Por SERGIO MONSALVO C.
LA MÚSICA Y LA LIBERTAD
(40 AÑOS RIP)
Marley figura entre las personalidades polémicas y a la vez trágicas de la historia de la música contemporánea. Su carrera estuvo acompañada por una enfermedad que al final resultaría fatal, así como por enfrentamientos constantes en todos los ámbitos.
El gobierno jamaicano, anterior a Manley, escuchó su franqueza con sumo enojo. La industria disquera tuvo dificultades para comercializar las canciones comprometidas, por ejemplo, contra la política del apartheid en Sudáfrica («Rastaman Vibration»), y sus críticos quisieron mostrarlo como un tipo oportunista. El carácter del músico provocaba roces constantes, ya que reunía el entorno de una estrella de la escena y el halo del luchador social en una sola persona.
Bob hablaba de fraternidad, de pacifismo mundial y de justicia; promovió el goce de la ganja (marihuana) y contó una y otra vez la historia de la caída de Babilonia (el materialismo occidental). Este mesías del rasta combinaba su aguda observación de la realidad con el romanticismo de la fe. La estoica alfombra rítmica de la monotonía percusiva del reggae le sirvió de base para ello.
Los tres individuos que integraron a los Wailers originales tenían personalidades y enfoques completamente diferentes, pero en última instancia estaban unidos en el compromiso hacia dos cosas: la música y la libertad del hombre negro en el mundo moderno.
De los tres, Peter Tosh era el más materialista en su aceptación del mundo y en su definición de los problemas. Creía en una guerra revolucionaria, por ejemplo, a fin de liberar a los descendientes de africanos en todo el mundo. El universo de Bunny Wailer, por su parte, se encontraba profundamente influido por un misticismo espiritual que impregó todo lo que grabara y dijera. Marley, a su vez, era menos fácil de definir. Su posición política era la convicción de que el negro debía liberarse en algún momento y proponer la solución para lo mismo.
Los derroteros musicales tomados por Marley, Tosh y Wailer fueron diversos, aunque unidos por su temática. De los tres, Marley conservó más las cualidades culturales y paradigmáticas de la tradición vocal africana, a pesar de la transformación técnica de su música.
La tradición vocal africana se caracteriza por diversos rasgos culturales: la ligadura, el deslizamiento o el glissando común en la palabra hablada, y la estructura melódica según la cual el punto más alto comienza al principio de una canción. Marley utiliza varios de estos recursos en su álbum Natty Dread.
En la canción «Revolution» emplea a su grupo vocal de acompañamiento, las I-Threes, para cantar las primeras líneas con él: «Revolution, reveals thy truth»; luego las I-Threes cantan la palabra «Revolution» cuatro veces seguidas, y después Marley arranca con el cuerpo principal de la melodía. Hay un gran énfasis sobre las primeras líneas de la canción, las cuales de hecho forman el punto más alto de la tonada, la cual suavemente va descendiendo al entrar Marley a los versos.
En el álbum Kaya, emplea un recurso vocal poco común, el de cantar con una voz casi hablada. Esta técnica se aplica con buen éxito en «Running Away», sobre el mismo disco. Tal canción en particular refleja las dudas constantes de Marley acerca de la probidad y la calidad de su vida. Indaga en su existencia al preguntar por qué sufrió un intento de asesinato y por qué tuvo que vivir en el extranjero por dos años debido a ello.
La producción vocal oscila entre cantar y casi hablar. «Running Away» no se resuelve en el sentido temático, sino contesta quisquillosamente a las preguntas. Es la única canción en la que emplea la característica del cantar hablado en su totalidad.
En una pieza anterior, «Soul Rebel», utilizó el recurso con mucho efecto. Después de afirmar que es un rebelde, habla con la vecina de al lado («¿Los escuchas, Lizzie?»), y luego vuelve a afirmar su postura. Ser un rebelde era la inquietud auténtica de Marley, una inquietud personal frente a la respuesta colectiva a la opresión en Jamaica.
Según Brent Clarke, «Bob se consideraba más como rebelde que como rasta. Se veía a sí mismo como un rebelde contra la sociedad». No obstante, si los rebeldes no analizan su situación y se identifican con alguna lucha social, normalmente terminan en el bando contrario o solos. Marley se convirtió así al rastafarismo.