Por SERGIO MONSALVO C.
70 AÑOS DEL ROCK (LOS 80’s)
SEGUNDA PARTE
En otro ámbito, y pese al comercialismo que caracterizó la década, el rock aún luchaba y reunía fuerzas para combatir el puritanismo y también para ayudar a restablecer una semblanza de conciencia social en medio de las directrices mundiales (neoliberales) impuestas por Ronald Reagan y Margaret Thatcher.
Bob Geldof, el líder de Boomtown Rats, una banda irlandesa menor, apareció para llamar la atención sobre la hambruna africana y organizó la Band Aid y el concierto Live Aid (que en lo musical también marcó un parteaguas estilístico: de la new wave y el new romantic al synth pop y al uso del sintetizador en detrimento de la guitarra).
Por su parte, John Cougar Mellencamp, Willie Nelson y Neil Young realizaron una serie de conciertos para ayudar a los agricultores pobres de los Estados Unidos. U2 hizo lo suyo al contribuir a la causa de Amnistía Internacional. Bruce Springsteen, Sting, Peter Gabriel y Tracy Chapman llevaron la bandera del respeto a los derechos humanos a todo el mundo.
Resultó importante que hechos gigantescos como éstos fueran respaldados por infinidad de rocanroleros como Jackson Browne, Living Colour, R.E.M., Simple Minds y 10,000 Maniacs. Intérpretes que se presentaron continuamente en conciertos benéficos.
Asimismo, hubo eventos que apoyaron diversas causas y demostraron que los rocanroleros de cepa miran más allá de los límites de sus ciudades y países para tocar asuntos más grandes en el mundo a su alrededor, como el concierto de Knebworth en Londres, el del estadio de Santiago de Chile o el histórico de The Wall tras la caída del Muro de Berlín.
Pero igualmente buscaron inspiración musical allende sus fronteras estéticas. El grupo Talking Heads, introducido a los ritmos africanos por el productor Brian Eno, pasmó el mundillo de la música en 1980 al sacar Remain in Light, un álbum cuyo impulso permanente y alcances temáticos prepararon el escenario para experimentos semejantes por parte de otros artistas.
Los discos como solista de Peter Gabriel, así como los grupos formados por éste para presentarse en vivo a lo largo de los ochenta, tomaron prestada una multitud de sonidos de músicos provenientes de todos los rincones del orbe, cuestión que al propagarse en el medio se le denominó como una nueva corriente: la «World music». El mayor éxito comercial en este sentido fue el disco Graceland de Paul Simon (1986), pero el más popular resultó ser Sting con The Dream of the Blue Turtles y Nothing Like the Sun.
Al igual que estos músicos, Springsteen y U2 tambien tuvieron un papel decisivo en preservar en sus obras el elemento humano dentro del género. Springsteen recorrió toda la gama desde las desnudas baladas acústicas del disco Nebraska hasta el retumbante rock and roll de Born in the U.S.A., álbum que además de mostrar una fortaleza musical primigenia, mantuvo el enfoque en la vida de sus personajes con la habilidad de un maestro en el cuento corto.
U2 arrancó en Dublin en 1980, con mensajes de fe y pasión que con el tiempo alcanzaron a millones con The Joshua Tree y la apoteosis con Rattle and Hum. Los más de 70 minutos de éste último alternaron piezas en vivo y en el estudio, versiones de temas propios y ajenos, desde “Helter Skelter” (The Beatles) a “All along the Watchtower”, de Bob Dylan.
Mientras “When Love Comes to Town” servía para invitar al ilustre B.B. King y la espléndida “Angel of Harlem”, con su radiante sonido de Memphis, testimoniaba que los dublineses podían esgrimir su estado de gracia artístico a la hora de asumir y fagocitar el gran legado estadounidense: el blues.
A fines de los ochenta, el rap –que se inició a mediados de la década anterior en la parte sur del Bronx y tomaba al mundo por asalto con Run D.M.C. (con la ayuda de Aerosmith para el gran éxito «Walk This Way») y los Beastie Boys (con “Fight for Your Right”) colocando acetatos multiplatinos en los estantes de las tiendas de discos— manifestó su dependencia de las grabaciones preelaboradas y del sampling –trozos de otras grabaciones– y dejó al género bastante vulnerable a las acusaciones. Sin embargo, también colocó las palabras y la voz humana en el centro mismo del huracán polémico y remarcó la trascendencia de los contenidos.
La década terminó con un sentimiento de inseguridad aplastante en lo político, militar, económico, ecológico y social, y esto quizá haya provocado las miradas al pasado en busca de asideros. Los Rolling Stones llenaron los estadios de todo el mundo como desde hacía 20 años y se erigieron en el grupo más exitoso en gira; Paul McCartney se lanzó a una tour igualmente y no le fue mal; revivieron efímeramente Ten Years After, Steppenwolf y hasta los Monkees por ahí, en algún momento.
Grateful Dead se convirtió en parámetro de la neopsicodelia y se volvieron a oír términos como amor y paz; Lou Reed y John Cale homenajearon al recientemente fallecido Andy Warhol y el flamante presidente de la Checoslovaquia liberada de entonces, Vaclav Havel, invitó a su toma de posesión a Lou Reed y The Plastic People to the Universe, entre otros, rememorando lo que habían sido ambos para su lucha por la independencia del país. Así el mundo se siguió moviendo rápida y sorprendentemente y el rock tuvo mucho que ver en ello.
VIDEO SUGERIDO: Run-DMC – Walk This Way, YouTube (RUNDMCVEVO)
