Por SERGIO MONSALVO C.

(EL ROCK Y LOS BÁRBAROS)
Un oficial de las fuerzas estadounidenses –el teniente coronel Dan Kuehl, especialista en operaciones psicológicas de las mismas– justificó ante representantes de la prensa internacional la última situación acerca de las torturas a prisioneros sospechosos de terrorismo de la siguiente manera: “Está en las Sagradas Escrituras: Josué utilizó el ruido de sus trompetas para introducir el miedo en el corazón de los habitantes de Jericó”.
Ello forma parte del ideario que definió a la derecha religiosa fundamentalista que campeó durante toda la administración Bush y la campaña de Sarah Palin (ambos afirmaban que cumplían con una “tarea de Dios” y sabían que éste “tenía un plan bien definido al respecto”).
Y si de esto se sirvieron las fuerzas castrenses fue porque compartían semejante entramado.
Lo que causa estupor, además de lo expuesto, es que dichas excusas hayan sido minimizadas por los hacedores de la música que se utilizaba en tales torturas. James Hetfield de Metallica, por ejemplo, le contestó al respecto al periódico británico The Guardian: “¿Tortura? Nosotros hemos estado torturando con nuestra música durante años a familiares, amigos y gente a la que queremos. ¿Por qué tendría que ser diferente con los iraquíes?” (tras esta declaración el cantante, atosigado por los correos que recibió, decidió mostrarse a favor de la iniciativa Zero dB –cero decibeles– promovida por el grupo Rage Against the Machine, al respecto).
A su vez, Steve Ashheim de la banda Deicide, que formaba parte del Hit Parade guantanamero, dijo: “Esos tipos esperan que los quemen vivos, que los destrocen con bates de béisbol. Si yo estuviera en Guantánamo y lo único que hicieran fuera ponerme música fuerte, pensaría: ¿Esto es todo lo que pueden hacer?, ¡ja!”.
VIDEO: Rage Against The Machine – Killing In the Name (Official HD…), YouTube (RATMVEVO)

