FRANK ZAPPA: EL QUIJOTE AUSENTE (XII)*

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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XII

 

SOMERO ACERCAMIENTO DISCOGRÁFICO

 

Jazz from Hell (EMI, 1984). Sólo siete de las “quinientas, más o menos”, piezas de Synclavier en las que Zappa había trabajado. El Synclavier fue el interfaz (de computadora a digital) usado por Miles Davis en Tutu. La pureza transparente de los rellenos de Perfect Stranger fue reemplazada por sonidos más carnales. Resultó interesante que Conlon Nancarrow (el asombroso compositor radicado en México que recurrió a la perforación de rollos de pianola para promover sus ideas “intocables” y mencionado en Tinseltown Rebellion) proporcione a Zappa una guía para dicha evasión del virtuosismo musical. Para un poco de alivio se presenta un auténtico escaparate para la guitarra, “St Etienne” (quizá llamado así por Pierre Boulez, pues en este “desierto cultural” creció). Con Jazz from Hell, Zappa se colocó a la cabeza de los compositores futuristas de nivel mundial.  Había adquirido más RAM para incrementar el realismo digital. Se hace agua la boca.

 

Thing‑Fish (Capitol, 1984). Esta visión escabrosa de Broadway nos restriega en la cara el SIDA, el racismo y el vacío de los yuppies. Johnny “Guitar” Watson es el invitado en la voz. Un ejemplar de este álbum no debe faltar en casa.

 

Frank Zappa Meets the Mothers of Prevention (EMI, 1985). Para el consumo fuera de los Estados Unidos Zappa omitió “Porn Wars”, un collage de declaraciones sensacionalistas sobre la censura del rock, sustituyéndola por una canción de protesta interpretada por Johnny “Guitar” Watson, “I Don’t Even Care” y dos piezas instrumentales abstractas. El CD las contiene todas. Zappa considera el movimiento censor como una amenaza para la libertad de expresión, con sus ataques contra el supuesto “lenguaje obsceno” del heavy metal y el rap, y efectuó una vigorosa campaña contra él.  “Yo Cats” es una diatriba contra la mafia de los músicos sesionistas, cantada espléndidamente por Ike Willis; “We’re Turning Again” critica el revival sesentero (Hendrix, Doors, etcétera); “Aerobics in Bondage” es más locura en el Synclavier. Un clásico.

 

Broadway the Hard Way (Zappa, 1988). Una colección de las nuevas canciones presentadas durante la gira de 1988, con ataques dirigidos contra el feminismo a nivel ejecutivo, los republicanos y los evangelizadores televisivos. El grupo incluyó a una sección de metales sin igual (Walt Fowler, trompeta; Bruce Fowler, trombón; Paul Carman, sax alto; Albert Wing, sax tenor; Kurt McGettrick, sax barítono), pero no tenemos muchas oportunidades de disfrutarlos. Caracterizado por una mayor mordacidad política que You Are What You Is, todo el álbum parece un Money puesto al día. Algunas de las líneas melódicas de las vocales –“Jesus Thinks You’re a Jerk”, “Any Kind of Pain”, “Rhymin’ Man”– poseen la belleza inquietante y cínica de Kurt Weill.

 

You Can’t Do That on Stage Anymore Vol. 1 (Zappa, 1969‑1988). El primero de una serie de seis CDs dobles que presentan a Zappa en vivo durante los últimos 20 años. La reelaboración de los temas y la adaptación personal de la composición a diferentes personas impone la comparación con Duke Ellington. Esto incluye una versión de “Louie Louie” grabada en The Factory en el Bronx en 1969, con Lowell George en la guitarra y la voz, “Sofa #2” de Génova y un tempestuoso “Zomby Woof” de Milán.

 

You Can’t Do That on Stage Anymore Vol. 2 (Zappa, 1988). Este álbum presenta un concierto completo dado en Helsinki en julio de 1974 por el quinteto de Roxy and Elsewhere, un grupo de extraordinario talento interpretando música que conocía al derecho y al revés, lo cual les permitía divertirse al máximo con ella. La ejecución de la guitarra es violenta, incluso para Zappa –en “ARDNZL”, por ejemplo, se escucha una improvisación implacable y con todo luminosa, de alguna manera–; George Duke aporta su virtuosismo al acompañamiento; y Napoleon Murphy Brock (enfermo de pulmonía!) brinda un alivio cómico. Dura dos horas y no aburre en ningún momento.

 

You Can’t Do That on Stage Anymore Vol. 3 (Zappa, 1971‑1988). El grupo de 1984 (Ike Willis, guitarra y voz; Ray White, guitarra y voz; Bobby Martin, teclados y voz; Alan Zavod, teclados; Scott Thunes, bajo; Chad Wackerman, batería) predomina aquí. Si bien se trata de un vehículo excelente para los solos de guitarra de Zappa, contiene demasiado de You Are What You Is para mi gusto. Algunos puntos memorables son una asombrosa versión de “Drowning Witch”, resultado de la edición de interpretaciones hechas por dos grupos diferentes (según Zappa, el grupo de 1984 nunca la tocó correctamente y el de 1982 “sólo logró acercarse en una ocasión”); un blues sobre Nixon con el grupo de Roxy; un bullicioso solo de Terry Bozzio en la batería; una versión de “Zoot Allures” dotada de un magnífico sonido decadente y otra de “King Kong” de 24 minutos de duración, incorporando solos de 1969, 1971 y 1982.

 

You Can’t Do That on Stage Anymore Vol. 4 (Zappa, 1969‑1988). Una alegre colección orientada a las canciones y notable por un solo en el sax tenor por Archie Shepp, en “Let’s Move to Cleveland” (1984); algunas piezas de Thing‑Fish que tal vez recuerden a la gente lo bien que Zappa componía para la ópera; la brillante “Approximate”, que hace pensar en Varèse; la extraña “Florentine Pogen” y un rap hilarante pero doloroso grabado por Zappa en 1969, “Tiny Sick Tears”.La intervención de Shepp es seguida, apropiadamente, por unas improvisaciones libres de los Mothers of Invention de 1969, “You Call That Music?”, que demuestran cuánto aprendió Zappa al jazz revolucionario de fines de los sesentas. Asimismo, aparece Captain Beefheart en una versión de nueve minutos de “The Torture Never Stops” de 1976, totalmente diferente de su forma final, mientras el grupo le tupe a un riff de Howlin’ Wolf con el veneno puro aportado por Hubert Sumlin a su guitarra.

 

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The Best Band You Never Heard in Your Life (Zappa, 1991). Merece aplausos atronadores este recuerdo dejado por el grupo de la gira de 1988, que se disolvió a la mitad del calendario y le costó mucho dinero al líder. En vista de la calidad del grupo, como puede apreciarse en este concierto, no es posible culparlo por sentirse mal:  una sección de metales de enorme brío brinda fuego y alma adicionales a joyas zappianas como “Who Needs the Peace Corps” y “Eric Dolphy Memorial Barbeque”, el gobierno envía a un vocero, Jimmy Swaggart es hecho pedacitos, un grupo de covers recorre desde “Bolero” hasta “Sunshine of Your Love”, piezas como “Zoot Allures” reciben suntuosas texturas nuevas y todo termina con los metales tocando el solo en la guitarra de Jimmy Page en “Stairway to Heaven”.

 

Make a Jazz Noise Here (Zappa, 1991). Una bomba musical que deja a los metales de 1988 espacio para extenderse en música que suena como una alianza profana de jazz vulgar, improvisación libre, vanguardia clásica, samples de la Knitting Factory y manía guitarrística. La trompeta de Walt Fowler en “Royal March”, de Soldier’s Tale de Stravinsky, es asombrosamente ligera. Uno está acostumbrado a escuchar música de este nivel creativo tocada frente a públicos de alrededor de veinte o de cinco personas; el que Zappa lograra presentar tal material a audiencias de miles fue extraordinario. Adorno apuntó que la vanguardia con frecuencia es perjudicada porque se le niega la excelencia tecnológica brindada a las empresas comerciales.  Jazz Noise es un desafío contra la austeridad extrema impuesta a los músicos más creativos.  Poderoso.

 

Beat the Boots (Zappa, 1991). Frank Zappa había sido víctima de despiadados piratas a lo largo de su carrera. Decidió editar él mismo ocho famosos discos piratas, a precios razonables. Como él dice, “Si a fuerza quieren basura, ahora podrán adquirir una basura perfectamente accesible y tal vez sacar del negocio a algún estafador”.  Todos han salido con la disquera Foo‑Eee.

 

As An Am Zappa ‑ Nueva York, 31 de octubre de 1981. The Ark ‑ Boston, julio de 1968.

 

Freaks and Motherfuckers ‑ Fillmore East, 11 de mayo de 1970.

 

Unmitigated Audacity ‑ Notre Dame University, 12 de mayo de 1974.

 

Any Way the Wind Blows ‑ París, 24 de febrero de 1979 (doble).

 

‘Tis the Season to Be Jelly ‑ Suecia, 30 de noviembre de 1967.

 

Saarbrucken 1978 ‑ Saarbrucken, 3 de septiembre de 1978.

 

Piquantique ‑ Estocolmo, 21 de agosto de 1973 y Sydney, 1973.

 

En los dos últimos años, Frank Zappa publicó el siguiente material en ediciones especiales o reediciones en CD, todas en la compañía IRS:

 

Zappa in New York

 

Beat the Boots Vol. 2

 

The Perfect Stranger

Francesco Zappa

 

You Can’t Do That Vol. 5

 

You Can’t Do That Vol. 6

(ambos de colección incuestionable)

 

The Man from Utopia (en CD, 1993).

 

The Yellow Shark (1993). (con Frank Zappa & the Ensemble Modern)

 

Ahead of Their Time (1993). (conocido como el soundtrack sin film)

 

VIDEO: I’m Not Satisfied (Live, 1966) – Frank Zappa, YouTube (Thischannelnolongeresists)

 

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*El ensayo “El Quijote Ausente” forma parte del libro Frank Zappa (El Quijote Ausente), volumen publicado por la Editorial Doble A y, de manera seriada, en el blog Con los audífonos puestos.

 

 

 

FRANK ZAPPA

(EL Quijote Ausente)

Sergio Monsalvo C.

Editorial Doble A

Colección “Ensayos”

The Netherlands 2023

 

 

 

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FRANK ZAPPA: EL QUIJOTE AUSENTE (XI)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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XI

 

SOMERO ACERCAMIENTO DISCOGRÁFICO (4)

 

Joe’s Garage Acts I, II & III, Frank Zappa (Rykodisc, 1979).

Zappa cierra magníficamente el decenio de los setenta con una obra en tres actos que narra las desventuras de Joe, un guitarrista que tiene un grupo de rock que inicia su camino en el garage de su casa, pero en una época en la que, debido al excesivo gasto de energéticos, la música de rock (conciertos y todo eso) se encuentra prohibida. El Escudriñador Central, narrador de la historia, es quien se encarga de vigilar que esta disposición se lleve a cabo. No hay desperdicio en los tres discos, pero resalta la belleza del mejor solo de guitarra que se le ha oído a Zappa en años, lleno de enorme belleza formal y emotiva, llamado “Watermelon in Easter Hay”. Otros cortes importantes son el bluesero “Why Does It Hurt When I Pee”, el “Wet T‑Shirt Contest” y la respuesta a “Jewish Princess”, llamada “Catholic Girls”, como para que todas las partes se sintieran aludidas. Entre los músicos participantes se encuentran los entonces jóvenes Vinnie Collaiuta, a la batería, y el guitarrista Warren Cucurullo.

 

Baby Snakes (CBS, 1979).

Versiones en vivo de canciones de Live in New York y Sheik erbouti, el soundtrack del video. Material excelente, grabado con energía máxima.

Joe’s Garage Acts 1, 2 & 3 (CBS, 1979).

Dos horas de canciones en suave transición, con la “narración” hecha por Zappa hablando por un megáfono de plástico (como “The Central Scrutinizer”).  La producción del bajo y la batería es de ambiente, al estilo de los discos de soul de fines de los setenta, y los solos de la guitarra en su mayoría son xenócronos, lo cual les otorga una ausencia vivaz de propulsión. “A Token of My Extreme”, una canción de Flo & Eddie Mothers de 1971, es intrigante; otras están menos inspiradas. Del lado uno, el sexo con un robot llamado Cy Borg posee una brutalidad magnífica e incluye un solo de Peter Wolf en los sintetizadores que imita en forma experta las sensaciones del sexo oral. “A Little Green Rosetta” es, según el respectivo punto de vista, (a) un chiste divertido, (b) una imponente degradación de los productos de consumo, (c) una pérdida de tiempo.

Tinseltown Rebellion (CBS, 1981).

Las giras demasiado prolongadas dedicadas a documentar las debilidades de sus músicos terminan por dar a las letras de Zappa un inexorable carácter sexista que llega a cansar. Abundan las versiones de canciones antiguas.  Los músicos –que ahora incluyen a la futura estrella del metal Steve Vai, a los tecladistas Tommy Mars y Peter Wolf y al percusionista Ed Mann– sin duda son deslumbrantemente capaces, pero al revelarse sus personalidades en las canciones (como el cover de “Brown Shoes Don’t Make It”) suenan idiotas y les falta el encanto pachuco de los Mothers originales. El “ataque” dirigido por Zappa contra el punk de Los Ángeles en el track del título suena un tanto desinformado. Pero “The Blue Light” es sumamente peculiar y el único track de guitarra es una maravilla.

You Are What You Is (CBS, 1981).

Otra vez el énfasis en la voz.  La única “música música” (en palabras del propio Zappa) es “Theme from the 3rd Movement of Sinister Footwear”.  “Jumbo Go Away” tal vez se salve por su insensibilidad, pero la naturaleza trillada del tema (los integrantes de un conjunto aburridos con las groupies) parece invadir la pieza. Los laboriosos ejercicios corales parecen eternos. Los comentarios políticos son válidos pero pesados, careciendo la urgencia paranoica de antaño. Incluso los incondicionales desearon que sacara ya un álbum instrumental.

Ship Arriving Too Late to Save a Drowning Witch (CBS, 1982).

Este casi lo fue. Una nueva riqueza de múltiples facetas confirió un carácter directo incluso a la interpretación vocal. El hit fue “Valley Girl”, en el que Moon, la hija de Zappa, se mofaba de los giros acostumbrados por la juventud adinerada de Hollywood. Como de costumbre, el instinto de Zappa por lo barato y divertido costeó la musicalidad abstrusa: “Drowning Witch”, que arranca con galimatías habladas, es un compendio de la composición de vanguardia. “Teenage Prostitute” documentó la otra cara de la vida en Los Ángeles. Material clásico.

The Man from Utopia (CBS, 1983).

Aquí evolucionó la voz hablada de Zappa, con frecuencia “acompañada” por instrumentos grabados encima (overdubbed) que siguen las transcripciones hechas por Steve Vai de la monserga libre de Zappa. En “The Dangerous Kitchen” y “The Radio Is Broken”, los resultados forman una colisión increíble de disciplina y azar.  Hay tres piezas instrumentales cruciales, una canción contra los sindicatos (“Stick Together”), que refleja las aspiraciones pequeñoburguesas de Zappa como compositor, y un popurrí de rhythm and blues. Disparejo, pero un excitante indicio de que Drowning Witch no fue ningún fogonazo. Zappa estaba preparando algo nuevo en su esquema compositor.

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London Symphony Orchestra Vols 1, 2 & 3 (Barking Pumpkin, 1983).

Un artículo en Society Pages de Oslo (el fanzine de Zappa reubicado desde entonces en Nueva York) comparó las orquestaciones de Zappa con el cerebro de un dinosaurio. Si bien sirven perfectamente para pequeños conjuntos, según ahí se argumentaba, no son capaces de animar a una orquesta sinfónica completa. “Bogus Pomp” (en el vol. 2 en vinil y en el CD) pretendía parodiar los clichés cinematográficos con “fanfarrias vulgares, pasajes sentimentales babeantes y previsible `música para dar miedo’”, según Zappa. Si uno no anda buscando el futurismo de Giacinto Scelsi o Michael Finnissy, por decir algo, las instrumentaciones son excelentes, una inundación exuberante de la esencia de Zappa. El vol. 2 en vinil contiene dos tracks –“Bob in Dacron” y “Strictly Genteel”– no incluidos en el CD. La calidad de la grabación es ejemplar. La inscripción de la funda incluye una crítica característicamente sabrosa de la sección de trompetas de la sinfónica por el compositor.

 

Francesco Zappa (Barking Pumpkin, 1984).

Sonatas barrocas para trío de Francesco Zappa que (según Grove) tuvo su mejor época entre 1763 y 1788, ejecutadas en el Consorte de Gratificación Digital de la Calabaza Ladradora (es decir, el Synclavier de Zappa) con la colaboración del clarinetista David Ocker, quien además proporciona unos excelentes apuntes que ayudan a revelar la función de la música barroca (“serrando las cuerdas mientras los aristócratas cenaban”). Suena como una tarjeta navideña musical. La máquina de ritmos agrega un inquietante enfoque mecánico.

Them or Us (EMI, 1984).

Los álbumes de “rock” de Frank –las colecciones desprovistas de una intención temática o musical específica– a estas alturas se habían convertido en unas mezclas despreocupadas en las que el maestro saltaba de melodía en melodía como en los remotos principios, pero sin yuxtaposiciones demasiado discordantes. Este disco contiene pasajes instrumentales llenos de maestría deslumbrante. Steve Vai supera incluso al líder del grupo en su escaparate “Stevie’s Spanking” y se presenta la primera prueba del nuevo interés de FZ en los covers, con una interpretación de “Whipping Post” de los Allman Broters que le gana a cualquier boogie que el Sur hubiera podido servir. El título se refiere a la indignación moral de Zappa ante los nuevos esfuerzos por censurar la música. Y todos estamos de acuerdo.

The Perfect Stranger (EMI, 1984).

Afirman los rumores que Zappa se peleó con Pierre Boulez durante este proyecto, lo cual explica las cuatro incursiones (excelentes) con el Synclavier en un álbum aparentemente ejecutado por el Ensemble Intercontemporain de Boulez. La lista de “influencias” publicada por Freak Out incluía a Pierre Boulez y, abstracción hecha de los rumores (se debería tomar en cuenta la terriblemente graciosa “Down in France” de Zappa incluida en Them or Us; recuerden que muestra mucho respeto hacia Boulez en el Real Frank Zappa Book), la música es magnífica. Conforme madura todo mundo, estas fusiones han sido aceptadas cada vez más. El chiste es que esta colaboración produjo música moderna importante. Si bien Zappa (¿a la defensiva?) la describe como “absurdamente antimoderna”, se trata de material para la Isla Desierta.

Shut Up ‘n Play Yer Guitar (CBS, 1984).

Zappa siempre grabó sus conciertos. En esta ocasión decidió sacar una serie de solos de guitarra, acompañados por recursos acústicos de estudio. Muchos de los tracks derivaron de “Inca Roads”, una pieza jazzeada particularmente adecuada para la ejecución melódica y claustrofóbica de la guitarra por Zappa. Alguien de hecho usó la máquina del rock para improvisar una música dotada de originalidad pasmosa. Hasta el arribo de Guitar, Shut Up pareció ser el Interstellar Space de Zappa. Ningún otro guitarrista había prestado una atención tan precisa a la separación rítmica. Una maravilla.

Guitar (Zappa, 1984).

Probablemente la mejor música disponible en disco.  132 minutos de la guitarra de Zappa en vivo con un grupo que realmente se adapta a sus extensiones. La fabulosa calidad escultural del sonido hace que Shut Up suene enmalecido. Chad Wackerman (batería) y Scott Thunes (bajo) son algo especial. Como John Swenson señaló en Guitar World, Zappa tenía cajas y cajas de música así. Espléndido.

 

VIDEO: Frank Zappa “-Watermelon in Easter Hay-“ 1988 (HD), YouTube (Live Music HD)

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FRANK ZAPPA: EL QUIJOTE AUSENTE (X)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

FRANK ZAPPA APOSTROPHE 12" LP VINYL

 

 

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SOMERO ACERCAMIENTO DISCOGRÁFICO (3)

 

Apostrophe, The Mothers of Invention (Discreet, 1974). Un álbum de canciones e historias colocadas en la música “para tu placer en la cena y el baile”, dice la portada. Aquí participan los viejos amigos Ray Collins y “Sugarcane” Harris, al lado de un maduro bajista, Jack Bruce. Canciones destacables: “Cosmik Debris” y “Stink Foot”.

Roxy and Elsewhere. The Mothers of Invention (Discreet, 1974). Gran disco grabado en vivo en el Roxy hollywoodense y en otros sitios de la Unión Americana. En él se pone en evidencia la enorme capacidad de respuesta escénica de Zappa y de un grupazo formado, entre otros, por George Duke, Tom Fowler, Ruth Underwood y Chester Thompson. Canciones memorables son “Cheepnis”, acerca de las películas de terror de los años cincuenta; “More Trouble Everyday”, versión actualizada de este viejo tema; “Penguin in Bondage” y “Be‑Bop Tango”.

One Size Fits All, The Mothers of Invention (Discreet, 1975). Aquí se presenta casi la misma alineación de Roxy and Elsewhere  y pese a ello podría calificarse como una obra menor, aunque canciones como “Inca Roads”, “Sofa No. 1 & 2” y “San Ber’dino” salvan el disco.

Bongo Fury, Zappa/Beefheart (Discreet, 1975). Grabado en el Armadillo World Headquarters en Austin, Texas, el  20 y  21 de mayo de 1975, este disco cuenta con la valiosa aportación de Don Van Vliet, también conocido como Captain Beefheart, quien se había peleado por años con Zappa y, cual era su costumbre, utiliza la voz como un instrumento más, aparte de su bluesera armónica. Lo anterior puede ser constatado en cortes como “Debra Kadabra”, “Advance Romance” y “Man with a Woman’s Head”. Aquí aparece, por vez primera, el joven baterista Terry Bozzio.

Zoot Allures. Frank Zappa (Warner Bros., 1976). Este disco, en el que toca la batería Terry Bozzio, fue recibido con frialdad tanto por la crítica como por los viejos fanáticos de Zappa, ya que se dijo que el músico había llevado sus composiciones hacia los terrenos del consumo instantáneo; sin embargo, para variar estaban equivocados. Frank Zappa no intenta agradar a las mayorías, sólo sigue sus propios impulsos creativos, y si éstos parecen respaldar una corriente o tendencia de moda le importa un pepino. Este es el caso.

Zappa in New York. Frank Zappa (Discreet, 1977). Grabado en la navidad de 1976, es un álbum doble que posee todo ese viejo sarcasmo lírico devastador de Zappa, pero también un impecable desempeño instrumental debido, entre otros, a los hermanos Randy (trompeta) y Mike (saxo tenor y flauta) Brecker; a Terry Bozzio (batería); a Ray White (paradójicamente, un negro de poderosa voz y guitarra rítmica eficaz). Don Pardo, el anunciador del programa Saturday Night Live, aporta su granito de arena para crear atmósferas. Todo el álbum es bueno, pero es necesario destacar temas como la socarrona “Tetitas y Cerveza”; la sensible balada instrumental “Te prometo no venirme en tu boca”, “Emma la pierna grande”, “Cariño, ¿no deseas a un hombre como yo?” y el portentoso blues que dura 24’09”, basado en un hecho real, intitulado “El bandido de la lavativa de Illinois”.

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Studio Tan, Frank Zappa (Discreet, 1978). Álbum orientado hacia lo que podría llamarse “clásico‑contemporáneo”, con una base fuertemente percusiva, como en “Black Page”. El humor vuelve a tener fuerza, ya que el primer lado narra las muchas aventuras de Greggery Peccary, un cerdito que transcurre su vida entre Texas y Paraguay y simboliza a la clase media estadounidense.

Sleep Dirt. Frank Zappa (Discreet, 1979). Este es, junto con Live in New York, la evidencia de la enorme energía de Zappa en esa época. El disco presenta música rigurosa y exigente y requiere de varias oídas atentas para ir acomodándose el cerebro de acuerdo al estímulo auditivo. La obra es muy diversa, lo mismo tiene acentos progresivos (“Filthy Habits”), convertidos después en referencias al rock duro y al mismísimo Hendrix, que echa mano de una mezcla de ritmos irlandeses, piano jazzístico (“Regyptian Strut”), o penetra en el espacio de la música dodecafónica (“Time Is Money”).

Sheik Yerbouti. Frank Zappa (Rykodisc, 1979). Resulta irónico que, después de 24 meses sin grabar, Zappa cierre el decenio de los setenta con cuatro álbumes en un año (¡dos de ellos dobles!). El compositor se encuentra en su mejor forma tanto lírica como musical, que se despliega en cuatro lados plenos de un solvente desempeño y variedad instrumental y un corrosivo sentido del humor. El grupo integrado para esta oportunidad navega con soltura por las más agitadas y diversas corrientes, que van desde el rock, las armonías gospel, el funky, las reminiscencias progresivas y las piezas para solos de guitarra. Destacan la desternillante y realista “Flakes” (con todo y su magnífica imitación de Bob Dylan); el comentario ácido sobre la música disco (“Dancing Fool”); la sátira del americano medio (“Bobby Brown”); “City of Tiny Lights” y la controversial (se quejaron algunas agrupaciones judaicas) “Jewish Princess”.

Orchestral Favorites. Frank Zappa (Discreet, 1979). Esta obra iba a salir como una caja llamada Lather, una trilogía compuesta además por Studio Tan y Sleep Dirt, en donde se haría referencia al teatro musical, a la experimentación instrumental y las composiciones para orquesta que se muestran aquí. En este álbum se rearreglan algunos temas presentados anteriormente, como “Strictly Genteel” (200 Motels) o “Duke of Prunes” (Absolutely Free).

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VIDEO: Frank Zappa – Strictly Genteel (Live At Royce Hall, 1975/Remastered 2019), YouTube (Frank Zappa)

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FRANK ZAPPA: EL QUIJOTE AUSENTE (IX)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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SOMERO ACERCAMIENTO DISCOGRÁFICO (2)

 

Hot Rats. Frank Zappa (Bizarre, 1969). Es un trabajo como solista de Zappa una vez desintegrado su grupo, porque “ya me harté de encargarme de todo y que otros cobren por ello”, declaró por esos años el compositor. Es una obra básicamente experimental que despliega el uso de diversos implementos electrónicos como el sintetizador Moog, del que Zappa fue pionero. A la pregunta sobre quién fue la primera persona en utilizar este aparato, Frank contestó, muy serio: “Su inventor”. Lo cierto es que él lo usó por vez primera. “Peaches in Regalia” es uno de los mejores cortes de este disco. Aquí participa, con acierto, inicialmente el violinista Jean‑Luc Ponty.

Burnt Weeny Sandwich. The Mothers of Invention (Bizarre, 1970). Singular disco que captura, en diversos cortes, la fuerza del grupo en vivo. Presenta, entre otras cosas, un tremendo solo de violín de “Sugarcane” Harris. “WPLJ”  es una canción que se volvió mítica, por la inserción de un diálogo en español entre dos chicanos drogados. El álbum entrega una afortunada mezcla de temas instrumentales y de contenido lírico. “The House I Used to Live in” y “Holyday in Berlin” son dos cortes destacados, recurrentes en muchos de los discos en vivo que aparecerán a partir del decenio de los ochenta.

Weasels Ripped My Flesh. The Mothers of Invention (Bizarre, 1970). Este álbum es un trabajo que podría calificarse de transición, tanto por la inclusión de nuevos elementos en el grupo como por sus alcances instrumentales y líricos. Entre los músicos que intervienen en la grabación está Lowell George, el efectivo guitarrista (que después formaría Little Feat con otro ex‑Mother, el bajista Roy Estrada) que encontraría la muerte en 1979. Temas curiosos: “Preludio a la tarde de una máscara de gases sexualmente excitada” y “Mi guitarra quiere asesinar a tu madre”.

Chunga’s Revenge. Frank Zappa (Bizarre, 1970). Sigue la línea melódica del Uncle Meat, sobre todo en las inser­ciones jazzísticas. El rock incluido posee una gran cantidad de intervenciones de una sensacional guitarra distorsionada impuesta sobre estribillos rockabilly, como en “Transylvania Boogie” y “Sharleena”.

Live at the Fillmore East ‑ June 1971. The Mothers of Invention (Reprise, 1971). Con la inclusión de dos de los ex integrantes de The Turtles, Marc Volman y Howard Kaylan, esta alineación de Mothers of Invention ganó mucho en el aspecto histriónico y teatral, y este disco es la prueba de ello con temas tan discursivos pero desternillantes como “Do You Like My New Car?”, “What Kind of Girl Do You Think We Are?” o “The Mud Shark”; además de una última vuelta de tuerca a “Happy Together” de The Turtles.

 

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200 Motels (United Artists, 1971). Álbum con el sonido original de la cinta del mismo nombre, que parodia y se basa en las experiencias de Zappa en las giras con su grupo, en la que Ringo Starr hace el papel del líder Frank. Canciones: “This Town Is a Seal Tuna Sandwich”, “Lonesome Cowboy Burt”, interpretada –paradójicamente– por el indio del grupo, Jimmy Carl Black, y “Centerville”. Las partes orquestales fueron realizadas por la Filarmónica de Londres.

Just Another Band from L.A. The Mothers of Invention (Reprise, 1972). Disco en vivo grabado en el Pauley Pavillion de UCLA, Los Ángeles, en 1971. Contiene la primera versión de aquella miniobra conceptual llamada “Billy the Mountain”, que aquí dura todo un lado (24’42”). También se incluye una alargada interpretación de la vieja “Call Any Vegetable” y una efectiva (sobre todo por el requinto) reelaboración de “Dog Breath”.  Aparte de Zappa intervienen Marc Volman y Howard Kaylan, en las voces; Ian Underwood en los teclados y Aynsley Dunbar en las percusiones.

Waka/Jawaka. Frank Zappa (Bizarre, 1972). Durante la gira europea de aquel año, en el concierto del Royal  Albert Hall de Londres, un tipo celoso porque su novia adoraba a Zappa subió al escenario y lo arrojó a las butacas. A consecuencia del golpe, el músico resultó con una pierna fracturada y debió suspender la tour. Después de ese accidente, entrega este álbum casi instrumental de composiciones largas para orquesta, algunas veces consistente de 20 elementos que con frecuencia tocan al modo de una de las grandes bandas jazzísticas; aquí Zappa explora, crea nuevos paisajes de sonido, color e intensidad, al lado de Sal Márquez en la trompeta y un efectivísimo Aynsley Dunbar en las percusiones.

The Grand Wazoo. Frank Zappa (Bizarre, 1972). Gran disco conceptual poco publicitado en donde los metales (trompetas y saxofones de todos tipos y calibres) y las percusiones llevan el papel principal (al menos en el primer lado). Esta obra, mayoritariamente de corte jazzístico, narra la historia de Awreetus‑Awrightus, el emperador funky que poseía un fantástico ejército de músicos desempleados quienes engordaban en paz, siempre que no estuvieran peleando contra el archivillano Mediocrates of Pedestrium. Intervienen 21 músicos en esta grabación; entre ellos Tony “Bat Man” Ortega, Sal Márquez, Aynsley Dunbar y George Duke.

Overnite Sensation. The Mothers of Invention (Discreet, 1973). Álbum compuesto por canciones cortas de gran contenido lírico y socarrón, recobrando los agudos comentarios sociales de Zappa, como en “The Slime”, “Dirty Love” o “Camarillo Brillo”. Los esposos Ruth e Ian Underwood, Sal Márquez, los hermanos Tom y Bruce Fowler, George Duke y El Francés Volador, Jean‑Luc Ponty, trabajan aquí.

 

VIDEO: Frank Zappa – Dirty Love (Over – Nite Sensation, September

 7, YouTube (djclay33)

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