Por SERGIO MONSALVO C.

Entre la ola del rock de garage de 1966 y la explosión punk de 1976-1977, hubo varios grupos que prepararon el terreno para él. Cuatro años antes, con las crónicas de periodistas como Nick Kent, Lester Bangs y Lenny Kaye, se descubrió a estos héroes de la subcultura y se les brindó la etiqueta de «punks tempranos».
Se rehabilitó a los grupos pioneros del rockabilly (The Phantom, Johnny Burnette), a los poetas malditos franceses (Baudelaire, Rimbaud), a los cineastas del underground (Kenneth Angers, John Waters), así como a varios iconoclastas inclasificables como PJ Proby, Captain Beefheart, Silver Apple y William Burroughs, entre otros.
A Velvet Underground le correspondió el título de grupo pionero. En 1966, cuando la música atisbaba hacia el sol californiano, ellos le cantaban a la violencia urbana, a la enajenación social, a las drogas duras y a las perversiones sexuales. No tenían “éxito ni futuro” y se burlaban de ello por completo. Sin embargo, se adivina su huella detrás de un gran número de formaciones a partir de ahí. Los primeros grupos de hard a su vez, como MC5, Stooges, Blue Cheer y Pink Fairies, son los antihéroes que demuestran de manera directa que no hay nada más eficaz que la cópula con el hada eléctrica. Lo demás son tonterías.
SÍNTESIS DE LA EXCITACIÓN
Entre 1972 y 1973 nacen también los representantes el rock decadente (o glam rock) a los que se denomina «padrinos punks». En Inglaterra, David Bowie, Marc Bolan y Roxy Music se dan a conocer, mientras que en Estados Unidos los New York Dolls, Suicide e incluso Wayne County pasan prácticamente desapercibidos.
También se podrían tomar en cuenta las pocas grabaciones de los grupos que precedieron inmediatamente al punk: «Strannded in the Jungle» y «Don’t Start Me Talking» de los mismos New York Dolls, «Do You Love Me» de los Heartbreakers, «It’s All Over Now» de Ducks Deluxe, «Leavin’ Here» de Motörhead, Eddie & The Hot Rods y Count Bishops.
Además, habría que hablar del Doctor Feelgood. Es decir, la síntesis del rhythm and blues de Chicago, Muddy Waters, John Lee Hooker y Chuck Berry en versión sobreactivada, acelerada, anfetaminizada. O sea, el genial estilo de Bo Didley en hipertensión eléctrica, reinventado sobre la Telecaster negra y roja del guitarrista Wilko y su amplificador HH en un pub inglés. Un estilo seco y limpio nacido de la fascinación por los grandes rockeros negros, al igual que una década antes. Todas esas pueden ser las raíces musicales del punk.

Feelgood ya tenía la iconografía en blanco y negro, las fundas de los discos sobrias, los trajes pegados y los solos relámpago, verdaderas concentraciones de excitación que por fin desatan una sana histeria, en contraposición a la música Disco, a las larguísimas improvisaciones del rock progresivo, al pulido rock sinfónico y al tecnicismo virtuoso del jazz- rock.
En 1975 les tocó portada en las revistas especializadas a Paul McCartney, Led Zeppelin, Santana y otros tantos símbolos con los que una nueva generación se había dejado de identificar. En Inglaterra Doctor Feelgood tuvo un éxito, «Back in the Night», un boogie danzante, el título más efímero de su repertorio. Sin embargo, la monarquía no tembló, pero la estética del rock volvió al principio. El pub rock representado por este grupo fue ganando adeptos. Regresarían las piezas cortas, la energía, y muy pronto la subversión total.
Finalmente, en 1976-1977, en las grandes metrópolis, toda una generación explotó, como una fuerza retenida por demasiado tiempo: los punks metieron sus problemas cotidianos en la música. El sonido de la ciudad, un lugar de violencia y energía pura, les sirvió de inspiración.
VIDEO: The Clash – Brand New Cadillac (Music Video), YouTube (MSMROCKS)

