Por SERGIO MONSALVO C.

Entre las divas del cine del siglo XX, Marlene Dietrich usó el canto cabaretil para proyectar su garganta profunda; Marilyn Monroe, lo hizo con el pop y la balada para darnos su visión agridulce del placer. Los comienzos del siglo XXI tuvieron a Juliette Lewis, por ejemplo, para proporcionarnos una imagen de rabieta con la vida cotidiana.
Actualmente, ella es una actriz de culto y tambien cantante. Pero el pop, el cabaret y la balada ya no son sus vías. Lo son los géneros del garage punk, el hard rock y el heavy soul-blues. Los tiempos son otros.
Juliette Lewis, nacida en Los Ángeles en 1973, con la entrada del nuevo siglo cambió de vida. Puso a Hollywood en segundo plano y se subió a un camión para recorrer el mundo con tipos sudorosos y el deseo de convertirse en estrella de rock. Y en eso sigue.
Tras cuatro discos de éxito entre los amantes del género duro (Hot Kiss, Speaking in My Language y Four on the Floor, con el grupo The Licks, y Terra Incognita, con The New Romantiques), la actriz de, por ejemplo, Scorsese en Cape Fear (una apetitosa adolescente en peligro), de Quentin Tarantino en From Dusk Till Dawn (de igual manera), de Husbands and Wives de Woody Allen (sensual universitaria que obsesiona a los hombres maduros), de Kalifornia o de Natural Born Killers… se ha convertido en lo que siempre quiso ser.

Y de ello mostró un antecedente en la película Strange Days (de Kathryn Bigelow), donde aparece como rockera apocalíptica. Juliette tiene una voz sexy. Grave, un poco afónica pero paralizadora. También unos ojos grandes y expresivos, dulces y peligrosos. Sobre el escenario emula sin problema el espíritu del rock alternativo más rabioso de hoy, el estilo directo y contundente de la new wave de los ochenta, el punk de los setenta y, sobre todo, esa manera de hacer las cosas a la hora de entender y tocar el rock and roll.
La música no es un capricho pasajero para ella, sino algo que lleva compaginando con el cine desde 2003 con la grabación de discos y giras internacionales (ha sido telonera de Prodigy y Foo Fighters, entre otros).
Su anterior grupo, The Licks, estuvo compuesto por Todd Morse en la guitarra, Jason Womack en el bajo y Ed Davis en la batería. Ellos le dieron apoyo a las actuaciones donde ella se convertía en un animal salvaje que saltaba, sudaba, escupía, provocaba…como una versión femenina de Iggy Pop.
Como líder de The New Romantiques, Terra Incognita fue su debut discográfico. Otro territorio, otra concepción. Guitarras más espesas, más blues, más soul, más oscuridad. Y un productor de renombre: Omar Rodríguez (de Mars Volta). Juliette está cargada de esa materia explosiva que es el rock y utiliza su cuerpo y voz para encender la llama.
VIDEO: Juliette Lewis ‘Any Way You Want’: Rock Revival Showroom Sessions, YouTube (Live Nation)

