FRANK ZAPPA: EL QUIJOTE AUSENTE (VI)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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Las razones para su candidatura empezaron con un manifiesto artístico a través del disco Freak Out (1966) y de la fundación del grupo The Mothers of Invention (1967), las tarjetas de presentación de Frank Vincent Zappa (1940-1993), compositor, cantante, guitarrista y embajador de la libertad de expresión. De ascendencia franco-italiana y griego-árabe destacó desde el principio como el ideal del self-made man estadounidense, y como librepensador absoluto estuvo en situación de mostrar a los compatriotas su imagen en el espejo. Zappa siempre le causó horror al estadounidense medio, blanco y temeroso de Dios: era la encarnación absoluta de “la perversa cultura del rock”.

Declaraba cosas como: «Los políticos son unos villanos. Los presidentes de los Estados Unidos se dan aires de ser los amos del resto del mundo. ¿En qué se basan? ¿Se creen los líderes del planeta sólo debido al gran arsenal que manejan? ¿Cómo es posible que un gobierno que está en proceso de llevar a su propia población al abismo se adjudique el derecho de reinar sobre el resto del globo terráqueo?»

En consecuencia, Frank se declaró partícipe en la carrera por la presidencia. ¿Una broma? ¿Una locura?  Depende de los criterios de cada quien. Aunque frente a participantes de su mismo territorio —o de otras “democracias”— a los que ni una idea sobre el buen gobierno caracteriza, el líder de las Madres de la Invención hubiera sido la opción más sensata.

«Me ubico totalmente fuera de la realidad —se le escuchaba decir con burla—. No soy un fanático religioso, no consumo drogas, no soy republicano ni demócrata, y además estoy en mi sano juicio. Mi candidatura la he propuesto en serio. Los republicanos no le han traído nada bueno a este país; y los demócratas son incapaces de regir a la Unión Americana. Los dos grandes partidos no sirven; sus programas no se comprometen a nada y los políticos profesionales son un grupo de canallas. Este país está descendiendo a un nivel preocupante y nadie parece interesado en hacer algo al respecto. La mayoría de los políticos juegan al golf y realizan viajes al extranjero para escapar de la presión. Se portan como adolescentes consentidos. Esa es la tragedia de este país: nos gobiernan hombres que se resisten a ser adultos».

¿Qué hacía entonces a una excéntrica estrella del rock como Frank Zappa competente para dirigir a su país?, se preguntarán los interesados. La respuesta del propio músico era contundente: «No me voy de vacaciones, no juego al golf y admito que uso el W.C. Eso muy pocos políticos lo aceptan».  Al mismo tiempo no quiso hacer campaña alguna: «Me proclamé candidato y con eso basta. Quien quiera votar por mí, que lo haga. No gastaré millones de dólares que no me pertenecen en propaganda».

Se expresó con igual claridad acerca de su programa político: «Para empezar eliminaría los impuestos sobre los ingresos. A continuación, volvería a poner en activo la constitución estadounidense. La constitución fue concebida originalmente como un contrato entre el pueblo y el gobierno, dando al gobierno el derecho de tomar decisiones, en nombre del pueblo, que favorezcan el bienestar del mismo. No se trata de un poder que diga:  ‘Hagan lo que quieran, nosotros los elegimos’.  Todos los escándalos financieros, los asuntos intervencionistas; toda la corrupción que se lleva a cabo entre bastidores prueba cuánto se han alejado los gobiernos de los objetivos originales de la constitución».

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Zappa atribuyó las guerras recientes en que participaban los Estados Unidos al creciente ejército de abogados y juristas, organizado en tal forma que siempre incrementaba al máximo posible el caos y la confusión, para así poder conservar su estatus. «Este país se hunde por la plétora de juicios que tienen lugar. En ninguna otra nación del mundo hay tantos abogados por metro cuadrado como en los Estados Unidos. ¿Para qué sirven?  Todo el sistema jurídico de este país está torcido y se ha pervertido de tal modo que incluso quien se esfuerza por no gastar en toda su vida un centavo en ellos finalmente termina haciéndolo. Yo prohibiría que hubiera más abogados. Deben ser extinguidos».

La imagen de los Estados Unidos como el líder del mundo está caduca desde hace mucho, opinaba Frank. “¡Como si éste fuera un país libre! Hay más gente metida tras los barrotes aquí que en cualquier otra nación occidental. La mayoría a causa de las drogas; ni siquiera por tráfico, sino por consumo».

Él mismo afirmaba no haber probado nunca drogas como LSD o heroína, y que en su obra sólo había propagado las drogas suaves. «El LSD convirtió a personas comunes y corrientes en yuppies —indicó—.  Toda la generación de los sesenta, con su deseo de mejorar al mundo, se basó en el consumo de drogas: un caso de psicosis masiva. El LSD fue inventado por la CIA para confundir al enemigo en tiempos de guerra. En lugar de poner la sustancia a prueba con ovejas, utilizaron a los jóvenes. E incluso, como se vio, tuvieron que pagar por ello.

«Se ha creado una industria millonaria en torno a las drogas. Entre más profundo se hunde el país en el lodo, más grande es su necesidad de drogas. El gobierno prácticamente no hace nada en contra de los grandes capos de la misma. Lo único que le interesa es mantener bajo control a la población.  Sin embargo, este mantener bajo control a la población no está previsto en la constitución. Por eso a mi parecer habría que acusar a nuestro gobierno de alta traición».

VIDEO: ZAPPA FOR PRESIDENT – YouTube (FootageWorld)

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