REZA EL GLOSARIO: PRIMERA VEZ

Por SERGIO MONSALVO C.

 

 

Lo lamentable de toda primera vez es que no hay repetición. El truco personal de buscar lo que ya se sabe, se ha hecho o visto u oído, siempre dará como resultado la recompensa por conocimiento. Haber visto el estreno de una película será algo sorprendente, verla en una segunda oportunidad, dará otra sensación, una lectura ampliada o distinta hacia ella, pero nunca la misma.

En este sentido, la primera proyección cinematográfica, por ejemplo, aquella del 28 de diciembre de 1895 en que los hermanos Lumière presentaron su cinematógrafo en el Salon Indien del Grand Café de París, en el sótano del Bulevar de los Capuchinos, fue una sesión histórica, ya que para las personas que asistieron a ella el acto consistió en su estreno como espectadores: hubo asombro, temor, curiosidad y hechizo. La segunda vez ya fue distinta.

Con el paso del tiempo se ha descubierto que la observación altera siempre el objeto observado y que la escritura modifica aquello que describe. Por lo mismo, es imposible no pensar, igualmente, en el significado de la palabra civilización cada vez que nos ponen ante un hecho como aquél.

De una manera idealista quienes se dedican al arte llevan siglos buscando siempre la sensación de la primera vez cuando inician una de sus creaciones. Una utopía definitivamente, porque de alguna manera toda primera vez posee algo seguro, lo irrepetible.