Por SERGIO MONSALVO C.
EL BEAT DE LA IDENTIDAD
(2002)
Al comienzo del año una nueva etapa para la economía mundial. La Unión Europea puso en circulación los billetes de su nueva moneda: el euro.
El 6 de febrero en el Reino Unido, en Londres, se celebró el 50 aniversario de la llegada al trono de la reina Isabel II.
En el mismo mes la NASA, a través de la nave Mars Odyssey, comenzó a cartografiar la superficie de Marte.
——-
Dentro de sus piezas, al unísono de sus vívidos retratos, Tom Waits diseña también paisajes que evocan la imagen de esquinas desiertas iluminadas por la luz de neón. Las cuales comunican con plasticidad, con tino, los ambientes de los distintos escenarios urbanos en los que se llevan a cabo sus narraciones, a la orilla de lo cotidiano.
El factótum musical, por su parte, airea cada vez sus raíces en el blues, en el rock y en tendencias estilísticas como el country, el jazz, la palabra hablada, el avant-garde, el hip hop y por supuesto en los latigazos propinados al alma por sus baladas. La suma de todo ello equivale a calidad superior, artística, culta. Los dos álbumes Alice y Blood Money, que salieron al unísono ese año marcaron su vena para crear atmósferas meditabundas.
El revival del rock de garage en el siglo XXI, encarnado por los White Stripes, oriundos de Detroit, es la sublime síntesis donde confluyen todos los subgéneros del garage (sesentero, proto-punk, punk, psycho, psicodelia, underground…) junto al blues, el country y el folk. Jack White, el cerebro del dueto, entra en la categoría de los que hacen art-rock.
Su segundo álbum, White Blood Cells, por su evocación cultural y todos los intereses que muestra junto a la música: pintura, arquitectura, cine y músicas diversas, marca definitivamente su estilo, el cual se encuentra en lo musical y también en todo el arte que rodea al dúo: los videos (dirigidos siempre por reconocidos cineastas), escenografías, vestuarios y portadas de discos. Todo el bagaje de Jack se ha canalizado hacia un minimalismo donde el axioma “menos es más» ha conseguido la legitimación de lo auténtico.
——-
A su vez, la aparición en 2002 del álbum Yankee Hotel Foxtrot, pone de nueva cuenta a Jeff Tweedy en la palestra con Wilco. Y si antaño el grupo había esculpido con arcilla propia las figuras legendarias de Woody Guthrie y Hank Williams para crear su Alt country (los primeros discos de Wilco tuvieron esos moldes), con su nueva realización la agrupación se sublima. Yankee Hotel Foxtrot, es uno de esos discos que sorprende y emociona cada vez que se escucha. Es un clásico con todas las de la ley. Una obra destacada en términos de innovación.
Cuando se escucha a Wilco en esta obra no importa a qué género pertenezca cada canción o con qué instrumentos fue creada. Porque se sabe que estos músicos son guiados por un hombre que no ha dejado de sentir dolor desde que tiene memoria (sufre migraña aural). Ese estigma obliga al autor a enfrentarse con las preguntas obligadas sobre la vida. Y las respuestas siempre resultan sinceras y tan cínicas como profundas, arropadas con música tersa y de exquisito desarrollo.
VIDEO SUGERIDO: Wilco – “I Am Trying To Break Your Heart”, YouTube (moochyh)