BOB MARLEY (7)

Por SERGIO MONSALVO C.

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 EL SONIDO DE LA ISLA

 (40 AÑOS RIP)

En aquellos momentos la relación entre JAD y los Wailers se había deteriorado tanto que estos últimos enviaron sus pasaportes al Ministerio de Gobernación inglés a fin de solicitar permiso para trabajar en el país. Nash y Simms se fueron a los Estados Unidos para dedicarse a lo suyo, abandonando a la banda.

Clarke, por su parte, buscó empleo en Island Records y le fueron asignados dos temas para su promoción: «Dream Lover» de Greyhound y «Breakfast in Bed» de Lorna Bennett. A la postre abordó a Chris Blackwell, el dueño de la compañía, y le mostró las canciones escritas por Marley para Nash. Le impresionaron mucho y le comentó que desde hacía varios años quería contratar a los Wailers, pero que no se había acercado a ellos directamente a causa de su reputación como independientes.

Clarke negoció entonces un contrato para el grupo, con su anuencia, y le consiguió un adelanto de 8 mil libras por disco. Asimismo estipuló que los Wailers conservarían los derechos para editar sus discos en el Caribe.

Volvieron a Jamaica para grabar los tracks rítmicos de su primer álbum internacional en los Dynamic Studios. Marley llevó las cintas a Island y Blackwell desempeñó un importante papel para supervisar, editar y ayudar a escoger la mejor producción para el disco, con sumo cuidado e insólita inversión.

Catch a Fire (1972), contenedor de una crítica de brutal franqueza contra la esclavitud y el colonialismo padecidos en Jamaica, fue el primer L.P. de reggae concebido como álbum (no como colección de sencillos) y el primer disco anglojamaicano.

Blackwell agregó guitarras y aceleró la pista rítmica de las canciones grabadas por los Wailers recurriendo a Sly y Robbie, Carlton «Family Man» Barrett y su hermano Aston de los Upsetters, así como a las las I-Threes. El álbum, con su excelente combinación de rock, soul, blues y funk con reggae, triunfó totalmente.

En 1973, el grupo realizó giras extensas por los clubes de rock de Estados Unidos. Entre otros, se presentaron en el Max’s Kansas City en Nueva York con tres sets de media hora cada noche durante una semana. La gira invernal por Inglaterra fue pospuesta cuando Tosh y Wailer se negaron a hacerla debido al frío. Fue una explicación; la otra, el disgusto por parte de ambos hacia el énfasis puesto en Marley como el líder del conjunto.

Blackwell buscaba un ángulo para “vender” al grupo a fin de suscitar controversias e interés inmediatos. La imagen proyectada fue la de rudos y temibles rastas. Marley inició el proceso de arreglar su cabello y promover visualmente su imagen pública. Bunny Wailer, a quien no le agradaba viajar por el extranjero, fue reemplazado temporalmente por Joe Higgs.

El siguiente disco, Burnin’ (1973), incluyó canciones de Wailer así como los combativos sencillos: «Get Up, Stand Up» y «I Shot the Sheriff».  Esta última pieza (que en 1974 se convertiría en un hit para Eric Clapton) figuró entre las composiciones de Marley grabadas por otros artistas en esa época. Otras fueron «Guava Jelly» (con Barbra Streisand) y «Slave Driver» (con Taj Mahal).

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En 1974, Tosh y Wailer se separaron del grupo y continuaron su carrera como solistas. Marley reformó a los Wailers incluyendo a Bernhard Harvey. Justo antes de la separación definitiva, Tosh inició las grabaciones de su primer L.P. como solista (cada integrante había editado sencillos en forma individual con Tuff Gong).

Para 1975 Marley ya era una estrella internacional. Sin duda, su carisma hizo posible que el reggae impusiera su tono de manera internacional a partir de la mitad de la década de los setenta. Sólo una personalidad de sus dimensiones fue capaz de expandir el ghetto y propiciar una de las fusiones de sonido más fascinantes del último cuarto del siglo XX.

El sugestivo beat caribeño encarnó de hecho la gran renovación musical de aquella década, junto con el punk. Bob Marley se erigió en el convincente vocero de tal manifestación, en uno de los representantes más destacados del culto rasta y su profunda religiosidad, en combinación con el manejo imaginativo de la música tradicional jamaicana, sirvió como un escape y una esperanza al mismo tiempo para la mayoría reprimida de ese país.

Marley fue el gran vehículo de la ideología rastafari y su mensaje era «Get up, stand up/stand up for your rights» (Alzate, levántate/levántate por tus derechos).

La balada de soul-reggae «No Woman, No Cry» destacó en el álbum de 1975 Natty Dread. Producido por el mismo Blackwell, contó con la participación del guitarrista Al Anderson y el baterista africano Remi Kabaka.

Blackwell había introducido a Marley al patrón rocanrolero de sacar un L.P. al año, además de las giras internacionales. Las letras poéticas y pegajosas y el ritmo meditabundo de la música de Marley proyectaron un sentido de comunidad que hasta ese momento sólo se atribuía a grandes festivales como los de Woodstock o Monterey.

Dondequiera que se presentaba con sus Wailers movilizaba a los enormes públicos, quienes lo celebraban y escuchaban sus apremiantes acusaciones acerca de la desolada condición política interna de su patria, el creciente desempleo, la separación racial y la represión.

El álbum Live de 1975, grabado en Londres (y un documento ambiental de sus presentaciones), fue seguido en 1976 por Rastaman Vibration. No obstante, las raíces de Marley —su religión y la empresa Tuff Gong— aún estaban en Jamaica. Respondió a la muerte de Haile Selassie en 1975 grabando «Jah Live» con el seudónimo de Hugh Peart y recordándolo en Rastaman Vibration con uno de los discursos del gobernante y gurú etíope.

El de 1976 fue un año violento y tenso de elecciones en Jamaica. A pesar de que Marley se mostró neutral en la arena política, fue herido de bala por parte de atacantes desconocidos en diciembre, sólo unas cuantas semanas antes del concierto «Smile Jamaica» que él mismo había organizado a fin de reconciliar a los líderes políticos opuestos.

No obstante, sus heridas le permitieron presentarse ante 80 mil personas. Se recuperó lo suficiente para cumplir con dicho evento antes de despedirse por 14 meses de la escena musical. Él mismo afirmó después que había solicitado la ayuda del gobierno (al cual molestaba con sus denuncias) para organizar el concierto puesto que aquél contaba con la capacidad y las posibilidades de hacerlo bien: con orden y control.

Asimismo, existen otras versiones en las que parece muy probable que haya accedido a participar a petición del líder del Partido Nacional del Pueblo (PNP), Michael Manley, a fin de otorgar credibilidad a su campaña electoral y reunir mayor apoyo. Su enfoque populista y tolerancia hacia la fe religiosa de los rastafaris, se dice, fue lo que convenció a Marley de encabezar dicho concierto. Todavía hay muchas especulaciones al respecto.

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