LOS EVANGELISTAS: OS MUTANTES

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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REVOLUCIÓN PAULISTA

 

Hay muchas maneras de contar una historia y muchas maneras de aproximarse a la Historia. Recorrer la de las grabaciones aparecidas en 1968 siguiendo el rastro de sus ideas, de los conceptos y de los diversos campos que sembraron y cultivaron es una de ellas.

Es hablar sobre los grupos que iniciaron algo importante, lo llevaron a su pináculo y luego desaparecieron. Sin embargo, el hilo conductor en todos ellos no es el listado de nombres ni la duración que tuvieron, sino el campo sonoro que vislumbraron.

La influencia Beatle en Brasil motivó la creatividad de un grupo de músicos y compositores involucrados en la tarea de enganchar a su país a la modernidad a través del movimiento Tropicalista: Os Mutantes. La experimentación psicodélica, la distorsión y el uso del estudio, se unió a la búsqueda de nuevas rutas para la música brasileña.

Os Mutantes fue una formación hecha de filigrana, nacida en los años más valientes y creativos de la música popular brasileña. Cuando el mimetismo era un pecado tan mortal como ponerle límites a la imaginación.

Era un grupo joven, hábil y correoso, que se centró en su estupenda faceta guitarrística, con ello tradujo la bossa de Sérgio Mendes hasta dejarla a un par de pasos de Carlos Santana. El tropicalismo era un virus contagioso y expansivo, al que se unió la psicodelia, y con ese hecho eso quedó para siempre impresa en la historia la huella de su ingenio.

 

Lo que se inscribe de ellos en toda enciclopedia musical: Os Mutantes (el grupo original, que se mantuvo activo entre 1966 y 1972) estuvo formado por Rita Lee (en la voz, mezzosoprano), Sérgio Dias (en la guitarra y voces), Arnaldo Batista (en el bajo, teclado y voces) y Ronaldo Leme, más conocido como «Dinho» (en la batería).

A pesar de que durante sus años de actividad fueron poco conocidos fuera de su país, Os Mutantes se encumbraron como uno de las integraciones más dinámicas, talentosas y radicales de la época psicodélica. Era una banda de músicos experimentales que innovó la escena con el uso del acople, la distorsión y trucos del estudio de todos los tipos.

El conglomerdo se fundó en 1966 en la ciudad de Sao Paulo. Sus primeros dos álbumes, aparecidos en el año 1968 (Os Mutantes y Tropicalia: ou Panis et Circensis) fueron una muestra muy significativa del movimiento renovador llamado Tropicalismo (o Tropicalia), que estaba naciendo en Brasil.

Su sonido combinó la psicodelia con el rock y otros estilos de música popular y académica. Colaboraron con artistas como Gilberto Gil, Caetano Veloso, Tom Zé o Gal Costa, por mencionar algunos. A principios de los años setenta abandonaron tal movimiento y en 1971 se sumó oficialmente a la banda el bajista Liminha.

Durante su época de máxima producción llegaron a publicar cinco discos (Os Mutantes, Mutantes, A Divina Comédia ou Ando Meio Desligado, Jardim Elétrico y Mutantes e Seus Cometas no País do Baurets), antes de que Rita Lee abandonara la formación para seguir una carrera como solista en 1972.

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Con su partida la banda empezó a derivar hacia el rock progresivo con su álbum O A e o Z grabado en 1973, pero que no se publicó hasta 1992 por desacuerdos profundos con la compañía discográfica. Arnaldo Batista dejó al grupo ese año para seguir también una carrera como solista, por problemas con los demás integrantes del grupo y por experiencias lisérgicas negativas. Su partida fue seguida por la de Dinho Leme y un año después por Liminha.

Sérgio Dias, el único miembro de la integración original que se mantenía en ella, abandonó la banda en 1978, lo que provocó su disolución. En ese período se publicaron otros tres álbumes, además de los siguientes dos cuando el grupo ya se había disuelto: el mencionado O A e o Z y Technicolor, grabado en 1970 y publicado hasta el fin del siglo XX.

Pese a que tuvieron un limitado éxito en su país, Os Mutantes influenció a una gran cantidad de bandas en Brasil, pero también a otros grupos  underground o independientes contemporáneos, que han reconocido públicamente las influencias recibidas por parte de Os Mutantes.

Kurt Cobain, por ejemplo, solicitó públicamente su reunión.​ El líder de Nirvana había sido “iniciado” en esta música por Pat Smear del grupo punk The Germs, quien resaltó el rol de la influencia de Os Mutantes en la música. Beck, por su parte, en su canción “Tropicália” (del disco Mutations) rindió tributo a la influencia que había tenido en él tal grupo. David Byrne, a su vez, ha grabado y publicitado a la banda por medio de su sello discográfico Luaka Bop.

Tres de los miembros originales, Arnaldo Batista, Sérgio Dias y Dinho Leme, tocaron nuevamente juntos en el 2006 en Londres con motivo de una exposición sobre el movimiento Tropicália en la capital inglesa. Esta exhibición fue seguida por conciertos en diversos lugares de la Unión Americana, como teloneros de The Flaming Lips.

Al año siguiente la banda se presentó como parte del festejo por la fundación de la ciudad de São Paulo, Brasil, por primera vez luego de casi treinta años sin tocar en su país de origen. Desde entonces han publicado con variable integración (que incluye a sólo uno de sus miembros originales), un disco en vivo y otros dos de estudio. Zzyzx (2020), el último de ellos (Rita Lee falleció el 8 de mayo del 2023).

VIDEO: Os Mutantes – A Minha Menina, YouTube (nowhereman081)

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CAETANO VELOSO

Por SERGIO MONSALVO C.

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 VITALIDAD ALTERNATIVA

El temperamento adolescente de Caetano Veloso lo ha vuelto a hacer. Si en los años sesenta creó el tropicalismo brasileño para escándalo de los sambistas ortodoxos, cuando emuló a Bob Dylan al aceptar el rock y la adopción de algunos de sus procedimientos dentro del nuevo estilo carioca, en la decena inicial del siglo XXI lo volvió a hacer, a llevar la contraria ahora a sus puristas: cambió el tropicalismo por el rock alternativo.

El cantautor Caetano Veloso (nacido en Bahía en 1942), que renovó la música brasilera  hace medio siglo, junto a Gilberto Gil, Gal Costa y su hermana Maria Bethania, con el atrevido movimiento denominado “tropicalismo”, en el último lustro le dijo adiós a los violines, las violas, chelos y tampoco se escucharon ya los tambores bahianos.

A sus inminentes 70 años de edad volvió a cruzar las fronteras genéricas y a practicar, con un nuevo modelo, su irremediable originalidad.

En la actualidad, a los 77, sale al escenario acompañado por tres músicos de la edad de su hijo, el cual ahora también se ha convertido en su productor. Es una banda de rock típica: Pedro Sá (guitarra), Ricardo Dias Gomes (bajo y piano) y Marcelo Callado (batería).

Con ella presentó primero su trabajo denominado , una forma coloquial de decir vocé, tú, en portugués. Y luego Zii e Zie (algo así como chavos y chavas). Una manera muy contemporánea de convocar tanto a su público más abierto como de hacerse de uno nuevo, más joven.

Si, su álbum número 40, rezumaba sexo y ganas de crear problemas con la realidad del tiempo;  Zii e Zie, el siguiente, puso más énfasis en las cuestiones políticas y sociales que han afectado al mundo recientemente.

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Es como si el veterano autor hubiera descubierto de nueva cuenta la vida. Ya no es el trabajo de un crooner elegante, ni el de un refinado cantante latino. Ahora en sus conciertos manda el rock de perfil indie.

Es una forma de confirmar lo que hace mucho se sabía: que nunca hace lo que de él se espera. Aunque ya había dado aviso en sus discos anteriores al incluir temas de Elvis Presley, Talking Heads y Nirvana.

Hoy, a quien se lo pregunte, a Caetano Veloso lo destaca la importancia y el potencial creativo del rock alternativo, y reconoce que para la realización de y Zii e Zie obtuvo la inspiración durante la escucha de un concierto que los Pixies dieron para la BBC.

VIDEO SUGERIDO: Caetano Veloso Cê Ao Vivo – Deusa Urbana, YouTube (Alecaxito)

Oyó la música reducida a lo esencial. Concisa y cruda. Y debido a ello comenzó a planificar, como nunca antes, la sonoridad de cada canción desde el mismo momento de escribirla.

El material del primer disco se lo presentó al que sería el guitarrista principal del grupo, Pedro Sá, con los arreglos delineados para dicho instrumento, luego con la ayuda de él y de su hijo, Moreno, reclutaron al bajista y al baterista de entre los amigos de este último.

Influenciado, pues, por esta generación, Caetano Veloso se enroló en la hechura de una obra completamente inmersa en la corriente indie y alternativa.

Los temas que componen ambos discos son totalmente inéditos tras seis años de no acceder a los estudios de grabación. Y en ellos la envoltura va de la samba al rock, el blues y el punk, con el objeto de cantarle al sexo, al desamor, a la política y a la cotidianidad.

El resultado ubica a Veloso –un cantautor consagrado del siglo pasado— como artista vigente y casi atemporal. En una nueva apuesta por la música brasileña pero buscando  sonoridades y mezclas distintas.

Si las pieles sudorosas, pezones, erecciones, orgasmos, toda una poética corporal con imágenes y metáforas lúbricas, son los contenidos de las canciones de .

Los mensajes políticos de la era pre-Obama, así como las duras historias de desconocidos, rotos y marginados, pobres y  yonquis, son los de Zii e Zie.

Y el rock como principio, porque según las propias palabras del autor: “El rock es más sexo que amor, es una expresión de energía”. Pero también está incluida la política social que rechaza los populismos: “Me parece reaccionario justificar lo injustificable y venerar regímenes horrendos como el de Fidel Castro, por ejemplo. Esa forma de izquierdismo amenaza mis sueños de armonía, dignidad y justicia”, ha dicho Veloso.

Caetano dijo en cierta ocasión que sus canciones siempre eran autobiográficas, porque “hasta las que no son, lo son”.

En estos álbumes está lo mismo el sufrimiento por la separación de sus ex mujeres que la condena a las cárceles clandestinas. Hay mucho de rabia en esos temas, una que hace referencia a los tratamientos de lo mismo por Lou Reed o Bob Dylan, del que declara sentirse más apasionado que nunca. “Me gusta como escribe, tanto sus canciones como sus textos autobiográficos”.

Por eso estos son discos diferentes dentro de toda su discografía. Cuando uno escucha las canciones con esta formación rockera comprende por qué Caetano se siente tan vivo ahora, tan redescubridor de pasiones, a las cuales les aplicó además la experimentación.

Esa misma que le recuerda su paso por Os Mutantes, agrupación que puso a Brasil en el mapa de la progresión psicodélica del mítico 1967.

Pedro Sá y él crearon específicamente a la banda rockera para la realización de estos álbumes, pero las canciones son tan maleables que podrían estar es un disco con arreglos de bossa nova.

En ellos autor y acompañantes lograron establecer un diálogo con la historia del rock y el postpunk. Apostaron por las mezclas como enriquecimiento, contraviniendo a los snobs que defienden la pureza de los géneros.

Caetano Veloso va con los tiempos. Está en contra de la idea de autenticidad, no le interesa para nada la pureza en general, porque sabe y lo dice: “No hay nada en el continente de América que sea totalmente puro”.

Y  comprobó estar en lo correcto cuando recibió tras la aparición de estos discos la siguientes líneas de un intelectual y antiguo amigo: “Abandonaste  los tambores de Bahía y las cuerdas, esos sonidos que nos encantaban, ahora has hecho discos con una formato de rock. Y, paradójicamente, creo que me gustan más”.

VIDEO SUGERIDO: Caetano toca música inédita “Falso Leblon”, YouTube (obraprogresso)

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