ted Avery), mientras que Bob Zurke toca en el de Jungle Jive (1944, Universal, dirigida por James Culhane) y Jack Teagarden en el de Sliphorn King of Polaroo (1945, Universal, dirigida por Dick Lundy).
Make Mine Music (1945, RKO), por su parte, es un pastiche musical de larga duración de Walt Disney, contiene una animada secuencia compuesta por manos, clarinetes y teclados de piano ondulantes, acompañados por «After You’ve Gone» en la versión del cuarteto de Benny Goodman.
Asimismo, se encuentran animaciones de vanguardia sumamente imaginativas en Boogie Doodle (1948, National Film Board of Canada, dirigida por Norman McLaren), en la que los dibujos se rasparon o pintaron directamente sobre cada cuadro de la película; el soundtrack es de Albert Ammons.
The Oompahs (1952, dirigida por John Hubley) emplea la música del grupo de Ben Pollack para contar la historia de un padre (una tuba) que se niega a permitir que su hijo (una trompeta) toque el jazz, pero en la escena final, una jam session, ambos tocan juntos.
Por lo que se refiere a Adventures of an Asterisk (1957, dirigida por John Hubley) utiliza formas abstractas animadas por la música de Lionel Hampton y Benny Carter. Sin embargo, quizá una de las caricaturas más graciosas basadas en la imaginería del jazz fue The Interview (1960, dirigida por Ernest Pintoff), en la que un músico de jazz ficticio y de mucho estilo, llamado Shorty Petterstein, es interrogado por un entrevistador bastante conservador ante un fondo musical proporcionado por el cuarteto de Stan Getz.
VIDEO SUGERIDO: The Interview – Ernest Pintoff (1960), YouTube (Daniele Grosso)
La vanguardia en el rock fue uno de los grandes estandartes en la música de la década de los sesenta y subsecuentes, y con ella se respaldaba y volvía a confirmar la aseveración visionaria de uno de los filósofos más revisitados en aquella época, el griego Platón, quien había escrito lo siguiente: “El espíritu del cambio se insinúa muy fácilmente por medio de la música, penetra de forma gradual por las costumbres y, reforzado, pasa a la vida privada, luego a las leyes y a la cosmogonía humana en general. Con grandeza debe sonar para transformarlo todo”. Con tal aseveración se alimentaba gran parte de la producción musical de 1968. Entre ella las corrientes y los subgéneros que nacían bajo el signo de la fusión.
VIDEO SUGERIDO: Paul Butterfield – Blues Band (Walking Blues – Live 1968), YouTube (Blues and Jazz Channel)
BXXI-112 1968 (V)
El año 1968 desde el comienzo tuvo movimiento (de signo tanto como de directriz) en el sentido musical. El rock, la sonoridad popular más importante surgida a mediados del siglo XX, tuvo el deseo y la sapiencia de que el futuro traería innovaciones y discontinuidades. Y, aunado a ese conocimiento, la seguridad también de que las transformaciones esenciales acarrearían con ellas polémicas encendidas y censura, lo mismo que legitimaciones hacia los hechos sociales de los que era producto. Toda corriente musical necesita del soporte social y los fundamentos históricos y artísticos para convertirse en una sonoridad de trascendencia. Y los aconteceres de dicho año se lo brindaron a raudales. No hay revolución sin música.
VIDEO SUGERIDO: The Beatles – Revolution, YouTube (The Beatles)
BXXI-113 DANIEL JOHNSTON
Daniel Jonhston fue una víctima extrema de lo que los psicólogos llaman trastorno bipolar. Es lo que hace poco se conocía como un psicótico maniaco-depresivo y antaño simplemente como un “loco”. Johnston llegó a tener más de cincuenta años y fue un artista outsider de la música, del dibujo y del video. Gracias a su obra única Daniel contó con el apoyo y la admiración de variadas personalidades del mundo de la cultura desde Matt Groening (creador de Los Simpson), Johnny Depp, Kurt Cobain, David Bowie o Tom Waits. Kobain (compañero de enfermedad y litio) incluso publicitó sus dibujos a través de estampados en las camisetas que utilizaba (la rana Jeremiah como ejemplo).
VIDEO SUGERIDO: Daniel Johnston – Devil Town, YouTube (borntodieagain666)
BXXI-114 GOOD MORNING SAIGON
En Saigón, el encuentro entre repertorios tradicionales y músicas cosmopolitas occidentales generó dinámicas culturales ligadas a fenómenos de movilidad, como la emigración de los músicos y la relación entre metrópolis vecinas. La interacción entre el progreso artístico supranacional y la tradición local generó nuevos modelos de producción y de consumo musical que determinaron cambios y por ende enfrentamientos profundos entre ideologías y políticas culturales y/o religiosas. Una realidad en la que debían convivir la tradición purista y la instantaneidad mediática y hasta las revoluciones, los estados de guerra y demás trastornos de la vida por esos lares.
VIDEO SUGERIDO: Bich Loan & CBC Band – [6] – Con Tim Va Nuróc Mat (Heart And Tears), YouTube (ThePsychedelicGomper)
BXXI-115 DR. JOHN
En el año 2012, Dan Auebach, el cantante y guitarrista de Black Keys, llamó a Dr. John para proponerle la producción de un álbum. El “galeno” aceptó. Dr. John, quien antes de graduarse en medicina vudú fuera Mac Rebennack, nació y creció en Nueva Orleáns con el sonido de su música. Por lo tanto, resulta natural que su disco Locked Down, con Auebach en los tableros, sirva para llevarnos a él y a nosotros de regreso a sus raíces. En cierto sentido se trata de una pequeña historia desde sus comienzos, allá por los sesenta (cuando firmó obras clásicas como Gris Gris y Babylon con su gran carga psicodélica), hasta este siglo con este nuevo trabajo en el que se podrá encontrar algo exclusivo de aquella ciudad.
VIDEO SUGERIDO: Dr. John – You Lie, YouTube (TheGozlanim)