Por SERGIO MONSALVO C.
JAZZÍSIMA TRINIDAD
(para Arturo Romero Ruíz)*
Uno, el aventurero, tuvo su teorema
-caballo, atolladero y coleta-
la fascinación como embuste
Otro, el ilusionista, también pensó
-formular tesis ni demostrables ni refutables-
creación de un sistema inconsistente
Romero Ruíz, el Macaco Loco, peroró
-música, pintura y rito-
concepción en jazzísima trinidad
sentenció:
Puedes describir tu lenguaje
desde tu propio lenguaje
o nada
Puedes explorar tu cerebro
con tu propio cerebro
o nada
Para justificarte
para hacerte posible
para trascenderte
o para aventurarte
Tú, tu único posible jinete
Tú, tu particular atolladero
Tú, tu única criatura
Fascinación, creación, concepción
Coleta refutable
tesis sin cuadratura
música desencadenada
Jazz fascinado con pasión
Jazz concreto tras libertad
Jazz creado en rito
Imagen del mundo
Imagen del misterio
Imagen de la búsqueda
Ego que choca
Ego que explota
Ego que manifiesta
Personalidad en transformación
Personalidad en lucha
Personalidad en espectáculo
Macaco Loco de inmediatez
de representación, de impulso
ilimitado, impulsivo, impaciente
Macaco Loco de ironía, de cinismo,
de fe, de confianza, de anhelo
literal, evocativo, confuso
Macaco Loco de mundos vibrantes
caótico, vivo, esencial, determinado
intemporal, extraño, nostálgico
Obseso consigo mismo
con su encuentro
con la negación
Pintor, Jazzista y Ego
Ego, Pintor y Jazzista
Jazzista, Ego y Pintor
Carnal en estado puro, inocente, monstruoso
armado de jazz, de sax, de trivia
de color, tela y pinceles
Pintor que imagina al mundo
en conjunción de azules, rojos y negros
Loco, obseso y jazzista
*Este texto lo escribí a mediados de los años noventa. El pintor tijuanense había colaborado conmigo ilustrando la primera edición del poemario Blue Monk y otras líricas sencijazz, para la Editorial Doble A en 1994. Entablamos amistad y luego nos perdimos de vista. Ya viviendo de este lado del Atlántico me enteré de su muerte en noviembre del 2009. Sirva este escrito para recordarlo.