LIBROS: CORRIENTES DE LO ALTERNO VOL. II

Por SERGIO MONSALVO C.

CORRIENTES DE LO ALTERNO VOL. II FOTO 1

 (TEXTOS SOBRE MÚSICA)

 “El extenso conjunto de ensayos que conforman estos dos volúmenes fue concebido para devolver a la palabra su importancia fundamental en beneficio del análisis musical cotidiano; reflejar la pasión por la búsqueda y el descubrimiento de los sonidos que componen diversas realidades, así como transmitir a la vanguardia la información sobre las expresiones artísticas que se originan en el underground, tras los límites o al margen de los canales más comerciales, y que representan otras elecciones estéticas”. (Contraportada)

CORRIENTES DE LO ALTERNO VOL. II FOTO 2

Ilustración de la portada: PELÁEZ

Corrientes de lo Alterno Vol. II

(Compilación)

Sergio Monsalvo C.

Editorial Ponciano Arriaga

Colección Ciencias Sociales

San Luis Potosí, México, 1998

 

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JAZZ Y CONFINES POR VENIR – 7*

Por SERGIO MONSALVO C.

JAZZ Y CONFINES POR VENIR (PORTADA)

 II

ELLOS VIENEN DEL LEJANO

(Y CERCANO)

ORIENTE

POR VENIR 7 (FOTO 1)

 

La historia musical jazzística del área asiática (Medio y Lejano Oriente) se caracteriza tanto por su escasez como por su pluralismo estilístico, fusión y convivencia entre grandes y pequeñas tradiciones.

Por un lado se pueden encontrar culturas musicales que han difundido, impregnado y unificado diversos y extensos territorios geopolíticos —como la civilización árabe-musulmana— y, por otro, regiones que han mantenido sus propias concepciones locales (como Japón), sin renunciar por ello a los sonidos del mundo occidental contemporáneo.

Lo que distingue y diferencia en general aquella zona del planeta es su capacidad de contener y condensar en poquísimos rasgos, aspectos significativos y valores de lo imaginario, íntimamente ligados a la identidad sociocultural.

Los representantes de todos estos mundos expresan en el presente —y con vistas hacia delante en el tiempo— la prolongación de un conjunto de caracteres hereditarios que los determinan musicalmente y que se configuran como metáforas del sincretismo actual mediante formas inter y transculturales en las que se manifiestan y definen. En ello hay un juego de modalidades que incitan a que se perciba la diversidad de voces, sentimientos, estados de ánimo y timbres instrumentales.

Sus herencias en coexistencia con las sonoridades urbanas de fines y principios de siglo se han expresado plenamente en las tensiones y contradicciones entre continuidad y cambio, al igual que en los diferentes procesos de innovación y transformación de estilos (de lo acústico a lo eléctrico), como es la situación del vietnamita Cuong Vu o de la japonesa Monday Michiru, por ejemplo.

POR VENIR 7 (FOTO 2)

Asimismo, el encuentro entre repertorios tradicionales y músicas cosmopolitas ha generado dinámicas socioculturales ligadas a fenómenos de movilidad, como la emigración de los músicos y la relación entre metrópolis continentales y diminutas zonas.

La interacción entre el progreso artístico supranacional y la tradición local ha generado nuevos modelos de producción y de consumo musical que han determinado cambios y por ende enfrentamientos profundos entre ideologías y políticas culturales o religiosas, como en el caso del árabe Rabih Abou-Khalil.

O un proceso de variaciones concomitantes cuyo aspecto más evidente es la occidentalización, entendida ésta como una manera de adecuarse a modelos musicales centroeuropeos, desde la música clásica hasta la irradiación interpretativa del jazz, como es el ejemplo de la azerbaijana Aziza Mustafa Zadeh, quien entreteje tales influencias con sus tradiciones nacionales y parámetros estéticos bien definidos.

Todos ellos son una muestra de “hipermodernidad” sin sentimientos nostálgicos, frente a una realidad en la que deben convivir la tradición purista y la instantaneidad mediática, las formas de reproducción y consumo sonoro y hasta las revoluciones, estados de guerra y demás trastornos de la vida por aquellos lares.

VIDEO SUGERIDO: Aziza Mustafa Zadeh – Gachma Gözal (Munich, 1994), YouTube (LOFTmusic)

POR VENIR 7 (FOTO 3)

 

*Capítulo del libro Jazz y Confines Por Venir. Comencé su realización cuando iba a iniciarse el siglo XXI, con afán de augur, más que nada. El tiempo se ha encargado de inscribir o no, a cada uno de los personajes señalados en él. La serie basada en tal texto está publicada en el blog “Con los audífonos puestos”, bajo la categoría de “Jazz y Confines Por Venir”.

 

 

Jazz

y

Confines Por Venir

Sergio Monsalvo C.

Editorial Doble A

Colección “Textos”

The Netherlands, 2021

 

 

 

PORVENIR 7 (REMATE)

BABEL XXI-530

Por SERGIO MONSALVO C.

 BOB DYLAN 6 (FOTO 2)

BOB DYLAN: 80 / 6

(LOS 50 DE BOB)

 

Programa Radiofónico de Sergio Monsalvo C.

https://www.babelxxi.com/530-bob-dylan-80-6-los-50-de-bob/

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BLUES: HARPER-MUSSELWHITE

Por SERGIO MONSALVO C.

HARPER-MUSSELWHITE (FOTO 1)

 LAS OLAS DEL BLUES

 El interés despertado por el British Blues, es decir, los grupos ingleses blancos (Rolling Stones, Savoy Brown, Fleetwood Mac, Chicken Shack, Ten Years After, etc., etc.) y sus contemporáneos estadounidenses (Paul Butterfield, Mike Bloomfield, Canned Heat, etc.) hacia el blues durante la década de los sesenta le otorgó al género un primer reconocimiento generacional y la posibilidad de darse a conocer masivamente.

De aquella camada de músicos y cantantes blancos surgieron los nombres de Eric Clapton, Alvin Lee, Robert Plant, Jimmy Page, Jeff Beck, Joe Cocker, Eric Burdon y hasta Rod Stewart.

A la vuelta de los años, un segundo homenaje se realizó con los músicos más jóvenes y quizá a los viejos bluesmen –los que quedaban– sí les tocó una buena rebanada del pastel financiero y el crédito justo que merecían.

De alguna manera ese segundo revival inició en varios frentes: uno de ellos fue con el álbum The Healer (de 1989) de John Lee Hooker, en el que pidieron colaborar Santana, Bonnie Raitt, George Thorogood y Los Lobos, entre otros.  Hooker después intervino en diversos proyectos:  cantó con Hank Williams Jr. en el disco Major Moves; participó en la obra musical Iron Man de Pete Townshend representada en Broadway; con Santana en su composición neoclásica para bluesero y orquesta sinfónica, y en el soundtrack de la película The Hot Spot dirigida por Dennis Hooper.  The Healer se convirtió en un éxito, cosa que no le había sucedido a Hooker desde que su canción «Boom Boom» estuvo en el número 60 en las listas de sencillos de los Estados Unidos en 1962.

Un segundo frente corrió a cargo de B.B. King.  La carrera de B.B., al cual algunos consideran el guitarrista más influyente del siglo XX, estuvo llena de baches. Su ascenso significó una larga y tenaz lucha. Hasta mediados de los sesenta tocó en forma exclusiva para públicos negros, aunque ya lo conocían los guitarristas blancos.

Influyó en igual medida en los más importantes: Clapton, Beck, Peter Green, Mick Taylor, Johnny Winter, y en sus homólogos contemporáneos como los hermanos Vaughan, Jimmy (de los Fabulous Thunderbirds) y el desaparecido y genial Stevie Ray, así como el fallecido Jeff Healey y el grupo U2.

Bono compuso «When Love Comes to Town» y contrató a B.B. King para colaborar en la grabación de la pieza y como estrella invitada para su gira de promoción del disco Rattle and Hum, realizada en los últimos años de la década de los ochenta.

La segunda celebración generacional para el blues continuó cuando Albert King aceptó una oferta para grabar con el heavymetalero Gary Moore en el álbum Still Got the Blues (1990).

Eric Clapton, por su parte, prosiguió con la empresa iniciada hace casi sesenta años, con su homenaje a Robert Johnson y colaboración con B. B. King e invitaciones a Buddy Guy para que tocara con él en algunos conciertos.

A pesar de todo esto, uno muy bien puede preguntarse por qué los blueseros negros sólo saltan a la luz pública cuando las estrellas de rock deciden que ha llegado el momento para otro revival periódico.

La culpa, sin embargo, no es de los músicos, sino del público que con su ignorancia supina, o flojera, no se decide a buscar por sí mismo a los creadores originales de esta música, la cual satisface con creces la necesidad de un contenido emocional y además con una fuerza que conmueve.

Entre los muchos revivals a que de manera regular convida la industria disquera, el del blues es quizá el que tiene mayor sentido. La historia del rock y del jazz comenzó con el blues, al fin y al cabo. Sanear el ambiente desde la composición hasta las listas de éxitos, a fin de investigar en las raíces fundamentales de esta música, no es de ninguna forma una mala idea y sirve para informar y formar a las noveles oleadas de escuchas que tanto lo necesitan.

HARPER-MUSSELWHITE (FOTO 2)

Con los álbumes realizados por Ben Harper y Charlie Musselwhite comenzó la tercera ola de tal movimiento. Sólo que ahora a la inversa y con un punto de vista diferente. El músico joven negro comparte créditos con el viejo bluesero blanco.

Charlie Musselwhite (nacido en Kosciusko, Mississippi, en 1944) es dueño de  una enorme colección de armónicas, sin saber cuántas tiene en realidad. Su historia y posesión hace de los instrumentos joyería preciosa, o dagas afiladas. Son ambas cosas y tan intensas como brillantes y simbólicas. Son sus armas frente a la vida.

Este músico creció en Memphis, y obviamente se contagió del poderoso ritmo emergido de la Sun Records (cuna de Jerry Lee Lewis y de Elvis Presley). Sin embargo, fue en Chicago, con el sello Chess Records, meca del blues eléctrico, donde colaboró entre otros pioneros con Howlin’ Wolf, Muddy Waters, Buddy Guy y, sobre todo, con Sonny Boy Williamson, su influencia mayor en el instrumento.

Musselwhite es leyenda viva del blues por sí mismo, por su alargada carrera dentro del género, e igualmente por ser uno de esos compañeros de viaje musical con los que se puede cabalgar hacia el horizonte, porque son confiables plenamente, sin ambages. Estará ahí para cualquier cosa que se necesite y en el humor que se necesite.

Es un viejo sabio (80 años a cuestas con algunos achaques propios de ello), pero que con un espíritu joven que sabrá controlar cualquier situación y siempre tendrá un plan B o C o D…y que como el lobo del cuento: soplará y soplará y la casa derribará.

También en Chicago entabló amistad con John Lee Hooker, quien se encargó de presentarle al joven Ben Harper, sugiriéndoles desde ese momento que hicieran algo juntos.

Harper (nacido en Pomona, California, en 1969), ya había mostrado su voz aterciopelada y su gran habilidad instrumental en álbumes como Welcome to the Cruel World, Burn to Shine y Diamonds on the Inside, con las que se erigió, a fines de los años noventa y principios del siglo XXI, como un nuevo pilar del rhythm and blues al cual había mezclado con elementos del folk, del rock y del soul.

Musselwhite, a quien nunca le ha gustado la nostalgia y con cada disco apunta su valor de actualidad, aceptó la reunión y en dos obras (Get Up!, publicado en 2013, y No Mercy in this Land, del 2018) enseñaron que, además de constituirse en un binomio musical formidable, representaban la alianza y simbiosis del blues entre dos apasionados musicales de generaciones distintas.

Estos discos emanan tanto el blues de vieja escuela, el de aquellos discos de mediados del siglo pasado, pero igualmente el más contemporáneo del siglo XXI.  La mancuerna, pues, manifestó tener un pie en la tradición y otro en la actualidad.

Tras la colaboración con Harper, Musselwhite lo ha hecho también con otros músicos como Tom Waits, Eric Clapton o Bonnie Riatt.

Musselwhite, en las entrevistas que le han hecho luego de estas publicaciones,  se ha puesto a meditar sobre el género. Su veteranía le ha dado la posibilidad de asumirlo con una perspectiva histórica: “El blues es una comunidad, una filosofía vital que condujo los relatos de todo un país en construcción. Es un sentimiento y, como tal, es una música que se ha hecho universal. Nuestro propósito en estos discos se basa fundamentalmente en mantenernos fieles a ese propósito sentimental”, ha comentado el armoniquista, mientras que Harper ha sentenciado, por lo tanto, que en su álbumes conjuntos “El blues es una celebración”, una que sin lugar a dudas festeja la tercera ola de su acontecer histórico.

VIDEO SUGERIDO: Ben Harper & Charlie Musselwhite “Movin’ On” @ La Cigale – 17-04-2018, YouTube (indiegilles)

HARPER-MUSSELWHITE (FOTO 3)

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BABEL XXI – SINOPSIS (17)*

Por SERGIO MONSALVO C.

BABEL XXI (FOTO 1)

 (81-85)

SINOPSIS 17 (FOTO 2)

 BXXI-81 BEBEL GILBERTO

Bebel Gilberto logró lo que en Brasil se le había negado, la identidad particular, un nombre dentro de la escena a la que temerariamente se había incorporado desde niña (por ser hija y pariente de artistas icónicos y famosos en el medio). ¿Y cómo lo logró? Con dos elementos: la sencillez y la mezcla, la mejor química para nuestro tiempo. Se acercó a las piezas inmortales brasileñas, sus raíces en la bossa nova, reinterpretándolas con un sofisticado, elegante y discreto uso de la electrónica. Su muestra de ejemplar sencillez es una que parece estar siempre al alcance de los mejores músicos brasileños. Sus álbumes desde entonces son parejos y homogéneos en sus conceptos.

VIDEO SUGERIDO: Bebel Gilberto – Tanto Tempo Live 8/17/11, YouTube (TheVescobar)

SINOPSIS 17 (FOTO 3)

BXXI-82 JEFF BECK

Los rumbos estéticos por los que ha transitado Jeff Beck sólo él los ha dirigido, sin mirar jamás a las listas de popularidad o a las modas. En el sonido de su estilo radica en mucho la esencia de este músico fantástico. A Beck no le interesa tocar rápido ni presumir su magisterio, aunque tendría la capacidad y el derecho legítimo de hacerlo. En el entarimado de hoy, la guitarra ocupa, desde luego, el centro de la atención, pero como intérprete se pone al servicio de las canciones del homenajeado: Les Paul. Su técnica y virtuosismo nunca se convierten en un fin en sí mismo. Jeff, prefiere experimentar en cada tema con estructuras y ritmos contemporáneos a Paul, más que con escalas y efectos especiales.

VIDEO SUGERIDO: JEFF BECK ROCK’N’ROLL PARTY HONORING LES PAUL 2010, YouTube (nika194530)

SINOPSIS 17 (FOTO 4)

BXXI-83 THE MOSAIC PROJECT

 

Las mujeres dentro de la música sincopada, con todas sus formas contemporáneas y sus alquímicas combinaciones, comparten de cara al futuro el lenguaje común de la improvisación y la flexibilidad armónica y rítmica al experimentar con las ideas sociales desde diversos puntos de vista estéticos. Su conjunción representada en The Mosaic Project es una de las propuestas creativas más emocionantes en el mundo del jazz actual, un mundo que aguarda siempre  mayores exploraciones y menos purismos anodinos o manidos clichés. Gracias a Terri Lyne Carrington, a su concepto y convocatoria, los escuchas serán testigos de una expresión tan afirmativa como inusual y enriquecedora.

VIDEO SUGERIDO: Terri Lyne Carrington, The Mosaic Project, YouTube (gd1008)

SINOPSIS 17 (FOTO 5)

BXXI-84 ROBERT WYATT

 

Con cada disco, Robert Wyatt confirma ser un género en sí mismo y su voz (en tres idiomas: inglés, italiano y español), un fenómeno al que el japonés Ryuichi Sakamoto ha definido como “el sonido más triste del mundo”. El canto de Wyatt continúa siendo ese lamento ahogado y quebradizo que habla de reflexiones sobre el amor y la pérdida, de la vida y la identidad, de la intimidad del artista. Un raro acontecimiento en el andar cotidiano. La obra de este músico es un fresco ejemplar de la existencia contemporánea plagada de desencuentros, fanatismos religiosos, estupidez política, y a la que trata con la sinceridad de siempre y de manera por demás descarnada.

 

VIDEO SUGERIDO: Robert Wyatt – At Last I Am Free, YouTube (Sparkeezy)

SINOPSIS 17 (FOTO 6)

BXXI-85 JOJI HIROTA

Con el inicio del siglo XXI, los artistas nipones han comprendido que la preservación cultural no es ir contra el mundo sino con su corriente. Y la corriente contemporánea es la globalidad en su mejor acepción: la de compartir. En este sentido es que surgen artistas como Joji Hirota, quien a través de su música hace que se capten la gracia rítmica, la elegancia, espiritualidad y pompa ceremonial del Japón ancestral. Hirota evoca con su obra toda una historia musical, de manera fundamental con el uso de la shakuhachi, una flauta de bambú con un hermoso sonido de cualidades etéreas. Su discografía lo muestra con una voz bella y expresiva en tal instrumento, e igualmente como un maestro en los tambores taiko.

VIDEO SUGERIDO: Joji Hirota – Solan-Bushi, YouTube (Joji Hirota – Tema)

 

 

*BABEL XXI

Un programa de:

Sergio Monsalvo C.

Equipo de Producción: Pita Cortés,

Hugo Enrique Sánchez y

Roberto Hernández C.

Horario de trasmisión:

Todos los martes a las 18:00 hrs.

Por el 1060 de AM

96.5 de FM

Online por Spotify

Radio Educación,

Ciudad de México

Página online:

http://www.babelxxi.com/

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ROCK AND ROLL LXX – 70’s (II)

Por SERGIO MONSALVO C.

R & R LXX (III) 2A PARTE (FOTO 1)

 (70’s/II)

 SEGUNDA PARTE

La aventura allende el Atlántico de los proto punks como New York Dolls, primero, y de los Ramones, después, sembraron el germen de lo que en muy poco tiempo explotaría por las tierras de Albión: el punk británico, que encontraría en dicha geografía el mejor caldo cultivo dado el contexto social, político y económico que se vivía por entonces en tal lugar.

La victoria electoral de Margaret Thatcher al final de la década fue la culminación de una estrategia de marketing político de un conjunto de publicistas muy bien financiados por el partido de tal señora, que lograron desplazar el sentido común de la mayoría social hacia la defensa del neoliberalismo, con el resultado de una clausura ideológica completa.

La campaña orquestada por el Partido Conservador se impuso como objetivo destruir la cultura obrera que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial había apoyado el Estado, con la solidaridad necesaria en los años de racionamiento. Los sindicatos eran fuertes y los subsidios y el proteccionismo habían creado una sociedad menos injusta y desigual, pero lastraban la competitividad de los productos ingleses, según los políticos.

El neoliberalismo acabó con todo eso. También destruyó la cohesión social. Dicha sociedad se convirtió en una de las más desestructuradas de Europa. El recorte de impuestos a los ricos, la venta de recursos públicos, las trabas a la seguridad social, el debilitamiento de los sindicatos, etcétera, todo eso se quiso hizo pasar como “la normalidad”, pero los entendidos hablaron de la desigualdad como una epidemia que devastaba el cuerpo social.

En sus orígenes el punk británico fue un fenómeno musical y social que se manifestó a mediados de los setenta como reacción contra el pop artificioso, la vacua moda Disco y el onanismo del rock progresivo y metalero, emparejado con el descontento social de una nueva generación, en un país atormentado por la conciencia de clases y por el retroceso económico.

Con orgullo y la capacidad para burlarse de sí mismos, los punks adoptaron tal término para denominarse. Así como la decisión de no permitir que los ricos se apropiaran del mundo, comenzando por el rock, el vehículo de la identidad, cuyo espíritu había dejado de pertenecer a los Rolling Stones, Genesis o Led Zeppelin. Descubrieron que era mucho más divertido tocar en el bar de la esquina: Hacerlo uno mismo (con el ejemplo del Pub rock, con Dr Feelgood o Eddie & The Hot Rods).

El movimiento punk fue un combate contra el sistema, la sociedad y el orden establecido (por ello se afirmó como el heredero más directo del dadaísmo). Sin embargo, en lugar de salir a la calle para vociferar y pelearse con la policía, prefirieron empuñar las guitarras. A eso se le llamó provocación. Con su insistencia en los estándares bizarros y desdeñosos el punk despedazó la máscara de la cultura dominante e implantó la suya: la de quienes padecen una economía destructiva.

Dicha reacción se expresó a través de una música que partió de su forma más sencilla: el rock and roll (al igual que en 1951 y en 1963). Salvaje, enardecido, enérgico y provisto de textos contra la autoridad y la opresión, y distanciados de la industria discográfica.

En el pasado, los fans del rock and roll, en el contexto exclusivo de la revuelta juvenil, siempre consideraron al género como un fin en sí mismo (denunciando la educación, la brecha generacional, la unidimensionalidad de la vida, la guerra, las prohibiciones al sexo, a las drogas, la censura a los actos libertarios e individualistas). No enfocaban, aún, cuestiones de justicia económica, igualdad social, tiranía estatal o de rechazo estético.

R & R LXX (III) 2A PARTE (FOTO 2)

De ahí la condena expresada por los punks  contra lo establecido y puesto que eran creyentes del género tocaron rock, pero reduciendo la música a los elementos primarios, esenciales, de velocidad y ritmo, con un regocijo enloquecido de ruido y furia al que nadie había llegado anteriormente. Utilizaron el rock como antídoto contra su estrellismo.

Desde luego no faltó la imagen “escandalizadora”.  El  slogan “No Future” fue una queja muy realista durante esta era punk que comenzó por cortarse el cabello para no ser confundido con un fan de Pink Floyd o Black Sabbath; se le tiñó de colores y se moldeó cruelmente a tijeretazos para no serlo con los de los Bee Gees, Travolta o de la Disco. La zanja quedó abierta.

Fue su señal de un pensamiento libre, así como la ropa desgarrada, el cuero negro, las insignias, los seguros, los piercings y la parafernalia sadomasoquista, pero mayor importancia revistió la mentalidad prevaleciente del “Hazlo tú mismo” (DIY), que por medio de expresiones tangibles como fanzines, antros alternativos y disqueras independientes tuvo consecuencias enormes en aquel entonces y para la posteridad, los cuales a la larga constituyeron la verdadera fuerza de esta explosión de caos y rebelión.

Este aspecto del punk devolvió un poco de poder a los artistas, echó a andar la descentralización de la industria musical, la democratizó y estimuló el trabajo autónomo y la creatividad. De esta manera, la corriente aseguró su permanencia y transformación en la contracultura activa con muchas vertientes posteriores, antes de que su primera ola se hiciera pedazos por su propio carácter anárquico, descontrolado y por ello sumamente vulnerable.

Los pioneros de la primera hora (The Damned, Sex Pistols, The Clash, Buzzcocks, The Stranglers, The Adicts, Sham 69, entre otros) se convirtieron en los emblemas de un movimiento que, en forma subterránea y a través de coloridas etapas (que incluyeron al reggae en principio), continuó su desarrollo hacia una subcultura dentro de la cual han podido subsistir, una al lado de la otra, con interpretaciones variadas y muy distintas entre sí del concepto punk.

Éste reveló rencores, temores, odios y deseos tan intensos que su aparición amenazó la legitimidad del orden social y descubrió su tiranía. ¿A dónde quería llevar la revuelta preconizada por él? A destituir a la reina Elizabeth y su régimen, que privilegiaba a los ricos. Nunca se le difundió por la radio ni por la televisión.

Dejaron muy en claro que su ataque musical representaba sólo un medio instintivo que contenía otro mucho más perturbador: contra todo lo institucional, contra el sistema de clases como mixtificación tras el capitalismo y, finalmente, contra la noción misma del progreso como la mixtificación última tras la sociedad occidental de la era postindustrial.

El rock (a través de sus distintas manifestaciones) nunca ha pretendido sostener una verdadera revolución, aunque a menudo exhorta a la insurrección. Como todo arte, no es más que el reflejo, la expresión de una realidad. Un medio. Una voz. Un instrumento, que como el punk, en este caso, lo hizo en los años setenta.

VIDEO SUGERIDO: Sex Pistols – Anarchy In The U.K, YouTube (Canal de BoPTePegar)

R & R LXX (III) 2A PARTE (FOTO 3)

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LIBROS: ARTE-FACTO (I)

Por SERGIO MONSALVO C.

ARTE-FACTO I (PORTADA)

 EL ROCK DEL RIZOMA

 Una de las aportaciones del rock a la cultura ha sido la de conectar a quienes trabajan en toda actividad estética y con ello creado sonidos, canciones o álbumes afines y alianzas artísticas en todo el mundo. Y lo ha hecho ya sea en un disco, en un track en particular o en la escenografía de un concierto. Ha conectado con aquellos que se han pasado la vida resolviendo sus misterios o belleza en alguna de sus formas, dentro de sus disciplinas individuales o conjuntas (humanistas o científicas), ya sea influyéndolos o siendo influido por ellos.

El resultado de tal encuentro ha producido sonoridades capaces de sacar al escucha de sí mismo y conducirlo a diversas dimensiones mentales, reflexiones existenciales o sensaciones en movimiento. Las obras creadas en este sentido son Arte-Factos culturales, aventuras en el microtiempo, las cuales requieren de la entrega a un flujo musical que enlaza una nueva expansión del quehacer humano con la experiencia auditiva en las diferentes décadas, desde mediados del siglo XX hasta el actual inicio de la tercera decena del XXI.

El arte es la utopía de la vida. Los músicos rockeros de nuestro tiempo no han cesado en su tarea de acomodar la práctica musical a una búsqueda imparable de tales adecuaciones. La indagación sonora adquiere, en este contexto, un nuevo significado: no es mera búsqueda expresiva, sino persecución de horizontes culturales nuevos para un público en mutación, que exige de lo musical apreciaciones vitales, rizomáticas, en relación con sus exigencias estéticas y vivenciales.

 

 

*Introducción al volumen Arte-Facto (I), de la Editorial Doble A, cuyo contenido ha sido publicado de manera seriada en el blog Con los audífonos Puestos bajo esa categoría.

 

 

Arte-Facto (I)

Sergio Monsalvo C.

Editorial Doble A

Colección “Textos”

The Netherlands, 2021

 

 

CONTENIDO

Albert Wertheimer – El Testimonio

Amy Winehouse – La cantante expuesta

Anton Corbijn – Imagen con fondo musical

Banksy – Is Coming To Town

Bauhaus – Construcción de la imagen

Béatrice Ardisson – París (Imago Noctívago)

Cabaret Voltaire – La cuna Dadá

Chingón – El vocablo identitario

Don Van Vliet – Navegar el autoretrato

Tsukioka Yoshitoshi – La Luna como testigo

 

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ELLAZZ (.WORLD): VIKTORIA MULLOVA

Por SERGIO MONSALVO C.

ELLAZZ (.WORLD) VOL. I (PORTADA)

 CRUCE DE MUNDOS

VIKTORIA MULLOVA (FOTO 1)

 Los mundos del jazz y de la música clásica a veces se cruzan, a veces se rechazan, pero han caminado de manera paralela durante el último siglo. Son mundos con sus propias historias, leyendas, mitología y obras maestras; con personajes que han vivido el éxito y la aclamación lo mismo que el nulo o tardío reconocimiento por su quehacer en tal labor de mezcla llamada Jazz Progresivo. Hablar de este fértil campo musical resulta apasionante y aleccionador.

Representante de ello es Viktoria Mullova, una auténtica estrella como intérprete del violín clásico contemporáneo, quien ha traído a dicha escena musical aires frescos y renovados entusiasmos así como caminos y puentes hacia otros géneros, como el pop y el jazz.

Los aficionados de los géneros clásico y jazzístico al incursionar por primera vez en dichos terrenos reciben impresiones fuertes, determinantes para toda la vida. Si se les llega a preguntar sobre sus acercamientos a dichas músicas, juran y perjuran que esa primera vez les causó una emoción tan fuerte que sienten que lo que habían experimentado hasta aquel momento no había sido nada comparado con ésa.

En los escuchas de ambos géneros el gusto les ha dejado una huella mucho más profunda que cualquier cosa que hayan oído antes. Y seguramente es verdad, porque así deben ser las aficiones: definitivas y siempre en incremento. Estas sensaciones vuelven cada vez que se presenta la oportunidad de escuchar la música.

Conforme el jazz se ha ido estableciendo de manera firme en los círculos académicos y en las salas de conciertos en distintos lugares del mundo –al igual que los compositores del departamento clásico han ido contando con las facilidades para integrar a su gusto agrupaciones orquestales y arreglos al estilo jazzístico, para una danza o la dirección musical en una obra de teatro —, muchos de los resultados obtenidos con la libertad creativa se han aproximado entre sí: adaptando los cartabones de la música clásica a los del jazz de formato extendido.

Existen ya ejemplos tanto espectaculares como sutiles —ocultos estos últimos en subterfugios de la más variada índole— de compositores clásicos que incorporan las formas e influencias del jazz en sus obras sinfónicas y de cámara. Ambas cosas son un hecho.

¿Se tratará acaso de que los dos géneros musicales se han acercado hasta el punto de tocarse constantemente, conforme pasa el tiempo? ¿Existirá ya alguna especie de herencia genética para enriquecer sus respectivos campos del uno con el otro? Los puristas de los dos bandos ya han acusado síncopes y desmayos por esta sospecha.

Sin embargo, es tangible que la actitud y la atmósfera engendrada por la academia y por la sala de conciertos  han despertado las tendencias “clásicas” latentes en algunos compositores de jazz y, al mismo tiempo, la envidia por el blues, el swing y la improvisación en los compositores clásicos. Muestras las hay de sobra y al parecer la fusión en este sentido, al igual que con otros muchos géneros y corrientes, es una circunstancia estética e histórica irreversible y en pleno desarrollo, mientras los purismos son lacras en extinción.

Según el saxofonista noruego Jan Garbarek, el jazz cerró un círculo junto al siglo XX y abrió otro con el nuevo. Don Cherry fue quien en su momento indujo a este músico a integrar el folclor y la música académica escandinava en su música. “Eso cambió mi relación con ella de manera radical y determinante —ha dicho Garbarek—. Las influencias más importantes en la música sincopada de hoy no proceden de ella; sin embargo, el jazz posee la fuerza suficiente para asimilar dichas influencias y mantenerse fiel a sí mismo”.

Ralph Towner, uno de los músicos más respetados del medio y fundador del grupo Oregon, cuenta con una formación clásica sólida como compositor y guitarrista, y la aplica al jazz progresivo sin empacho alguno. Este proceder es muy fructífero y con todo un mundo nuevo por recorrer. La autenticidad no se pierde, al contrario, aumenta la interrelación de los sonidos. Con ello surgen nuevas categorías y la positiva sensación de que las cosas, como debe ser, se encuentran en movimiento.

La intérprete rusa Viktoria Mullova forma parte de ese movimiento. Es una violinista extraordinaria que aporta un estilo muy particular a sus interpretaciones. Se ha distinguido en sus conciertos por su capacidad para establecer un vínculo de empatía con el público. Egresada del Conservatorio de Moscú ha colaborado como solista con las mejores orquestas y directores del mundo con una lista interminable de referencias (la Sinfónica de Montreal, de San Francisco y de la Radio Bávara, entre otras). Y, además, es líder de su propio grupo de cámara.

VIKTORIA MULLOVA (FOTO 2)

Mullova realizó sus estudios iniciáticos en la ya mencionada Escuela Central de Música de Moscú y en el Conservatorio de la misma ciudad, de donde es originaria.

Su virtuosismo instrumental, dinamismo y curiosidad artística la han llevado a explorar todas las posibilidades que le brinda el violín (es poseedora del famoso Stradivarious conocido como “Julius Falk”, construido en 1723), diversificando su repertorio a través de grupos formados por ella: el Mullova Chamber Ensemble (dedicado a Bach) y la Orchestra of the Age of Enlightenment (que tiene como proyecto la obra de Mozart al igual que del pop, con la de los Beatles, sobre todo, y el jazz).

La dirección de Mullova en estos grupos es ejemplar, grácil, animada y proporciona una versión “moderna”, en términos de sonido y estilo. Su trabajo con la Orchestra, como solista y directora en la ejecución de las obras de Mozart, por ejemplo, ha resultado muy exitoso.

La Ice Queen, como se le conoce en el medio musical, atrajo la atención cuando en 1980 obtuvo el Primer Premio en el Concurso Sibelius realizado en Helsinki. Un par de años después se hizo acreedora a la Medalla de Oro en el Concurso Tchaikovski de Moscú, el cual incluye interpretaciones originales tanto de compositores barrocos (Bach) como clásicos (Mozart).

Junto a otros músicos jóvenes que comparten sus mismas ideas musicales fundó como ya se apuntó el Mullova Chamber Ensemble, formación con la cual debutó durante una gira por Italia en 1994. El disco dedicado a los conciertos para violín de Johan Sebastian Bach, por parte de éste corroboró las capacidades para dar nueva vida a música antigua.

Asimismo, inquieta por naturaleza, Viktoria Mullova fundó también otra agrupación en el año 2000, con la cual se presenta como directora y solista. Se trata de la ya mencionada Orchestra.

El primer disco de la Orchestra bajo su influjo retomó los Concertos 1, 3 y 4 de Mozart, quien los escribió en Salzburgo entre 1773 y 1775. Escuchados con sus versiones, estos Concertos adquieren una enjundia inusitada, fantasía, flexibilidad rítmica y expresividad. La Orchestra les proporciona un tejido transparente y detallado con un acabado final de sorprendente y delicada ligereza.

Posteriormente la violinista exploró un nuevo camino en su universo musical mediante un concepto al que tituló “new classical”, el cual quedó plasmado en el álbum Through the Looking Glass, en el que incluyó arreglos de obras de Miles Davis (“Robot 415”, con sus cinco movimientos), Duke Ellington (“Ad Lib on Nippon”), Joe Zawinul (“The Pursuit of the Woman with the Feathered Hat”), Erroll Garner (“Misty”) y Jaco Pastorius (“Teen Town”), entre otros.

 

El jazz está cambiando y en el curso del proceso de abrirse a otros estilos ha dejado de ser jazz, según los apocalípticos, pero para los integrados ha expandido sus horizontes y es más jazz que nunca. En la música vivimos ya en el tiempo de las mezclas.

Nadie en su sano juicio saldría a batirse para defender la virginidad y pureza de ningún género. La confrontación entre las músicas del mundo (populares y académicas) y la presencia constante de éstas, ha redundado en una relación muy diferente con la música en general.

Resultaría inconcebible en la práctica que alguien decidiera no escuchar otra cosa durante toda su vida que un solo tipo de música. Sería como una autodestrucción. Oír la obra de la Mullova, en este sentido, es brindarse la oportunidad de ensanchar las referencias personales.

Para la realización de Through the Looking Glass, Viktoria Mullova invitó a colaborar al jazzista británico Julian Joseph (pianista, clarinetista, baterista, cantante), un egresado de Berklee que ha trabajado con gente como Branford Marsalis, Courtney Pine y George Coleman, por mencionar algunos.

Los arreglos de todos los temas fueron escritos en especial para ella por el compositor y cellista Matthew Barley (su actual esposo), combinando la pureza de su sonido, su vitalidad rítmica y su afamada técnica con una muy buena y calculada espontaneidad.

VIDEO SUGERIDO: Viktoria Mullova – Garner: Misty, YouTube (Viktoria Mullova)

VIKTORIA MULLOVA (FOTO 3)

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BABEL XXI – 528

Por SERGIO MONSALVO C.

BXXI-528 (FOTO)

RETRATO DEL ARTISTA CACHORRO

(LIBROS CANÓNICOS 28)

 

Programa Radiofónico de Sergio Monsalvo C.

https://www.babelxxi.com/528-retrato-del-artista-cachorro-libros-canonicos-28/

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