OBI-2: MIS COMPOSITORES MUERTOS (2023)

Por SERGIO MONSALVO C.

 

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Cynthia Weil

Los obituarios sobre músicos representan un hecho periodístico paradójico: gozan de un enorme atractivo entre los lectores, pero resultan muy penosos para quien los escribe. Las noticias de una muerte importante en el género caen en el periodista especializado como una bomba.

Las redacciones de prensa tienen archivos para lidiar con esa emergencia en distintos campos, pero cuando se trata de un rockero aquello se convierte en un desierto, entonces repiten de cajón lo que mandan las agencias informativas o inteligentemente llaman al colaborador para que las saque del apuro a la mínima brevedad.

El escritor ante la emergencia tendrá que lidiar primero con la pena personal (el deceso de un rockero siempre será una cuestión personal) y enjugándose las lágrimas buscará redactar coherente y lapidariamente una vida en unas cuantas líneas, sabiendo que esa nota debe contener la información básica (quéquiéncuandocómoydónde), opiniones suplementarias y sentimientos disfrazados de objetividad, para luego de su fugaz momento público, ser archivada para el futuro de quienes vengan después buscando agua en su propio desierto. O sea, que no puede escribir cualquier cosa, sino la pura esencia, con estilo y con las mejores palabras. Todo un reto.

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Burt Bacharach

El año 2023 no se olvidará por sus bajas y no hay que dejar que eso suceda. Ya sabemos lo que sienten en los westerns quienes ven a quienes los han salvado enfilar sus caballos hacia el horizonte. En este caso los rockeros que nos han acompañado y ahora desaparecido (como Jeff Beck, David Crosby, Tom Verlaine, Tina Turner, Sinéad O’Connor, Sixto Rodríguez, Robbie Robertson o Shane MacGowan, entre ellos). En nuestros días hay mucha incertidumbre y no se le ve el fin. Y a los rockeros muertos en tal año habrá que escucharlos una y otra vez, sin olvidarlos y no dejar que eso suceda nunca.

Sin embargo, en esta ocasión igualmente hay que hacerlo con los compositores fallecidos, que nos legaron un buen puñado de canciones. Y a los que no siempre se les menciona cuando uno de sus temas, interpretado por una luminaria, obtiene el éxito y la posibilidad de perdurar y convertirse en un clásico.

Son de esos oficios que orbitan alrededor del rock y muchas veces por cuestiones de injusticia estuvieron fuera del radar de los medios y su quehacer tendió a resultar invisible. Se merecen una despedida que refleje su creatividad, que se recuerde que sus temas fueron parte de gozosos momentos y fieles compañeros en los que no.

Los nombres:, Barrett Strong (“Money” y “Papa Was a Rolling Stone”), Burt Bacharach (“Baby It’s You”, “I Say a Little Prayer”), Billy “The Kid” Emerson (“Red Hot”, “When It Rains”), Pete Brown (“Sunshine of Your Love”, “White Room”), Keith Reid (“A Whitter Shade of Pale”, Whiskey Train”), Cynthia Weil (coautora de “You’ve Lost That Lovin’ Feelin’ y autora de “We Got Gett Out of This Place”) Obviamente, compusieron más piezas, pero aquí sólo menciono dos temas representativos.

A todos ellos

!GRACIAS!

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Keith Reid

VIDEO: Righteous Brothers – You’ve Lost That Lovin’ Feelin’ (1964), YouTube (Classic Hits Studio)

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