Por SERGIO MONSALVO C.

(RELATO)
–¿Anduviste con otra mujer en mi ausencia?
-Sí.
-¡Qué cínico!
– No es cinismo. Pudiera parecerlo, pero no lo es. Lo que pasa es que me molestaría ocultártelo y creo que fue una experiencia de la cual debías estar enterada. Para mí resultó fundamental.
-¿Hubo otras?
-¿Otras mujeres?
-Sí, de eso estamos hablando, ¿o no?
-No. Fue la única.
-¿Y cómo es ella?
-Bonita, simpática e inteligente, me lo puedes creer. La pasamos bien.
-Por eso nunca te encontraba. Siempre estaba puesto tu buzón de voz en el teléfono o en la contestadora del departamento. Pensé que tenías mucho trabajo, eso me dijiste.
-Lo tenía, pero lo dejé botado.
-¿La conociste antes de mi viaje?
-No. La conocí en el aeropuerto luego que te despedí. Me pidió mi celular para hablar por teléfono. Una urgencia o algo así y el suyo se había quedado sin batería. Me invitó un café para compensar el favor y una cosa siguió a la otra.
-¿Te acostaste con ella?
-Sí.
-¿Y ahora qué…la sigues viendo?
-No. Eso se acabó. Duró sólo el tiempo que estuviste fuera. Quería averiguar cómo me sentiría sin ti y ya lo sé. Descubrí, al volver a verte, que prefiero la parte de mi persona que te desea al yo en que me convertiría con ella. Lo demás ahora depende de ti, de tu respuesta…
