Por SERGIO MONSALVO C.
AÑOS 00’s*
Hay discos que jamás dejan de llamar la atención. ¿Por qué? Porque son clásicos. Pero ¿qué es lo que los convierte en clásicos? En el mundo grecolatino, durante la época de Sófocles, el término “clásico” se utilizó para designar a las personalidades de primera clase, es decir, a los miembros más sobresalientes de la cultura.
En el campo que nos convoca, la música, el rock fundamentalmente, posee por supuesto su material clásico, y éste en primera instancia no es lo incomprensible, sino lo misterioso disfrutable. Es aquello con lo que se puede deleitar (individual o colectivamente) toda la vida; lo que continúa conmoviendo y sorprendiendo; es aquello que es imposible hacer mejor (en su momento y circunstancia).
En el arte, cualquier arte, lo clásico resulta fascinante porque contiene un secreto, tanto para sí mismo como para quien lo contempla o escucha, y se mantiene vivo porque dicha fascinación prodigiosa envuelve siempre, sin faltar, y esa poética se verá legitimada constantemente por sus principales avales: valor y tiempo.
1.- Björk (Vespertine, One Little Indian 2001)
2.- White Stripes (Elephant, XL Recordings 2003)
3.- Franz Ferdinand (Franz Ferdinand, Domino Records 2004)
4.- Arcade Fire (Funeral, Merge Records 2004)
5.- The Strokes (Is This It, RCA 2001)
6.- Kaiser Chiefs (Employment, B-Unique Records 2005)
7.- The Arctic Monkeys (Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not, Domino Records 2006)
8.- Radiohead (In Rainbows, XL Recordings 2007)
9.- Portishead (Third, Island/Universal 2008)
10.- Amy Winehouse (Back in Black, Island 2007)
*Lista definitivamente subjetiva, como todas las listas.