Por SERGIO MONSALVO C.
CORTOS Y DOCUMENTALES SINCOPADOS
Los primeros documentales y cortometrajes que incorporaron la música popular y el jazz en el primer plano fueron bien recibidos. Entre 1928 y 1934 ocurrió una explosión de este tipo de producciones.
En dichos años experimentales, al mejorar las técnicas de sonido y fotografía, los estudios se afanaban en enlistar a talentos procedentes de todas las fuentes disponibles: el vaudeville, los teatros de Broadway, las salas de concierto, los clubes nocturnos y de burlesque.
Al mismo tiempo competían por estos artistas con la floreciente industria de la radio estadounidense. Nueva York adquirió un papel de importancia central en la producción de cintas como Roger Wolfe Kahn and His Orchestra Assisted by the Mound City Blue Blowers (1927, Vitaphone), Carolynne Snowden and Company (1927, Vitaphone), Red Nichols and His Five Pennies (1929, Vitaphone) y Alice Boulden and Her Orchestra (1929, Paramount), la cual incluyó a Jimmy y a Tommy Dorsey entre el personal.
Asimismo, Ben Pollack and His Park Central Orchestra (1929, Vitaphone) permite un breve vistazo a presentaciones tempranas de Jimmy McPartland, Jack Teagarden y Benny Goodman.
El cortometraje musical asimismo fue un medio ideal para presentar a los talentos negros. Una amplia gama de estos artistas apareció en estos filmes, aunque bajo condiciones raciales sumamente difíciles. After Seben (1929, Paramount, dirigida por S. Jay Kaufman) utilizó un argumento racista sobre las aventuras de un conserje perezoso para presentar música y baile con el grupo de Chick Webb y algunos de los ejecutantes más famosos del lindy hop, entre ellos a George «Shorty» Snowden.
Louis Armstrong apareció en Rhapsody in Black and Blue (1932, Paramount, dirigida por Aubrey Scotto) vestido con una túnica de piel de leopardo, radicado en un reino de ensueño llamado «Jaamania»; entre abundantes burbujas de jabón que pasan por nubes celestes interpreta «Shine» y «I’ll Be Glad When You’re Dead, You Rascal You» de una manera espléndidamente viril.
Pese a que Symphony in Black (1934, Paramount, dirigida por Fred Waller) presentaba a los miembros del grupo de Duke Ellington en papeles estereotipados, la cinta fue notable por la primera aparición en pantalla de Billie Holiday, que canta «Saddest Tale».
El premio por la trama y el escenario más extravagantes probablemente deba adjudicarse a Pie, Pie, Blackbird (1932, Vitaphone, dirigida por Roy Mack), en la que un pie recién horneado se convierte en un pastel enorme cuyas orillas se abren para revelar al grupo de Eubie Black, todos vestidos de cocineros, tocando «Memories of You» y «I’ll Be Glad When You’re Dead, You Rascal You»; la cinta termina con el baile muy animado de los Nicholas Brothers, quienes al compás de «China Boy» terminan por incendiar el set y los decorados con una llamarada que convierte a la banda y a los bailarines en esqueletos humeantes.
Un excelente corto fue filmado por la Warner en 1944: Jammin’ the Blues, dirigido por Gjon Mili, que contó con Norman Granz como asesor musical y con la presencia de algunos de los mejores instrumentistas del jazz: Lester Young encabezó una lista de personal que incluía a Harry Edison, Illinois Jacquet, Sid Catlett, Jo Jones, John Simmons, Red Callender, Marlowe Morris y Barney Kessel.
El talento especial de Mili para la iluminación creó un ambiente maravilloso en torno a las combinaciones extraídas de este reparto superlativo; cada toma fue puesta en escena y enmarcada con sensibilidad para la composición dramática. Pese a que ha sido criticado por artificial y pretencioso, Jammin’ the Blues se mantiene como hito del jazz en el cine, incluso fue nominado para un Oscar.
La serie The March of Time (Time/RKO Radio), dirigida por Louis de Rochemont, la cual arrancó en 1935, constituyó una forma de periodismo cinematográfico que combinaba tomas de archivo, de noticieros recientes y escenas actuadas. The Birth of Swing (1937, vol. 3, núm. 7) mostró la grabación de un disco por la Original Dixieland Jazz Band y mostró presentaciones en el Onyx Club de Nueva York por los grupos de Glen Gray y Chick Webb, así como uno dirigido por Stuff Smith.
Por su parte, Upbeat in Music (1943, vol. 10, núm. 5) gira en torno a la música del periodo de guerra, incluía interpretaciones de la Army Band de Glenn Miller, así como por Tommy Dorsey, Duke Ellington y Benny Goodman.
A la vez que Music in America (1944, vol. 10, núm. 12) constituía un repaso de la música de toda la Unión Americana, con una parte consagrada al jazz y concentrada en Goodman, la Original Dixieland Jazz Band, los All Stars de Eddie Condon y Art Tatum. Otros números de The March of Time dedicaban metraje a Jimmy Dorsey y Paul Whiteman.
VIDEO SUGERIDO: Jammin’ the Blues (1944), YouTube (Robert J. Fuller)