BLUES: DOCE CONEXIONES: FLEETWOOD MAC (BLUES JAM IN CHICAGO)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

 

El grupo Fleetwood Mac primigenio, con los guitarristas Peter Green, Danny Kirwan y Jeremy Spencer al frente, John McVie, en el bajo y Mick Fleetwood en la batería, hizo historia dentro del blues-rock británico y del blues blanco, en general.

 

Tal historia se encuentra contenida en una decena de álbumes: Fleetwood Mac (1968), Mr. Wonderful (1968), Then Play On (1969), Kiln House (1970), Future Games (1971), Bare Trees (1972), Penguin (1973), Mystery to Me (1973), Heroes Are Hard to Find (1974).

 

Sin embargo, lo mejor de su material se puede encontrar en Fleetwood Mac in Chicago, un álbum doble grabado en 1969 en los estudios Chess de aquella ciudad, con destacados músicos de blues negros colaborando con ellos en dichos estudios.

 

Ahí estánlos nombres e instrumentos de Otis Spann (en el piano y la voz), Willie Dixon (en el contrabajo), Shakey Horton (en la armónica y la vos), JT Brown (en el sax tenor y la voz), Buddy Guy (en la guitarra, Honeyboy Edwards (en la guitarra y voz) y SP Leary (en la batería).

 

El blues blanco buscaba por entonces el trasfondo real del impulso dado por la vida misma. En esa época la narración bluesera, insuficientemente descrita, pero de la sentía como emanaba el grito y la angustia existencial, transformó la condición de aquellos músicos adolescentes y jóvenes británicos, misma que los acercó a la situción donde comenzaba la historia del género, al que ya eran afectos y voluntariosos intérpretes.

 

Hace años, cuando este álbum estuvo agotado, se vendía por 200 dólares y valía cada uno de ellos. El Fleetwood Mac que grabó este álbum era una banda cruda y pulsante, llena de entusiasmo y comprometida con su música (mostraron su erudición con su primer sencillo, “Rambling Pony”, una ligera reescritura de una versión sobrenatural de “Rollin’ and Tumblin”), regrabada en 1951 por Muddy Waters , Little Walter y Leroy Foster; para mostrar lo ilimitado de tal tema.

 

La sombra de Elmore James le sonrió a la banda como nunca antes, tras su llegada a Chicago, cuando Jeremy Spencer se desató con cuatro tributos seguidos en vivo en el estudio.

 

Como cantante y como guitarrista, conoció a su maestro casi en igualdad de condiciones. “Madison Blues” – a pesar de las complicaciones que encontró Mick Fleetwood para interpretarla– es una celebración de todo lo que hay en el blues que hace un guiño al dolor, al que se aunan un fino sax tenor de JT Brown, oriundo de la Ciudad del Viento, y el trabajo de guitarra maravillosamente libre de Spencer.

 

Los temas “I’m Worried” y “I Can’t Hold Out” presentan el riff clásico de Robert Johnson a partir del cual, como se ha deducido a la postre, Elmore James hizo carrera, es decir, él y el joven Spencer, que enseñó el profundo estudio de su modelo.

 

Estos tracks se disparan; son gloriosos. La guitarra suena, sale volando desde la banda para sobrevolar el ambiente urbano del que provienen, con Willie Dixon resaltando los mejores momentos con los pequeños toques más sutiles y precisos de su contrabajo, y que con el paso del tiempo se han imantado a lo más en el rock & roll. Al escucharlo, uno se siente ahí, tan cerca que dan ganas de lanzarle un grito eufórico. Así tiene que ser para amalgamar la atmósfera.

 

 

En cuanto al canto, bueno, ningún bluemen blanco desechó jamás la última palabra de una letra de blues con más estilo o más humor que Jeremy Spencer, quien desde entonces lo desechó todo en aras de una búsqueda que aún no culmina.

 

La mayor parte de esta Jam en Chicago es atractiva, pero “I’m Worried” y “I Can’t Hold Out” resaltan como pequeñas obras de arte.

 

La pieza “Love That Burns” también es una obra de arte, pero no pequeña. Se puede argumentar que es la mejor grabación en blanco de blues jamás realizada; cierto, de blues lento, aunque únicamente el primer solo de Duane Allman en “Loan Me a Dime” con Boz Scaggs pueda igualarlo.

 

Quizás debería decir del blues puro: no hay un elemento en la música que deba nada a ninguna otra forma. “Love That Burns” es una pieza exquisita desde la primera nota hasta la última: vientos tranquilos y poseídos; los ecos y fantasmales golpes de la batería de Mick Fleetwood; y, sobre todo, el canto y la guitarra de Peter Green, quien coescribió la melodía.

 

A diferencia de todos sus contemporáneos blancos, excepto un puñado, Green entendió que el secreto del blues está en la moderación –en la elección no sólo de las notas sino también de los silencios entre las notas– y ninguno de aquellos igualó la comprensión que el guitarrista mostró aquí.

 

Su hermosa voz llorando no suena negra sino como suena; su forma de tocar la guitarra dobla tus emociones, las deja ir, las deja descansar, las recupera, exigiendo toda la empatía que tienes para dar, hasta que, luego de un tiempo, uno se da cuenta de que cualquier otra grabación empezará a sonar un poco sobrecargada, inarticulada, insegura. Tal es su poder.

 

(Del Green como solista, “Love That Burns” se puede escuchar en Vintage Years (Sire) o Black Magic Woman (Epic), ambos álbumes dobles que se superponen un poco; Vintage Years probablemente sea el mejor, aunque sólo sea por esa versión y la de “Need Your Love So Bad”.)

 

En una de las críticas periodísticas de aquel entonces, fines de la década de los sesenta, se pudo leer lo siguiente: «Independientemente de lo que pienses del blues, te deberá encantar el sonido de estas grabaciones y, lo que es más importante, vibrarás con la enérgica interpretación de cuando los veteranos se unen a la diversión de tocar con los jóvenes blancos del otro lado del mar. Estos temas son improvisaciones (sorprendentemente ajustadas), con fragmentos de la comunicación del productor Mike Vernon entre la cabina de grabación y el estudio, pero sobre todo entre el flujo de la música de unos y otros que ayuda a dar una idea de cómo se concibieron las canciones».

 

En diciembre de 2022, se publicó un libro con fotografías de la sesión de Jeff Lowenthal como Fleetwood Mac en Chicago: The Legendary Chess Blues Session, 4 de enero de 1969 . El libro también contiene anotaciones de los productores de tal sesión, Marshall Chess y Mike Vernon, así como textos de Robert Schaffner y de algunos de los músicos participantes. Todo un documento.

 

VIDEO: Madison Blues (Fleetwood Mac in Chicago), YouTube (Andria Rogova)