LA AGENDA DE DIÓGENES: LA CALLE MORGUE (X)*

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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ENTRE EL RIGOR Y EL MISTERIO

Con un relato como Los crímenes de la calle Morgue se evidencia la directriz en la investigación particular del artista. Renunciando al mundo real, Poe pudo construir libremente un escenario de la mente, ficticio y pleno, capaz de mantener, sin embargo, una semejanza aceptable con el mundo de las cosas comunes.

Para Poe la mente es la única realidad y todo lo que puede conocer es a sí misma y sus operaciones acordes con las leyes primordiales del universo.

La actividad de raciocinio del detective consiste en una alegoría de la forma en que la mente puede imponer su lógica interior a las circunstancias externas.  En este sentido, Dupin es el supremo y artístico «ego»: todo lo que existe en su exterior puede ajustarse a lo teórico, a la lógica ideal.

Con Los crímenes de la calle Morgue, Poe destruyó el mundo normativo y abrió el «ideal», repentinamente revelado en el crimen y en su solución: «El analista –escribió Poe en la introducción al relato– goza con la actividad intelectual que se ejerce en el hecho de desentrañar los resultados obtenidos por un solo espíritu y la esencia de su procedimiento adquieren, realmente, la apariencia total de una intuición» o de una inspiración.

Sin embargo, «no hay mayor engaño –afirmó– que creer que una auténtica originalidad es mera cuestión de impulso o de inspiración. Originar consiste en combinar cuidadosa, paciente y comprensivamente…Es mi intención mostrar que ningún detalle de su composición puede asignarse a un azar o una intuición, sino que la obra se desenvolvió paso a paso con precisión y rigor lógico».

 

*Fragmento del ensayo “Edgar Allan Poe: La Poesía en el Crimen” del libro El Lugar del crimen, de la editorial Times Editores, cuyo contenido ha sido publicado de manera seriada en el blog Con los audífonos puestos.

 

PORTADA

El lugar del crimen

(Ensayos sobre la novela policiaca)

Sergio Monsalvo C.

Times Editores,

México, 1999

 

 

 

ÍNDICE

Introducción: La novela policiaca, vestida para matar

Edgar Allan Poe: La poesía en el crimen

Arthur Conan Doyle: Creador del cliché intacto

Raymond Chandler: Testimonio de una época

Mickey Spillane: Muerte al enemigo

Friedrich Dürrenmatt: El azar y el crimen cotidiano

Patricia Highsmith: El shock de la normalidad

Elmore Leonard: El discurso callejero

La literatura criminal: Una víctima de las circunstancias

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