RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (XII)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

(EL ROCK VS. LOS BÁRBAROS)

Cultivar la ignorancia y liquidar el afán crítico a golpes de espectáculo político-mediático, lo cual tuvo su clímax con el binomio John McCain/Sarah Palin contendiendo por la presidencia.

Desde la Casa Blanca se quiso imponer el dogma a la razón. El creacionismo intentó desbancar a la teoría de la evolución y los tintes racistas se acentuaron. Se optó por la venganza guerrera y no por el diálogo mundial, por el retumbar de las bombas y no por el de las voces preocupadas.

Y se pretendió acallar a éstas dentro de ese país con los gritos de “¡traidor!”, “¡antipatriota!” y “¡elitista!”. Una larga lista de músicos conscientes fue acusada de ello: Dylan, Springsteen, CSN&Y, Patti Smith, Lou Reed, las Dixie Chicks, Sonic Youth, Green Day y R.E.M., entre muchos otros, hasta raperos y hiphoperos o la mismísima Madonna.

Daba escozor ver en los conciertos de todos ellos a jóvenes espectadores gritarles insultos o salir airadamente de los mismos cuando los músicos se pronunciaban contra el gobierno y su ideario bélico y social; o apersonados en los mítines y arrebatados por la apetencia de destrucción bíblica, para complacencia de la casta política que había alimentado patriotismos feroces y abastecido el vasto matadero iraquí y afgano, a plena satisfacción de los industriales y comerciantes beneficiados con las ganancias generadas por la maquinaria de guerra.

Era un momento álgido y los músicos se preguntaban qué fuerzas anulaban universalmente la capacidad de análisis de las personas en algunos momentos históricos. También se lamentaban por la propensión a lo brutal y a la unanimidad agresora escudada en la religión, por su dejo intoxicante y contagioso. Entonces llegó Obama…

Y se intuyó que la larga marcha no había sido inútil; que había que recuperar el sentido y las formas, y que éstas sólo tienen cabida si están cargadas de contenido; que importan las ideas; expresarse bien, con claridad; convencer, no imponer; escuchar y argumentar. Y todo lo que había sido desplazado, la sustancia de las mentes pensantes, regresó para poner un poco de confianza en que las cosas cambiarían. Sin embargo, no fue así. Sólo hubo tibieza.

A pesar de ello, en ese sombrío inicio de siglo, continuaron colaborando algunos nombres que nunca flaquearon y que siempre buscaron salvar a la gente de la vergüenza, tipos que enarbolaron sus guitarras eléctricas para lograrlo. El viento del cambio supo que también les debía mucho y los llevó en campañas de convencimiento desde entonces.

Sin embargo, aquello se volvió más difícil y peligroso: llegó la era Trump, en una primera y segunda presidencias cada vez más esperpénticas, absurdas, violentas, magalómanas, plutocráticas, populistas mediáticas, nacionalistas, xenofóbicas, mentirosas y tecnofascistas, con todas sus consecuencias, lo negativo elevado al cubo, y las cuales continúan expandiéndose con su ira incandescente, descontrolada y bárbara…

 

VIDEO: Dixie Chicks – I Hope, YouTube (Rose Alvaro)

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (XI)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

Cuando las directrices gubernamentales en el terreno cultural (valores, ideas, emociones) apuntaban a difundir el miedo a los otros, a lo diferente, generaron más ignorancia, y para lograrlo el modo más eficaz fue aplaudir y consagrar la nimiedad, la simplificación, el maniqueísmo y la banalidad espiritual.

Springsteen, que desde siempre había pintado su raya con respecto a la política -la cual quiso usar en reiteradas oportunidades sus canciones para sostener aquellos lineamientos, tergiversando el fondo de sus letras-, también dijo “basta” ante el crecimiento de la estulticia y el abuso. Se unió a varios proyectos contra la guerra y contra la reelección de Bush.

Y aunque la reelección se dio porque John Kerry, el candidato opositor, no tuvo los tamaños suficientes para impedir que las cosas empeoraran para todos, Bruce continuó con la labor para pedir el cambio político. Entre una de sus causas estaba la de apuntar la intensidad con la que determinados medios y gobernantes parecían haber convencido a una gran parte de la opinión pública estadounidense de que la inteligencia no sólo era sospechosa sino, además, una desventaja política.

El cantautor, líder de la E Street Band, salió a recorrer el país y se dio cuenta de que la “América real” a la que él le había cantado desde que comenzó su carrera estaba escindida. Por un lado, los que se dejaban convencer de que lo relevante consistía en que “Bush es un tipo simpático con el que se puede tomar una cerveza”, mientras que Al Gore –que trataba de hablar sobre los cambios climáticos y la injerencia humana en ellos— era un “tieso sabelotodo”; que más valía estar con un tipo campechano y subir las botas a la mesa que detenerse con uno que invitara a pensar en la problemática.

VIDEO: Bruce Springsteen – I’m Going Down (from Born In The U.S.A), YouTube (BruceSpringsteenVEVO)

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (X)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)

 

Lo que aprendí en la gira Freedom of Speech –dijo a la postre Neil Young— es que ahora hay una mayor intolerancia hacia quien disiente. En los años sesenta podíamos paralizar las universidades y salíamos en los medios, nos consideraban irrelevantes; y a las canciones, inofensivas. Ahora hay mucho temor a dar espacio a las opiniones opuestas a las decisiones del gobierno, porque se pueden considerar antipatrióticas. Enfrentar el miedo en ese sentido es uno de los aspectos en que insiste la película CSNY/Déja vu. Mostramos abiertamente cómo participamos en el proceso político, apoyando a candidatos en contra de la invasión de Irak”.

 

Antaño, la cultura de la protesta era diferente. En ello tenía que ver que el servicio militar era obligatorio para todos los jóvenes estadounidenses en ese entonces. En la primera década de este siglo ya no, lo cual fue un logro sesentero: a los estudiantes de aquellos años les preocupaba ir a Vietnam y terminar ahí sus vidas. Querían acabar con un sistema que los obligaba a combatir en guerras imperialistas.

 

En años recientes, lo que han pretendido los estudiantes es entrar al sistema, conseguir un trabajo. Por eso no se desarrolló un movimiento fuerte de protesta antibelicista. Para los jóvenes norteamericanos la guerra sólo existía en CNN, estaba lejos, era irreal.

 

Por eso Fogerty, Young, Dylan, Springsteen y demás cantaron al respecto. Con sus cantos trataron los síntomas de una sociedad en crisis, secuestrada, recortada en sus libertades. CSN&Y fueron atacados como antipatriotas por su canción emblemática durante la gira. Todo quedó grabado en el documental mencionado, que además puso los focos rojos sobre dicho asunto.

 

“En épocas en las que el país se encuentra en guerra, cuestionar su sentido y su legitimidad es calificado de falta de patriotismo. Si se detiene uno para explicar la postura propia, te tachan de izquierdista; si protestas contra la tortura entonces eres amigo del terrorismo. Si lees un libro eres un elitista y nada tienes que ver con tu vecino, el ‘americano común’, y así sucesivamente. Descalificar toda reflexión y volver sospechoso a quien tenga una postura crítica. Esa ha sido la estrategia del gobierno de Bush (y hoy de Trump), y la derecha quiere hacernos creer que esos son los fundamentos del Estado”.

 

Quien así se expresó fue Bruce Springsteen, desde que la administración neoconservadora que rodeó al expresidente Bush quiso hacer de los Estados Unidos el único líder del mundo, con el afán de reinar como poder unilateral en una sociedad global, y para conseguirlo sacó a relucir su arsenal, como hoy.

 

VIDEO: Bruce Springsteen – Born In The U.S.A. (Live), YouTube (BruceSpringsteenVEVO)

 

 

 

 

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (IX)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

 

Desde que comenzó el conflicto bélico con Irak y tras las evidentes mentiras del presidente estadounidense, su gabinete y amigos que los acompañaron (Blair, Aznar), Neil Young fantaseó pensando que debía haber por ahí un joven superhéroe que viniera del mundo musical, aunara las opiniones de todos los jóvenes en su persona y los inspirara a protestar.

 

La cuestión fue que esperó y esperó, pero no pasaba nada. Un día vio en la portada de la revista USA Today una llamada hacia un artículo sobre las consecuencias de la guerra en Oriente Medio. Pero el artículo sólo hablaba de medicina y de cómo la guerra con Irak la hacía progresar. Eso fue el detonante para él.

 

Se puso a escribir canciones –las declaraciones políticas tienen más fuerza cuando salen del trabajo– y luego llamó a sus antiguos camaradas CS&N para grabar el disco Living with War e iniciar una gira por todos los Estados Unidos que se denominara Freedom of Speech, la cual sería filmada por él.

 

La canción emblemática del tour fue “Let’s Impeach the President” (Destituyamos al presidente). En CSNY/Déja vu, la película resultante, se hace referencia con el término francés a las concomitancias entre la situación bélica estadounidense en Irak y la acaecida años antes en Vietnam (además de ser el título de uno de los discos clásicos del grupo, aparecido en 1970). Las dos “Américas” enfrentadas ante una realidad. La necesaria toma de conciencia y la partición ideológica de un país hastiado en muchos aspectos.

 

VIDEO: Crosby, Stills, Nash & Young – Let’s Impeach the President (Live), YouTube (Crosby, Stills, Nash & Young)

 

 

 

 

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (VIII)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)

El punto en que se apoyaron continuamente los mandatarios estadounidenses para su contrarreforma contra los derechos civiles fue la crítica a la contracultura que data de aquellos años sesenta, misma que significó la destrucción de valores tradicionales respecto a la mujer, la familia, el sexo y las costumbres.

 

Aquella contrarreforma alcanzó singular intensidad en determinados momentos históricos (como en el caso de la intervención militar en Irak). La larga sombra conservadora prolongó su función electoralmente bajo la hegemonía de una coalición entre los industriales republicanos, la derecha religiosa del llamado “cinturón bíblico” y el conservadurismo militar cimentado durante la Guerra Fría. Dicha coalición tuvo el apoyo del campesinado y la clase obrera blanca (alimentada de populismo patriótico y fiscal y de sentimientos contra la inmigración. Todos mismos elementos retomados actualmente por Trump).

 

Si el anticomunismo fue la pasión fundamental de los neoconservadores en cuestiones internacionales, la oposición a la contracultura de los años sesenta fue su pasión preponderante dentro de la Unión Americana.

 

Con la brumosa victoria republicana en el año 2000 y la instalación de Bush en la Casa Blanca se recuperaron para la época estas dos pasiones básicas: la exterior, a través de la idea de una cuarta guerra contra un “nuevo enemigo mundial” (Irak fue el difamado pagano y Guantánamo la señal del castigo); y la interior, mediante la recuperación de la guerra cultural ante las nuevas oleadas de permisividad que les permitieron considerar viva y peligrosa la cultura egresada de los años sesenta. Se derogaron derechos, se aprobaron leyes contra la civilidad y se creó e intensificó el necesario clima de miedo (Cualquier semejanza con el hoy ¿es mera casualidad?).

 

Ante ello surgieron los iconos de entonces y de siempre con la inteligencia rockera. Como el mencionado Fogerty o el incombustible Neil Young, que asumió el papel de la música como revulsivo contra el conflicto y en una vuelta de tuerca fijó su carrera en el mismo punto donde la había comenzado 40 años antes al liderear con Crosby, Stills y Nash la cultura de protesta contra la guerra de Vietnam.

 

VIDEO: Crosby, Stills, Nash & Young – Helpless (Live at Farm Aid 2000), YouTube (Farm Aid)

 

 

 

 

 

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (VII)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)

El álbum de John Fogerty, Revival –con “Long Dark Night”, “Creedence Song”, “Summer of Love”, “Gunslinger” o “I Can’t Take It No More”– es una muestra que permite apreciar no sólo la solidez argumental que ha sostenido la obra de este músico excepcional a lo largo de los años.

 

Argumentada esta idea con un catálogo de canciones que no sólo se ha convertido en un venero de inspiración para generaciones de músicos, sino también el modo en el que ha ido incorporando nuevos materiales (en el mismo nivel de composición de primer orden de «Who’ll Stop the Rain», «Born on the Bayou» y «Fortunate Son»), al mismo tiempo que desarrollaba actitudes que lo han llevado a profundizar en su lectura social del entorno. Cero cinismo, sólo observación y compromiso.

 

Las elecciones estadounidenses marcaron el final de una época de conservadurismo tenebroso, la cual comenzó con Richard Nixon –que con la acumulación de poder siempre quiso colocarse como un presidente por encima de la Constitución–, pasando por Ronald Reagan –y su ideario económico neoliberal—, hasta culminar con la conspiración neoconservadora de George W. Bush.

 

Todos ellos intentaron reiteradamente dar golpes de timón hacia la derecha y desmontar cualquier acción liberal y combatieron la aprobación y aplicación de las leyes antidiscriminatorias dictadas en los años sesenta, debidas a la lucha por los derechos civiles de distintos sectores de la Unión Americana (educación, integración racial, aborto, antisegregacionismo, feminismo, diferencia sexual y política internacional, entre otros).

 

La era Trump y su fascismo corriente y escandaloso, cual zombie, vuelve a traer todo aquello a colación.

 

VIDEO: John Fogerty – Gunslinger (Live), YouTube (lovalver)

 

 

 

 

 

 

 

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (VI)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

 

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)

 

Mientras gente como Lynyrd Skynyrd, Kid Rock y Ozzy Osbourne, por mencionar a algunos más, se expresaban cínicamente sobre la tortura infringida por los militares hacia los sospechosos de terrorismo, por otro lado, baluartes de toda la vida en la música se comprometían contra ello y contra el gobierno que fomentaba la guerra, la tortura y los abusos de toda índole.

 

Revival, el entonces reciente álbum de John Fogerty, mostraba el rejuvenecimiento de este compositor, su activismo social y sus andanzas por la Unión Americana tocando materiales acordes con los tiempos. 

 

Dicho disco de estudio fue lanzado en el 2007 en todo el mundo, al mismo tiempo que el Magic de Bruce Springsteen, como parte de una campaña antimilitarista conjunta.

 

Fogerty hizo lo propio en el programa nocturno más popular de los Estados Unidos: el Show de David Letterman. Ahí tocó “Long Dark Night”, el sencillo promocional con brillantes solos de guitarra y armónica, y al acabar de interpretarlo contó “uno…dos…tres” y su grupo en pleno se arrancó con “I Can’t Take It No More”, una pieza que criticaba la postura presidencial estadounidense y sus mentiras sobre la guerra de Irak, lo cual dejó pasmado al presentador que no tuvo respuesta ante el mazazo y mandó a comerciales.

 

Esa es la imagen que proyectaba Fogerty, hablando de la realidad que le había tocado vivir y tomando una postura abierta y sin dobleces (al igual que otros ya mencionados) frente al público masivo y ante un país que aún no se decidía a modificar las cosas.

 

El aguerrido guitarrista y compositor cantando (a los 63 años de edad) como en sus mejores días, con el rock más puro, el swamp más escanciado, sobre las cosas por las que hay que luchar, asunto de lo que sabe mucho y por lo que ha padecido mucho más.

 

VIDEO: John Fogerty Plays Anti-War Anthem “Long Dark Night” on…, YouTube (John Fogerty)

 

 

 

 

 

 

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (V)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

 

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)

Lo que ignoraban los músicos desinformados y quienes opinaban a favor de la tortura era que los centenares de presos recluidos en dicha base naval en la isla de Cuba (a los que eufemísticamente se les llamaba “combatientes ilegales”) habían sido secuestrados y retenidos sin mediar justicia de por medio, además de que se les negaban las consideraciones dadas a los prisioneros de guerra por la Convención de Ginebra.

 

La ONU, el Tribunal Europeo para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, diversas ONG y hasta la misma Suprema Corte de Justicia estadounidense, se opusieron a los abusos del poder y a los tratos recibidos por los prisioneros, muchos de los cuales ni siquiera habían sido acusados de delito alguno.

 

La tortura (psyops en argot militar) consistía en obligar al prisionero a adoptar la denominada “posición de estrés”, en la que no se pueden mover los brazos ni las piernas.

 

Después se les encadenaba al suelo de un pequeño habitáculo y se subía el aire acondicionado hasta el nivel de congelación. Acto seguido, se ponía una canción y se subía el volumen al máximo con sólo un altavoz.

 

Las sesiones podían durar entre 14 y 27 horas, dos o tres veces por semana. Para los psiquiatras los daños psicológicos causados por eso resultan incalculables. “Se conduce al cerebro al mismo nivel de ansiedad que puede causar el síndrome de estrés postraumático”.

 

El entonces secretario de la Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, y el presidente George W. Bush, ratificaron en el 2003 el uso de estas técnicas para “obtener información que pudiera conducir a la mejora de la seguridad nacional”. Para morirse de la risa, ¿verdad?

 

VIDEO: Groups Call on US Stop Using Music As Torture, YouTube (Associate Press)

 

 

 

 

 

RIZOMA: EL ACTO DE REFLEXIONAR (IV)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)

Un oficial de las fuerzas estadounidenses –el teniente coronel Dan Kuehl, especialista en operaciones psicológicas de las mismas– justificó ante representantes de la prensa internacional la última situación acerca de las torturas a prisioneros sospechosos de terrorismo de la siguiente manera: “Está en las Sagradas Escrituras: Josué utilizó el ruido de sus trompetas para introducir el miedo en el corazón de los habitantes de Jericó”.

Ello forma parte del ideario que definió a la derecha religiosa fundamentalista que campeó durante toda la administración Bush y la campaña de Sarah Palin (ambos afirmaban que cumplían con una “tarea de Dios” y sabían que éste “tenía un plan bien definido al respecto”).

Y si de esto se sirvieron las fuerzas castrenses fue porque compartían semejante entramado.

Lo que causa estupor, además de lo expuesto, es que dichas excusas hayan sido minimizadas por los hacedores de la música que se utilizaba en tales torturas. James Hetfield de Metallica, por ejemplo, le contestó al respecto al periódico británico The Guardian: “¿Tortura? Nosotros hemos estado torturando con nuestra música durante años a familiares, amigos y gente a la que queremos. ¿Por qué tendría que ser diferente con los iraquíes?” (tras esta declaración el cantante, atosigado por los correos que recibió, decidió mostrarse a favor de la iniciativa Zero dB –cero decibeles– promovida por el grupo Rage Against the Machine, al respecto).

A su vez, Steve Ashheim de la banda Deicide, que formaba parte del Hit Parade guantanamero, dijo: “Esos tipos esperan que los quemen vivos, que los destrocen con bates de béisbol. Si yo estuviera en Guantánamo y lo único que hicieran fuera ponerme música fuerte, pensaría: ¿Esto es todo lo que pueden hacer?, ¡ja!”.

VIDEO: Rage Against The Machine – Killing In the Name (Official HD…), YouTube (RATMVEVO)