68 rpm/62

Por SERGIO MONSALVO C.

68 RPM 62 (FOTO 1)

Birmingham es la segunda ciudad importante de la Gran Bretaña, después de Londres, y desde los años sesenta otro de los enormes calderos de la música británica. La libertad académica de la que gozaban las escuelas de arte en aquella zona propició el nacimiento de muchos grupos y el conocimiento entre los músicos, con el correspondiente intercambio de ideas al respecto de crear nuevas combinaciones sonoras.

The Move, Moody Blues y The Spencer Davis Group eran los grupos representativos de aquella escena que mezclaban muchos estilos. El rhythm & blues forjó en sus yunques a este último cuarteto, que tenía como compositor, tecladista y cantante a Steve Winwood, un jovencito multiinstrumentista de alma “negra” cuyas hechuras ya despuntaban en varios rubros. Los practicaba en las sesiones after hours del Club Elbow Room, donde las jams permitían medir los galones de cada elemento que subía al podio.

Winwood, al que ya le quedaba pequeño el grupo al que pertenecía (junto a su hermano Muff, Peter York y el guitarrista Spencer Davis), buscaba los compañeros necesarios para emprender una nueva faceta con más amplios horizontes, a pesar de que ya gozaba del éxito a los 17 años de edad gracias a temas como “Keep on Running”, “I’m a Man” y “Gimme Some Lovin’”.

Fue ahí entonces, durante aquellas actuaciones en dicho club, cuando se reencontró con Dave Mason, Jim Capaldi (ambos ex Deep Feeling) y Chris Wood (ex de Locomotive). Los había conocido anteriormente cuando eran sesionistas para la compañía Fontana y participaron en la grabación de “I’m a Man” del Spencer Davis Group.

68 RPM 62 (FOTO 2)

TRAFFIC

TRAFFIC

(Island Records)

 Aunque The Spencer Davis Group estuviera en ese momento en el punto más alto de su éxito comercial, Winwood intuyó las posibilidades y el potencial expresivo y artístico de la nueva aventura y dejó a aquella banda por esta nueva convocatoria, a la que llamaron Traffic. Todos los músicos reunidos eran talentosos multiinstrumentistas con un gran bagaje en varios estilos y el suficiente fogueo compositivo para atraerse la atención.

Todos estaban dispuestos a adoptar la lisergia como principal herramienta de su nueva música, que fundamentalmente sería un experimento ecléctico como lo exigían los tiempos que corrían (en el espejo beatle del Sgt. Pepper). Incluirían los sonidos del soul, del jazz, del folk y del blues, pasados por la psicodelia.

Así compusieron su primer disco, Mr. Fantasy. Los cuatro se retiraron a la campiña de Berkshire, a Aston Tirrold, con el fin de desarrollar su propio sonido y ensayar juntos en una granja (circunstancia que estaba de moda en ambos lados del Atlántico).

 La atmósfera agreste resonó en canciones como “Berkshire Poppies”, “Little Woman” y “House for Everyone”; esta última, en particular, estuvo también apuntalada por referencias tangenciales a los estados alterados (en la portada los músicos aparecen en el cottage-comuna, mientras digieren con toda probabilidad una dosis de hongos alucinógenos frente a la chimenea. Al menos así lo indica la imagen ritual).

En aquellos meses de voluntaria reclusión campestre, el grupo empezó a cobrar forma: Winwood tocaba la guitarra, el teclado y ocasionalmente el bajo eléctrico; Mason lo hacía con la guitarra e instrumentos exóticos como el sitar; Capaldi se ocupaba de la batería y la percusión; Wood se sentaba al órgano o con la flauta y el sax, y todos colaboraban en la realización de las partes vocales. El debut discográfico de Traffic tuvo lugar con el single “Paper Sun”, publicado por el sello Island en junio de 1967.

Sin embargo, Winwood empezó a tener problemas con Mason debido a que este último estaba muy apegado a las raíces del folk británico, mientras que Winwood y los demás querían ir más allá de él. Existían evidentes desacuerdos en lo referente a las elecciones musicales y a la dirección en la que se debería mover el grupo.

 Los contrastes entre ambos se reforzaron particularmente en la elección de los temas para publicar un single: Mason se decantaba por temas melódicos y ligeros, mientras que Winwood (y el resto del grupo) optaban por sus inclinaciones hacia el jazz.

 A estas dificultades se unieron después discusiones a propósito de la división de las regalías percibidas por las ventas de los discos. Como resultado, Dave Mason abandonó Traffic en diciembre, aunque luego fue invitado de nuevo a colaborar en el inicio de las grabaciones del siguiente álbum.

Detrás de aquel debut y la salida y el regreso de Mason vendría Traffic (1968), el segundo álbum del grupo y un clásico del jazz-rock psicodélico creado en aquellas tierras con tintes de country y folk-rock, en la misma dirección trazada por la anterior obra.

Una mezcla de r&b, British barroque (con el uso de instrumentación diversa) y folk-rock inglés. Un disco en el que se aprecia el consumo de sustancias para estimular el proceso creativo y su significación, en unos temas que se desarrollaban de manera progresiva, con elementos extraídos del blues y del jazz.

En la Gran Bretaña muy pocos mezclaban con tan buen gusto sus cartas: el vuelo libre del género sincopado, el músculo del rock, la piel humectada en la melancolía del folk, la convicción del soul, el lamento del blues, los viajes de la psicodelia e incluso cierta cadencia latina, una rareza en aquella época de etnocentrismo anglosajón.

Mason participaría con la aportación del tema “Feelin’ Allright”, una pieza representativa del grupo y muy versionada a la postre por infinidad de artistas.

68 RPM 62 (FOTO 3)

Personal: Steve Winwood, voz, teclados, órgano Hammond, guitarra, bajo y coros; Dave Mason, voz, guitarra, armónica, órgano Hammond y bajo; Chris Wood, flauta, sax y coros; Jim Capaldi, voz, batería, percusión y coros. Portada: Fotografía de Richard Polak.

VIDEO SUGERIDO: Traffic – Pearly Queen, YouTube (Terrence Cawley)

Graffiti: “Las barricadas cierran la calle pero abren el camino