BIBLIOGRAFÍA: LA MUERTE Y SUS CRIATURAS

Por SERGIO MONSALVO C.

LA MUERTE Y SUS CRIATURAS (FOTO 1)

(FRAGMENTO)*

“Desde hace siglos, la melancolía ha proyectado una sombra gigante sobre el arte. La poesía, escultura, pintura, novela, música han creado monumentos impresionantes a tal sentimiento, con toda una corriente subterránea dirigida a exaltar la tristeza de este mundo: el weltschmerz romántico, como lo atestigua el concepto estético que declaró al dolor espiritual como parte esencial de lo poético.

“Hoy en día, quizá ellos —los hacedores de los géneros musicales del dark wave, ethereal, illbient, gótico, bluepop, spiritual trance, ambient retro, simphonic metal o alguna variedad de la música atmosférica, entre otras— se asuman en el eco, en la súplica poética por la vida extraterrena, en el anhelo irrestricto y exigente de otra realidad sobrenatural.

“Quizá ellos lo perciban, y lo hacen por esa sombría avenida donde como músicos deambulan mascullando sus tristezas. Quizá de cualquier manera tengan que emprender la vagancia imaginaria alrededor de sus desiertos cotidianos, gritando su desesperanza. A veces juegan a la música distrayendo la pena. La certeza de que la vida no significa nada, de que todas las cosas hechas por ellos en el intento de parecer productivos no tienen ningún valor en la vida, los llevó, armados de un fuerte nihilismo, a una búsqueda interior, para explorar quiénes son y quiénes desean ser…”

*Fragmento del libro La Muerte y sus Criaturas, publicado en la Editorial Doble A. El CD que acompaña este texto se compone de la versión sonora que hizo Will Lagarto sobre el mismo, con su proyecto musical Las Brujas.

LA MUERTE Y SUS CRIATURAS (FOTO 2)

La Muerte y sus Criaturas

Sergio Monsalvo C.

Las Brujas/Will Lagarto

Editorial Doble A/ISY Records

Colección 2×1 (Words & Sounds)

Título número 1

The Netherlands, 2007

LA MUERTE ( EX LIBRIS)

PUNK-10

Por  SERGIO MONSALVO C.

PUNK 10 (FOTO 1)

THE FUTURE (DO IT YOURSELF)

Solventado el asalto sorpresa, los pioneros punks de la primera hora se convirtieron en los mártires de un movimiento que, en forma subterránea y a través de coloridas etapas, continuó su desarrollo hacia una subcultura dividida y delimitada, dentro de la cual han podido subsistir una al lado de la otra interpretaciones muy distintas entre sí del concepto punk, tanto en cuanto a la dirección musical como al contenido y las características externas.

El elemento que las une es en la actualidad, además de su condición de vida, la verdadera herencia de la revuelta original del punk: su funcionamiento único como alternativa independiente y por completo autosuficiente frente a la industria establecida.

El punk reveló rencores, temores, odios y deseos tan intensos que su aparición amenazó la legitimidad del orden social y descubrió su carácter tiránico, de la misma manera en que la clasificación escabrosa de la música de los Sex Pistolsamenazó la legitimidad del rock del mainstream y reveló su carácter tiránico.

Uno de los legados más importantes del punk se expresa con tres palabras: Do it Yourself (“hazlo tú mismo”). A principios de los años ochenta, las compañías disqueras independientes se multiplicaron y durante las décadas siguientes brindaron una oportunidad a nuevos grupos de los que nadie había oído jamás. Productos de una escena alternativa activa y prolífica, Nirvana y Sonic Youth, por ejemplo, grabaron sus primeros discos en este entorno.

Herederos directos de cierta visión de la música, un buen número de estos grupos rondaron la cabeza de las listas en las últimas décadas: Green Day, Smashing Pumpkins, Rancid, Offspring, Foo Fighters, NOFX, Pearl Jam, Soundgarden, L7, Pixies, Dinosaur Jr, Husker Dü y Sick of  It All, entre otros. Y, actualmente, gente como Black Lips, Boggs, Correcto, Helen Love, Wendy James, The Mae Shi, etcétera.

PUNK 10 (FOTO 2)

La gran moda punk no costó casi nada y dio a conocer a los inconformes, porque ¿a dónde quería llevar la revuelta preconizada por Sham 69, los Pistols o Clash —que sin duda sigue siendo el mejor grupo de esa época, tanto por su extraordinaria discografía como por su actitud y relativa longevidad—? A destituir a la reina Elizabeth y su régimen, que privilegiaba a los ricos.

Fue el regalo que se le deseaba presentar en el año de su Silver Jubilee, sus 25 años de reinado pomposo. Por todas partes, los graffiti anunciaban la tónica: “Stuff the jubilee«. Y Rotten bramaba: “God save the Queen and the fascist regime/ It made you a moron”. Crimen de lesa majestad. Nunca se difundió por la radio ni por la televisión.

De tal manera, dejaron muy claro que su ataque contra el vacío del rock representaba sólo un medio instintivo para un ataque mucho más perturbador contra el sexo como la mixtificación tras el amor, contra el amor como la mixtificación tras la familia, contra la familia como la mixtificación tras el sistema de clases, contra el sistema de clases como la mixtificación tras el capitalismo y, finalmente, contra la noción misma del progreso como la mixtificación última tras la propia sociedad occidental de la era postindustrial.

Estas cuestiones —y hubo muchísimas más— resultaron en una tensión extraordinaria, una excitación sostenida, una rasgadura social con un torrente de música memorable, un desfile de héroes, mártires, traidores y fraudes y una oportunidad casi ilimitada para el arte popular.

No obstante, se trató del tipo de revuelta que se asfixia bajo sus propias contradicciones, destinado a rebasar los alcances del cálculo y la maquinación que le permitió cobrar autenticidad. Quizá la única ironía verdadera de toda la historia fue que, al final, todo concluía en el rock and roll: nada menos y nada más.

El rock (a través de sus distintas manifestaciones, el punk, en este caso) nunca ha pretendido sostener una verdadera revolución, aunque a menudo exhorte a la insurrección. Como todo arte, no es más que el reflejo, la expresión de una realidad. Un medio. Una voz. Pero, ¿acaso en comparación con él han tenido los líderes políticos alguna vez el poder de cambiar al mundo? ¿De cambiar a la gente? Los punks sí.

VIDEO SUGERIDO: The Clash – White Riot (Official Video), YouTube (The Clash)

PUNK 10 (FOTO 3)

PUNK (REMATE) (3)

BABEL XXI-497

Por SERGIO MONSALVO C.

BXXI-497 (FOTO 1)

“NOTHING ELSE MATTERS”

(METALLICA)

Programa radiofónico de Sergio Monsalvo C.

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LOS EVANGELISTAS: BILL HALEY

Por SERGIO MONSALVO C.

BILL HALEY (FOTO 1)

SPANISH TWIST

A Bill Haley le gustaba mirar al cielo. Lo hacía de niño en su natal Michigan y luego en Pensilvania, cuando su familia tuvo que emigrar debido al azote de la Depresión en los Estados Unidos.

Miraba al cielo desde el techo de su casa para paliar el hambre que sentía, para distraer el estómago. Observaba la luna y las estrellas, las fugaces que en aquel entonces se podían distinguir claramente.

Fue una costumbre que se le quedó durante el resto de su vida, y donde estuviera, con un vaso en la mano, primero, y con una botella  a la postre, les preguntaba dónde se había extraviado su mente.

La astronomía siempre estuvo ligada a él desde el principio hasta el fin y la posteridad.

Cuentan que cuando estuvo en México, donde pasó largas temporadas y siempre era bienvenido, y cuando las oscuridades del alma lo embargaban, sus amigos mexicanos lo llevaban a que lo tratara una curandera cerca de Cuernavaca.

La primera vez que lo vio le dijo que era un querubín, por su cara angelical y rolliza, le dijo que el suyo no era este mundo sino otro, diferente, y que ahora estaba en este por equivocación y por eso vivía con el dolor de la nostalgia y por eso miraba al cielo en busca de su hogar perdido.

Ella, le dijo, no sabía cómo regresarlo pero sí paliar un poco su dolor y le recetó hierbas y bebedizos para hacerlo. Bill estuvo en calma durante ese periodo en México, muy activo y actuando entre dos aguas: el rock and roll y el twist.

Fue con el primero que llegó al país, invitado al festejo de un aniversario del diario Excelsior (“El periódico de la vida nacional”), donde se presentó en el edificio de la Lotería Nacional que estaba ubicado en una de las esquinas de las avenidas Reforma y Juárez, en el centro de la capital.

Bill Haley & His Comets actuaron en una pausa antes de sortear los premios más importantes de aquel festejo periodístico. Cosa que se tuvo que postergar porque terminada su actuación el público no lo dejaba ir pidiéndole más y más rock and roll.

La trasmisión que se hacía por la televisión en blanco y negro tuvo que cortar la señal, y el público de las pantallas chicas se tuvo que quedar con las ganas de seguir oyendo a aquella banda.

El auditorio de la Lotería, en cambio, era una olla de vapor literalmente a causa de la música las palmas, el baile, el festejo se extendió puertas para dentro. La compañía discográfica Orfeón ni tarda ni perezosa le ofreció un contrato de grabación.

Bill Haley y sus Cometas (nombre con el que se les conoció en Latinoamérica) decidieron quedarse en México porque en La Unión Americana su popularidad había sido opacada por Elvis Presley y Little Richard (más salvajes y más jóvenes).

De este modo llegaron a un acuerdo con el sello Orfeon Records y obtuvieron un inesperado hit con «Twist Español» (“Spanish Twist”), una pieza cantada en español por la banda a ritmo de twist, el cual se encontraba de moda en ese momento. El tema se convirtió en el más vendido de la historia mexicana junto a “Florida Twist” también de ellos mismos.

Aunque Chubby Checker era en esos momentos el rey indiscutible del twist en los Estados Unidos, Europa y Asia, Bill Haley y sus Cometas se erigieron en los monarcas del twist en México y América Latina. Gracias al éxito de «Twist Español» y «Florida Twist», entre otros, la banda se mantuvo al tope de las listas de popularidad del río Bravo hasta Punta del Este durante los años siguientes, donde la banda consiguió el reconocimiento de ser los iniciadores del baile de moda por aquellos lares.

Haley, pues, permaneció en México y se presentó en la televisión y en el teatro de variedades  regularmente (Teatro Follies). En la televisión apareció en muchas emisiones del popular programa Discoteque Orfeón a Go-Go.

BILL HALEY (FOTO 2)

VIDEO SUGERIDO: 001 Bill Haley – La Tierra de las Mil Danzas – Discoteca Orfeon A Go-Go, YouTube (Salva Moreno)

Ahí, Haley tocaba “Florida Twist” y “Spanish Twist”, pero también “La Paloma”, “Adiós mi chaparrita”, “Negra Consentida”,  y otras canciones mexicanas bajo el manto del nuevo ritmo.

Lo hacía entre los jóvenes grupos del emergente rock hecho en México, las chicas a go-go, los disparates de los presentadores y las risas y gritos grabados.

Después de muchas presentaciones y muchos discos hechos para aquel sello, Haley y sus Cometas se fueron de nuevo a rodar por el mundo. Bill recayó en sus brumas, comenzó a beber más y a tener una conducta cada vez más errática.

Durante diez años permaneció más o menos así hasta que a mediados de los setenta se le detectó un tumor cerebral. Hubo tratamientos, entradas y salidas de hospitales, pero nada, sólo más largas permanencias en el techo de su casa mirando a las estrellas, acompañado de una botella, con las ventanas de su casa pintadas de negro y la locura instalada dentro de ella.

Bil Haley se extravió por completo dentro de su cabeza, el tumor resultó inoperable y el dolor cada vez más grande. Finalmente murió así,  una madrugada de febrero (la del 9), el mes más pérfido, del año 1981.

Un cuarto de siglo justo de haber aparecido en el firmamento de la escena musical bajo el nombre de un cometa fugaz y a un cuarto de siglo de que un asteroide (el 79896) fuera bautizado con su nombre por la Unión Astronómica Internacional. Quizá el lugar del que se había extraviado.

VIDEO SUGERIDO: Bill Haley and His Comets – Twist Español, YouTube (Two Rocka Four)

BILL HALEY (FOTO 3)

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LONTANANZA: THE DO

Por SERGIO MONSALVO C.

THE DO (FOTO 1)

ENCANTADOS DE CONOCERSE

Olivia Bouyssou Merilahti (de origen finlandés) y Dan Levy (francés) son la dupla detrás de The Dø y los responsables de crear discos interesantes, frescos y divertidos. Son obras innovadoras, hipermodernas absolutas, por el hecho de estar plagadas de influencias musicales perceptibles, así como de alardes de imaginación a la hora de realizar las mezclas con los géneros y estilos.

Merilahti, la encargada de la lírica –con una profundidad que va del romanticismo al realismo urbano–, además de tocar la guitarra, los teclados y el ukulele, es poseedora de una voz dúctil con distintos registros, emotiva y ejecutora de una vocalización distintiva. Es capaz de pasar de la suavidad a la rudeza con toda naturalidad.

Levy, de formación clásica a su vez, es el responsable de las composiciones orquestales y arreglos musicales de todos los temas. Toca diversas percusiones, la batería, el bajo, la guitarra, la armónica, el sax, la flauta, el piano y otros teclados, el xilófono el glockenspiel y las programaciones.

The Dø se formó en Francia a en el año 2005. Cantante y multi-instrumentalista se conocieron en París durante la grabación de la banda sonora original de la película francesa Empire of the Wolves y posteriormente colaboraron en The Passenger y Camping sauvage. Congeniaron y él la invitó a que conociera su estudio.

La primera vez que ella fue empezaron a experimentar un poco con los instrumentos y les pareció gozoso. Luego, las visitas se hicieron regulares. Al principio, discrepaban en absolutamente todo. Levy sólo escuchaba jazz y música clásica. Olivia, rock y pop. Ella le prestó sus discos y él los suyos. Así, ella empezó a conocer a John Coltrane y él se familiarizó con David Bowie. Levy jamás había escuchado rock o pop. Todo eso era nuevo para él. Hasta que la conoció no tenía idea de quiénes eran Radiohead o PJ Harvey, por ejemplo.

Al cabo de un tiempo, algunos amigos escucharon los temas que habían grabado como divertimento y los animaron a grabar un CD. Lo hicieron y decidieron también presentarse en vivo. A pesar de que Levy siempre había estado relacionado con la música, nunca había formado parte de un grupo ni pisado un escenario. En aquellos primeros conciertos iniciaron la venta de los discos y los agotaron todos.

El dúo comenzó a componer e interpretar temas de indie rock y folk rock (en inglés) y a mezclarlos con otros estilos musicales. El divertimento resultó ser un soplo de aire fresco para el panorama indie francés, algo estancado a principios del siglo XXI.

Y fue precisamente esa combinación de sonoridades lo que hizo tan atractivos sus discos. Cada track de los tres álbumes que han publicado hasta la fecha, A Mouthful, Both Ways Open Jaws y Shake Shook Shaken, tiene algo distinto y sorprendente para ofrecer al escucha.

Desde “Playground Hustle”, “Song for Lovers”, “Queen Dot Kong” o “Unissasi Laulelet” (una extraña canción con letras en finlandés y percusiones que hacen pensar en un jolgorio tribal) hasta “Dust it Off”, “Smash Them All”, “Quake, Mountain, Quake” o “Moon Mermaids”, la acertada mezcla de estilos da como resultado un sonido elaborado y único donde los créditos se reparten por igual: los arreglos se deben al talento de Levy, mientras que la particularidad vocal y el encanto emanan de la finlandesa Merilahti.

VIDEO SUGERIDO: The Dø – The Bridge Is Broken (Southern Soul Sessions), YouTube (ogatomartin)

La inclinación por realizar arreglos (intrincados, barrocos, de cámara o avant-garde) que evoquen imágenes, está en directa relación con la vinculación de Levy con la música sinfónica, pero el hecho de que cada track sea tan característico tiene más que ver con que, según él, cada canción es un cortometraje independiente y exclusivo.

Después de escuchar A Mouthful (el primero, del 2009) o Both Ways Open Jaws (el segundo, del 2011) queda claro que, para lograrlo, se sirvieron de cuanto instrumento y sonido pudieron encontrar. Por eso en ambos se pueden escuchar la fusión, el crossover o la mezcla de indie rock y folk rock con influencias que van desde la música clásica hasta el jazz, blues, rhythm & blues, bebop, hip-hop, por no mencionar el rock & roll, el post punk, el art-rock, la electrónica e infinidad de cosas más.

THE DO (FOTO 2)

The Dø se reinventa en cada giro. Su propuesta es de una complejidad técnica notable y llena también de sabores electrónicos y una rica orquestación. Sin embargo, en ambos discos el dúo se las ingenia para mantener esa sensación de ligereza y la inmediatez del pop: esto se debe, sin duda, a la cautivadora voz de Olivia y a su capacidad como compositora, así como al  multiinstrumentismo de Dan. Y, por otro lado, gracias a haberse autoproducido.

En los discos ellos lo han hecho todo: componer, arreglar, grabar, producir… Y, según han manifestado, no es que no confíen en nadie más, sino que realmente disfrutan con todo el proceso, por lo que no quieren dejarlo en manos de nadie más. Por eso en cada disco se percibe una sensación de libertad, de polo a polo.

“Lo que más me gusta de todo esto es que hay millones de formas de acometer una canción. Cuanto más aprendes, más opciones tienes. Puedes tocarla como quieras y eso enriquece mucho el perfil de la banda. Creo que se nota en cada disco que no nos hemos limitado a la hora de hacer experimentos con las canciones”, ha dicho Dan Levy.

El nombre del grupo, que se ha prestado desde el comienzo a la especulación, se supone deriva de la primera nota de la escala musical (Do). Nota que, a su vez, también es la última; representando así lo que es nuevo y lo que es antiguo. Eso les da a estos artistas las posibilidades para reinterpretar cualquier género. Aunque también se ha manejado que es un juego de palabras formado por las iniciales de sus nombres propios (Dan y Olivia).

En la tremenda variedad de su propuesta se nota una magnifica cultura musical en ambos integrantes, tanto en la compleja instrumentación de Levy como en los diferentes registros vocales de Merilahti, quien además ha aportado las influencias de The Knife, Bat of Lashes, Björk, Beck, The Cardigans, CocoRosie o The Fiery Furnaces, entre otros.

The Dø presenta de esta manera discos llenos de giros sonoros y, sin miedo a probar, por lo que se alza como una propuesta atractiva y renovadora de la oferta musical del mundo.

En la obra de esta dupla es tangible que la actitud y la atmósfera engendrada tanto por la academia como por la escena popular han despertado las imaginaciones expresivas de ambos artistas.

Como se ha visto, las sonoridades latentes en las composiciones de ella, provocan en él la utilización de arreglos sinfónicos al mismo tiempo que el uso de la improvisación. Muestras las hay de sobra y, al parecer, el crossover en este sentido resulta en una circunstancia creativa en pleno desarrollo (Work in Progress), mientras que quien los escucha sabe que los purismos, por fortuna, ya son lacras en extinción.

Incluso los del uso del idioma inglés en las canciones populares, que en tantos nacionalismos trasnochados provoca escozor y hasta la estulticia idiosincrática. Un asunto que recalcitrantes antiimperialistas, como Fela Kuti por ejemplo, zanjaron de la manera más pragmática y razonable. El africano cantó sus manifiestos en inglés desde el origen mismo de su obra, pues la consideró como la mejor lengua para ser conocida, entendida y difundida, a través de las fronteras de todo el mundo.

Con la misma postura estética de The Dø en tal sentido, este francés y esta finlandesa se han impuesto en sociedades tan reticentes como la francesa, que los ha elevado, a pesar de ello, a la cima en sus listas de popularidad.

“Desde el principio supimos que Olivia iba a cantar en inglés. No hubo dudas al respecto. La cultura del rock sólo se expresa verdaderamente en ese idioma. Por eso fue una decisión, natural de ambos”, ha dicho Levy.

Con dicha música y su expresión, The Dø se ha convertido en todo un acontecimiento cultural de los años cero del siglo XXI.

VIDEO SUGERIDO: The Dø – Quake, Mountain, Quake (Teaser Album), YouTube (ogatomartin)

THE DO (FOTO 3)

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BIBLIOGRAFÍA: LAS LLAVES DEL GARAGE

Por SERGIO MONSALVO C.

LAS LLAVES DEL GARAGE (PORTADA)

ORIGEN ES DESTINO*

La historia del rock son sus mitos. Y los que contiene el del garage son de los más grandes. La serie “Las Llaves del Garage”, trata del rock como música y como idea. Vale la pena apuntar que como música no es más sencillo que como idea.

El rock de garage es la música más disponible de nuestra cultura global —una cultura más homogénea de lo que por lo común se quiere admitir—, pero disponible no es sinónimo de fácil. Aquí cabe apuntar que como idea surge de los veneros del romanticismo filosófico.

El rock y su mitología son profundamente románticos. Le otorgan el mayor mérito a toda desmesura y a las explosiones del genio individual, sobre todo a aquello que refleje el barullo mental y emocional que se transpira siendo de naturaleza airada y víctima circunstancial del mundo circundante.

Y su constante es la necesidad del descubrimiento, de lo dinámico y de lo evolutivo. El papel que sus intérpretes y seguidores le asignan a la música se acerca mucho al de un credo pagano, por cuanto tiene la misión de hacer visible la intuición absoluta y su revelación.

La serie “Las Llaves del Garageque presenté en este blog a lo largo del año 2019define la cualidad musical de un rock al que es imposible imitar por parte de quienes no comparten el espíritu del género, y explica el mundo y pensamiento en el que viven sus hacedores desde su primera manifestación hace varias décadas, un mundo literalmente impensable, que avanza a toda velocidad y en retrospectiva cuidando su precioso arcano contra viento y marea.

*Fragmento de la introducción al libro Las Llaves del Garage. La primera emisión fue trasmitida a finales de la primera década del siglo XXI (los años cero) a través de Radio Educación (México). La segunda, por entregas on line, bajo los auspicios de la Editorial Doble A (Países Bajos), en el blog Con los audífonos puestos en el año 2019.

Las Llaves del Garage

(Origen es Destino)

Sergio Monsalvo C.

Editorial Doble A

Colección “Textos”/

Con los audífonos puestos (Blog)

The Netherlands, 2019

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BIBLIOGRAFÍA: LA CANCIÓN DEL INMIGRANTE

Por SERGIO MONSALVO C.

La canción del inmigrante (Foto 1)

DE AZTLÁN A LOS LOBOS*

La Canción del Inmigrante, es una excelente investigación histórica, para tener la oportunidad de escribir acerca de uno de los grupos más representativos de la ‘Raza’, que surge como movimiento contracultural localizado al Este de la Ciudad de Los Ángeles, California. Me refiero a Los Lobos; sí, esos que hicieron parte de la música de la película La Bamba, basada en uno de los iconos de la década de los cincuentas: Ritchie Valens.

“El libro inicia relatando la mítica migración de Aztlán, que al parecer el autor la ubica en aquella zona de California. Este primer capítulo hace un recuento exacto de las crónicas que sitúan al mítico Aztlán, al que muchos mencionan, pero que arqueológicamente, no se ha podido localizar. 

“El segundo capítulo nos hace un recuento de las hazañas de algunos aventureros del S XVI, entre ellos Cabeza de Vaca, en las que mencionan a Chicomoztoc, lugar de las siete cuevas, lo cual abrió más el apetito a otros aventureros que incursionaron hacia el norte de la Cuenca de México en busca de las ciudades que ‘brillaban de tanto oro’. 

“En ese mismo capítulo nos hace un balance rápido de la historia del México en la Guerra de Independencia, el Primer Imperio, la lucha entre conservadores y liberales por establecer una república, hasta llegar a la apropiación de los EU de una buena parte del territorio de México.

“En muchas ocasiones, cuando imparto alguna clase de Historia de México y vemos esa época, les preguntó a los alumnos cuál sería su reacción, si de un día a otro, dejarán de ser mexicanos y se despertaran con la noticia que deben entonar otro himno y honrar otra bandera. Pues eso es exactamente lo que les sucedió a los mexicanos de mediados del S XIX, que tuvieron que resistir en un principio y sucumbir después, al expansionista gobierno de los EU.

“A finales del siglo XIX, el crecimiento de California, permitió el establecimiento de muchos, ya en ese momento México-Norteamericanos, que aunque no entendían el lenguaje, las leyes y las costumbres, prefirieron quedarse en EU, que migrar a su país de origen, que después de la invasión norteamericana, se vio envuelto en una guerra civil, una invasión francesa, un segundo imperio, una restauración de la república y una dictadura.

“Ya en el siglo XX, como parte de la consolidación de una nación poderosa, esos México-Norteamericanos, han adoptado muchas costumbres que van fusionando con las propias. Una de las más importantes es la devoción por la Virgen de Guadalupe, como símbolo de resistencia (así como lo hizo Hidalgo en la guerra que inicio en 1810); como un icono que no permite otras ideas religiosas que no sean las que permanecían al momento de sucumbir durante la expansión estadounidense, pero sobre todo que privilegian su procedencia y sus raíces mexicanas.

“El recuento histórico sigue, para tener las bases e ir definiendo los movimientos contraculturales en Los Ángeles en las décadas anteriores y posteriores de las dos guerras mundiales, y que darán pie a personajes de origen ‘chicano’, dedicados a la música, al cine, al teatro, a la plástica, a la literatura, etc. y de donde se desprende la historia de Los Lobos, con ese estilo Chicano Power, que nos lleva desde una balada tradicional, y nos demuestra que con ese estilo México-Norteamericano, un huapango, un blues, un corrido, un boogie, un rock, suenan muy bien.

“Dejaré unas ligas para que Usted, estimado lector, pueda escuchar a este magnífico grupo, pero sobre todo, consiga el libro y lo pueda disfrutar. Dejo aquí también la liga de la biografía de Sergio, para que tenga la oportunidad de conocerlo. Gran escritor, analista musical y colaborador de una infinidad de publicaciones, en las que normalmente escribe de música y músicos”. 

*Reseña escrita por Luis Humberto Carlín Vargas (arqueólogo, ingeniero, profesor y músico) con el título “La Canción del inmigrante (1989) de Sergio Monsalvo C.”, en la publicación Zona Franca, de León, Guanajuato, el 8 de julio del 2019.

La canción del inmigrante:

De Aztlán a Los Lobos

Sergio Monsalvo C.

Tinta Negra Editores‑As de Corazones Rotos

México, 1989

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VAMPIRE WEEKEND

Por SERGIO MONSALVO C.

VAMPIRE WEEKEND (FOTO 1)

FATHER OF THE BRIGHT

La política humana es esencial para un grupo como Vampire Weekend, pues Ezra Koenig, su fundandor, es una persona preocupada y consciente de los problemas sociales alrededor del mundo, así que ha usado su música para hacer crítica social en pro de los cambios, muchos de los cuales tratan desde la injusticia, pasando por la corrupción y el colonialismo, hasta la situación ecológica en el planeta.

Vampire Weekend fue en sus comienzos (2008) un grupo formado por cuatro universitarios neoyorquinos (el mencionado Koenig, en la voz, guitarra y composición; Chris Tomson, batería; Chris Baio, bajo y Rostam Batmanglij, teclados, guitarra y voz).

Koenig desde siempre ha tenido claro cuál debe ser el perfil del grupo. Tras viajar a la India (a comienzos del siglo) y luego pasar otro tiempo en Londres, se puso a pensar en el colonialismo y las conexiones estéticas entre la cultura dominante y las nativas. Se interesó entonces por África.

Para un trabajo en la Universidad de Columbia, escribió una pequeña historia sobre dichas conexiones y la tituló “Cape Cod Kwassa Kwassa”, que luego sería el título de una de las canciones de la nueva banda. En ésta querían evitar todo intelectualismo, despreocuparse por lo que era o no “auténtico”, no querían hacer etnomusicología sino una mixtura divertida (divulgar divirtiendo).

Una alejada del indie mainstream y de los clichés de las músicas del mundo.

Los cuatro miembros del grupo se conocieron durante su estancia en la universidad, donde estudiaban cine y literatura inglesa. De una película experimental que hicieron nació el nombre del grupo: Vampire Weekend.

Hicieron pública su aparición en varios blogs de Internet, hasta que obtuvieron una crítica favorable en una de ellas escrita por un periodista canadiense que vivía en Senegal y hacía post con desconocidos grupos de pop africanos. Eso bastó para que miles de personas los conocieran en todo el mundo.

El mismo sitio Web ayudó, tras conocer el concepto de la nueva banda, a que descubriera los ritmos africanos que terminarían modelando su propio estilo: una mezcla de ska, música pop africana y new wave, estilos que combinaron formando adictivas canciones de rock alternativo tal como se pueden escuchar en su primer disco, de nombre homónimo: Vampire Weekend (2008).

End Of The Road Festival

En ese entonces África estuvo muy presente en los ritmos, estructuras, instrumentos y letras, pero en igual medida la normalidad sonora de un campus universitario estadounidense. La mezcla fue la diversión pura. Y si por algo fueron buenas las canciones de este grupo neoyorquino, además de por las melodías, fue por la riqueza de recursos sonoros que aparecían por sorpresa en sus temas.

La sorpresa continuó en Contra (2010) álbum bajo el mismo manto de world music e indie. Con temas como “Horchata”, “White Sky” o con el sencillo “Cousins”, mantuvieron el status de banda hipermoderna. Ello continuó con el siguiente título, Modern Vampires of the City (2013), con el que ganaron el premio al Mejor Álbum de Música Alternativa en aquel año, y confirmaron la buena mano de Rostam Batmanglij en la producción. Éxito que extendieron durante las giras y presentaciones en vivo alrededor el mundo.

La observación y el padecimiento de la realidad circundante en África produjo la siguiente premonición, por parte de Fela Kuti, el creador del afrobeat: “El sonido se extenderá por todo el mundo, pero se tomará su tiempo, porque es el mejor modo de darse a conocer. Los dioses no quieren que esta música entre en la escena internacional como una moda, sino como un episodio cultural importante”. Las obras de Vampire Weekend confirmaron tal premonición, para bien y a los más altos niveles artísticos.

Sin embargo, en enero de 2016 las circunstancias cambiaron, el grupo comunicó que Rostam Batmanglij, que se había encargado de infinidad de cosas dentro de la musicalidad y la logística del grupo, lo abandonaría porque había optado por proseguir con una carrera como solista, “aunque podría continuar colaborando ocasionalmente”, según el comunicado.

Obviamente, los fans temieron lo peor: la disolución completa. El concepto estético de Vampire Weekend se había apoyado y en mucho en los conceptos musicales de Batmanglij. El buen entendimiento de éstos con los de Koenig, había conseguido una mezcla única y por demás propositiva en la definición de la musicalidad indie de la segunda década del siglo XXI. A la sorpresiva separación no ayudó el hecho de que el grupo entrara en un impasse de tiempo sin explicación ni posible solución.

Dicho paréntesis se alargó y alargó por más de un lustro, seis años para ser preciso. No obstante, los malos presagios desaparecieron tras los primeros compases de una nueva obra: Father of the Bride. Koenig y el resto de los integrantes no sólo se habían mantenido unidos, sino además creativos. Y la aparición de ese cuarto disco volvió a ubicar a Vampire Weekend entre los grupos más calificados del momento y, además, lo llevó a ser denominado para el nombramiento del mejor disco del 2019.

Al hacer las declaraciones pertinentes a la presentación del nuevo material, Koenig afirmó que su idea fundamental para la obra era la de componer una especie de The River propio, en referencia al disco clásico de Bruce Springsteen. Razón por la cual lo pensó como un álbum doble. A final de cuentas: “Yo también soy un tipo de Jersey”, explicó. El líder de la banda quiso hacer un álbum conceptual en todos los sentidos.

Uno que contuviera, como lo hace, la evocación de todo lo que le había conducido hasta este punto exacto en el tiempo y en el espacio. Un tema como “Harmony Hall” es casi un himno en tal sentido, en su haber coexisten lo mismo las influencias de Indigo Girls como las de Cornershop, sin temor alguno.

En la nueva obra Koenig, se torna más confesional. Hay baladas adultas; folk rock del mejor (que recuerda a Gram Parsons); americana con guiños a Neil Young; noise rock, y homenajes al Jack White de su primera etapa. Es decir, hay crecimiento artístico por todos lados, hay evolución y desarrollo, ambición y avance, y un espíritu con futuro por demás promisorio. Pero, igualmente, Koenig, se nota más acompañado, con coros y  duetos en los que se deja llevar para construir collages sonoros (r&b, freak folk, pop y hasta el uso de vocooder) para mostrar su nuevo mundo en expansión.

Vampire Weekend reaparece, pues, tras seis años ofreciendo un mensaje fresco en tiempos espesos, fragmentados y divididos. Con una inteligencia que lo hace parecer como un grupo mucho más listo que los demás (incluso que ellos mismos). Y lo hace convenciéndonos de que su mezcla de indie pop rock es algo mucho más complejo y sofisticado de lo que pudiera pensarse en primera instancia.

Si el debut del grupo, hace más de diez años, fue una de las mejores referencias de la segunda mitad de la primera década del siglo XXI. Éste, The Father of the Bride, es un disco incluso más vivo que aquel, un álbum que flirtea con la hipermodernidad y la madurez, y que sin remilgos se regodea ante su propia magia.

VIDEO SUGERIDO: Vampire Weekend – Harmony Hall (6 Music Live Room), YouTube (BBC Radio 6 Music)

VAMPIRE WEEKEND (FOTO 3)

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BIBLIOGRAFÍA: ESTÉTICA DARK

Por SERGIO MONSALVO C.

ESTÉTICA DARK (FOTO1)

ESTÉTICA DARK

MELANCOLÍA POR LA MUERTE*

Necesarios y útiles resultan todos los horrores para quien desea conocer al hombre en sus extremos. La visión de esos cuadros es de gran ayuda para el desarrollo del perfil humano. Tal vez nuestra ignorancia en la ciencia del conocimiento de los seres humanos se deba al estúpido falso pudor de quienes no se han atrevido a escribir sobre ello.

Encadenados a sus prejuicios y temores, se limitan a relatar puerilidades que todos conocemos, sin aventurarse a bucear en los siniestros laberintos, plagados de fantasmas, del alma humana, ni a describir y a comunicar sus descubrimientos a sus semejantes.

Los hacedores del rock gótico o dark sí lo han hecho. Algunos de sus seguidores también. La prisión de la vida que delatan es la imagen de la soledad de un universo habitado por las monstruosas criaturas que atormentan el espíritu.

Los darkies son el símbolo de la incomunicación o, mejor dicho, el deseo de alcanzar una comunicación imposible. Y acaso sea esa la razón por la que, en un desesperado intento por establecerla, se asocian entre sí para entregarse a la orgía de sus conocimientos elitistas.

Una perversión artística y cultural que lo es tanto en el delirio de sus pasiones como en su pálida calma. En todo caso, los señalamientos que caen sobre los semejantes se convierten en placeres para ellos. Presos de sí mismos buscan la comunicación imposible en el supremo orgasmo que, de acuerdo con su mitología, estremece los últimos instantes de quienes se conectan con la muerte.

El gótico propicia que el miedo sea sacado del reino de lo convencional y elevado a la negra nube que se cierne sobre el destino mismo de la humanidad. Así, ciertos extraños pensamientos ligados a otras dimensiones trascienden los cuidados habituales y por un instante pleno de música se asoman a un paraíso particular, disipando las nieblas que enturbian y obstaculizan la visión de la oscuridad.

Vivir, escribió alguna vez el escritor noruego Henrik Ibsen, es combatir contra los seres fantasmales que nacen en las cámaras secretas de nuestro corazón y de nuestro cerebro. Para los roqueros góticos, la estancia en lo tenebroso es acercarse a esos seres fantasmales, juzgarse a sí mismos y poetizar. ¿Cómo? Llevando al extremo contrario lo que acosa las mentes de nuestro tiempo: el aspecto egoísta de la permanencia.

El conocimiento científico nos ha enseñado que el mundo es en realidad discontinuo; que la noción de vida no es más que un existir entre los momentos de un tiempo dividido y que éste se transforma del sueño a la vigilia. Así, el aspecto último del mundo y del conocimiento es la muerte: un saber del que se puede sacar un placer ignoto.

Esta visión pasional no produce seres enteros, finos, valientes o aventureros. No. La flor de este género es el placer de la negación, entre otros. Por ende, tal forma de pensamiento se vuelve absoluta, mientras que los hedonistas sólo buscan la muerte para evitar el dolor.

En esencia los personajes góticos son seres románticos florecidos en el pensamiento de John Donne, Coleridge, William Blake, Edgar Allan Poe, Lovecraft, Velvet Underground, Patti Smith, Iggy Pop, Cocteau Twins, Dead Can Dance, Joy Division, New Order, Bauhaus, X-Mal Deutchland, Peter Murphy, Love Spirals Downwards, Masochistic Religion, Fields of the Nephilim, Glod, Human Drama, etcétera, etcétera… quienes los sujetan y llevan de la mano hacia el concepto del no ser o al hastío de la vida.

Los que han podido diferenciarse y dejar de ser ellos mismos saben aplicar su «voluntad zombie» a la creación estética y han engendrado música fantasmal y mórbida, en donde proyectan a esos seres que en otros se ocultan.

Esos extraños que nulifican la actividad están ahí, en la isla que es la vida rodeados por un mar desconocido y creciente. Los roqueros ocultistas de fin de siglo les tienden la mano. Tales roqueros, cuyo cerebro es perseguido por fantasmas, representan un momento de la evolución intelectual, como muchos artistas de nuestro tiempo, y no tienen otra locura que no sea ésa.

Quieren interesarle a personas a quienes ven deformadas, para que éstas se vean proyectadas en el arte. Escriben canciones que así lo hacen y logran que algunos escuchen sus poemas como ellos los conciben. Su fijación está en el placer por la morbidez y la extrañeza y las recrean en el arte.

Los roqueros góticos hacen nacer seres terribles en las cámaras secretas de su corazón y de su cerebro, pero en la gestación se han vuelto poetas y con ello se han trascendido a sí mismos. Porque a la postre, como escribiera William Blake, la melancolía tiene corazón humano y el corazón humano es una garganta hambrienta.

*Fragmento del texto “Estética Dark: Melancolía por la muerte”, de Sergio Monsalvo C., colaboración incluida en el libro Cultura (contra) cultura, págs. 193-199.

“Estética Dark”

Sergio Monsalvo C.

Cultura contracultura:

Diez años de contracultura en México

Antología de textos publicados en Generación

Carlos Martínez Rentería, Compilador

Plaza & Janés Editores, 2000, México

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