Por SERGIO MONSALVO C.
En Grecia, el rock arrancó en la primera mitad de los años sesenta del siglo XX y poseyó un radicalismo esencial, dadas las condiciones políticas en las que vivía el país en aquella época. (por lo que Zeus estuvo en contra). Los primeros grupos originales fueron Formyx, los Beatkins, Juniors y los Dragons.
El movimiento se adjudicó su primer punto culminante en 1965 y los grupos más conocidos del momento eran los Olympians, Charms, los Sounds y MGC, que ya contaban con argumentos de música original. Dicho primer periodo terminó más o menos en 1968. Una de las causas fue el golpe de Estado de 1967, con el cual la milicia subió al poder y reprimió todo movimiento cultural innovador, incluso el pelo largo en los hombres.
Poco antes de la condena a la ilegalidad del género, en plenos aires de fascismo corriente, se fundó la agrupación Aphrodite’s Child en el exilio, cuyos integrantes eran Evángelos Odysséas Papathanasiou (conocido como Vangelis, ex Formyx, en los teclados, la flauta y percusiones), Demis Roussos (verdadero nombre: Artemios Ventouris Roussos, ex The Idols y We Five, en la voz y el bajo), Lucas Sideras (en la batería) y Anargyros “Silver” Kourlouris (en la guitarra y las percusiones).
Orientados inicialmente hacia el jazz-rock, conquistaron los primeros lugares de las listas de éxitos europeos en 1968 con baladas empalagosas y sentimentales como «Rain and Tears», contenida después en su disco debut llamado End of the World (Vertigo, 1969).
De esta manera, se crearon la reputación de ser un simple grupo de pop, que gracias a sus melifluas canciones y a la voz quejumbrosa del corpulento Demis Roussos entusiasmaba sobre todo a los corazones románticos de las muchachitas adolescentes, cuestión que se extendió hasta su segundo disco, It’s Five O’Clock (Vertigo, 1970). Tenían el éxito, pero estaban insatisfechos.
A fin de distanciarse de esta impresión superficial, el cuarteto presentó en 1972 un álbum doble, conceptual, progresivo y excéntrico al que denominaron 666 (Vertigo), basado en el apocalipsis bíblico y las letras de Costas Ferris, el cual cuenta la historia de la humanidad con numerosas referencias contemporáneas y críticas (su propia Iliada).
La complicada obra puso de manifiesto los talentos de Vangelis para la composición instrumental y las considerables cualidades vocales de Demis Roussos. Aunque no tuvo ventas extraordinarias, el disco se convirtió en objeto de culto y hasta la fecha es una rareza muy solicitada.
Tras la disolución de este grupo de rock en 1973, probablemente el único de aquel país que haya logrado un éxito internacional (con 20 millones de ejemplares vendidos), la compañía disquera sacó el Best of (Vertigo, 1974) y luego la Mercury otra antología de nombre Aphrodite’s Child en 1975.
Desde entonces Vangelis (nacido el 29 de marzo de 1943, en Volos, y fallecido el 17 de mayo del 2022) destacó como solista con sus imaginativos y extrovertidos experimentos musicales, dándose a conocer principalmente a nivel mundial con su música New Age y ambient para soundtracks de películas: Chariots of Fire, Blade Runner o 1942, entre decenas de ellas.
Su éxito en este sentido, en particular entre las décadas de los años setenta y ochenta, fue enorme por todo el orbe. En su mejor su época, Vangelis sobresalió como un innovador y como portador de un estilo muy reconocible.
El mundo lo había descubierto como miembro y master mind del mencionado Aphrodite’s Child, trío donde componía los mejores temas. Sin embargo, tenía muchas inquietudes como para ceñirse al universo del pop psicodélico, por muchas veleidades progresivas que incluyera.
El disco Earth (1973), fue su primer álbum oficial como solista. Ahí emergieron las grandes constantes de su obra: “pasión por ambientes planetarios, música de vocación sinfónica, pero con dimensiones melódicas muy accesibles, y un dominio efectista de los sintetizadores de última generación”. Ante tal ebullición, el grupo Yes le ofreció integrarse a él para cubrir la vacante que dejaba Rick Wakeman, pero el griego declinó la oferta para centrarse en su propia obra, a partir de entonces muy copiosa y muy retributiva económicamente.
Durante el siglo XXI trabajó muy poco, pero el lanzamiento en el 2021 del álbum Juno to Jupiter, donde volvió a su fascinación por la temática espacial, hizo concebir esperanzas entre su público de que volvía a la actividad, y de que llegarían nuevas entregas. Ya no fue así.
VIDEO: Vangelis – Chariots Of Fire, YouTube (VangelisVEVO)